20. Parte 1, "Espejismo"

En başından başla
                                    

–Qué indecente.

¿Yo? No sé de qué estás hablando.

Lydia esbozó una sonrisa malvada. –Imagino que ese vestido está así por estar mucho tiempo guardado, ¿Verdad?

–Oh, sí. Totalmente. ¿Vas a decirme a dónde iremos?

Me abroché el cinturón de seguridad, recordando al instante los golpes que me había dado la última vez que no lo utilicé. Había sido gracias a mis increíbles aptitudes de manejo, pero eso me había hecho aprender bien la lección.

–Al centro comercial. Duh. Hay mucho que planear.

Ahora sí que estaba perdida. –¿Planear...?

Lydia me observó con exasperación exagerada. –Por nuestro cumpleaños. ¿En serio creíste que no me enteraría de que nuestro cumpleaños es el mismo día?

Oh. Ohhhh.

–¿Nuestro cumpleaños es el mismo día?

La exasperación de Lydia pasó de ser exagerada a alarmantemente seria. –Faltan menos de cinco días. ¿Cómo es que no lo sabes?

Me encogí sobre el asiento. –Han sido unas semanas difíciles, y no he tenido tiempo para—

–Oh Dios por favor dime que no eres de esas personas que actúan como si su cumpleaños fuera lo peor del mundo.

–¿Qué? ¡No! Siempre hago fiestas por mi cumpleaños. Cuando vivía en Arizona solía planearlas casi un mes antes –recordé con cierta nostalgia–. Pero... he tenido otras cosas de las que preocuparme.

La mueca de Lydia era puro escepticismo. –¿Qué puede ser más importante que tu cumpleaños?

Mordí el interior de mi mejilla, pensando en qué demonios decirle. Y yo que estaba cansada de tener que mentir o esconder cosas...

–Bueno, problemas con mi padre. No quiero... no quiero hablar de eso realmente. Se ha ido de vuelta a Arizona, y me dijo que estaría de vuelta para mi cumpleaños, pero siendo honesta... lo dudo.

Sólo decirlo me había dejado un regusto amargo, haciéndome sentir extraña. Lydia suspiró, comprendiendo que en serio no era un tema del que quería hablar. Bajó la tapa de la guantera y sacó de allí su iPod, ordenándole a Siri que reprodujera algo de música. Little Mix comenzó a sonar a través de los parlantes del auto. –Si te hace sentir mejor, mi padre también eligió el mejor momento para salir del país. Sus conferencias de trabajo siempre son la excusa perfecta, y... digamos que su tarjeta de crédito sufre los estragos. No es que me sienta culpable, tampoco.

Alcé las cejas con una risita, la cual sorpresivamente no sonó fingida. –Haría lo mismo con mi madre. Ella tampoco estará aquí.

Lydia no respondió de inmediato. La observé de reojo, para ver que me estaba estudiando con una expresión... rara, para ser ella. Una mezcla de pena y enfado.

–Okey. Busquemos a nuestra amiga con padres competentes, y hagamos que a los nuestros les sufra la cuenta bancaria.

Tomé una inspiración profunda, sonriendo con un entusiasmo que no sentía del todo. Fíngelo hasta que lo sientas. –¿Qué es lo que planeas, entonces? ¿Quieres que hagamos una fiesta compartida?

Ella chasqueó su lengua. –Vamos a hacer una fiesta compartida. Ni deberías preguntarlo. Pero tenemos que conseguir un proveedor de catering, de alcohol ya que Jackson era quien se ocupaba de eso antes, debemos buscar vestidos para—

–Espera, espera. Detente un segundo, Verónica Lodge. Si va a ser una fiesta compartida, quiero decidir algo en especial.

Lydia puso los ojos en blanco, comenzando a enroscar uno de sus rizos en su dedo índice. –Diría que tú eres más Verónica y yo Cheryl.

outlasted spirit ⋄ stiles stilinski // 2Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin