Cazadores de Razas. Capitulo 11

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Capítulo 11

El plan

No sé cuánto ha transcurrido desde que me volvieron a meter en aquel agujero de oscuridad.

El llanto y la tristeza conforme el tiempo transcurre va desapareciendo, siendo reemplaza en su mayoría con ira, la otra parte esta compensada con duda, esto debido a la actitud de Thiago aquel día en que me salvo de aquel desquiciado, que casi me deja como una uva pasa.

De tan solo pensar aquello, el miedo me invade y temo que aquello se vuelva a repetir, con la diferencia de que esta vez nadie pueda salvarme.

Ante aquel espantoso recuerdo, muevo mi cabeza con brusquedad y descarto aquello, lo que necesito ahora es paz y tranquilidad para así pensar en cómo sacar a mi hija de este lugar.

Como otras tantas veces, comienzo a jugar con mis manos en signo de fastidio y aburrimiento, pero que me permite concentrarme en aquel movimiento arrítmico y no en lo que me rodea. Lagrimas comienza a aglomerarse en mis ojos y sin oponer resistencias las dejo correr, ya que se que es la única manera de poder drenar mi alma del dolor que sentía. Sin poderlo evitar otro recuerdo de mi amado golpea mi cabeza, haciendo que las lágrimas corrieran con mayor fuerza.

*Recuerdos*

Mateo: Hey tranquila, ni siquiera la herida más mortífera de este mundo impedirá que te cuide - dijo mientras con una mano de manera delicada devolvía mi mirada a la suya....

*Fin del recuerdo*

Aquella frese, comienza a rondar mi cabeza y mis lágrimas se intensifican, "ni siquiera la herida más mortífera de este mundo impedirá que te cuide", dejo escapar un suspiro roto, y siento como aquel dolor incrementa, pero sé que llorando no lograre absolutamente nada, debo pensar en cómo salir de aquí y poder vengar sus muertes.

Pero mi estado melancólico es interrumpido por el rechinido de aquella puerta que desde hace mucho no escucho, dándome la vista de Alan cargando lo que parecía un bulto, aquello hace que mi corazón se detengan y de inmediato me levanto y me acerco a ellos, notando el pequeño cuerpo de mi hija maltratado, en sus brazos.

Sin esperar se la arrebato para ir hacia una esquina, y así abrazarla y llorar como jamás creí poder hacerlo, aunque sé que está viva, su estado es crítico y si no hago algo ya, sé que la perderé.

Sin importarme el que, hago un corte en mi muñeca con mis colmillos y le acerco la herida a su boca para que comienza a succionar, ella de inmediato comienza aceptar gustosa de lo que emanaba de mi muñeca y aquello me alegra en cierta manera. Mi mira intencionalmente se eleva y noto que aun esta Alan dentro de la habitación, mirando la escena con cierta lastima, aquello me molesta y decidí por habar...

Alejandra: no te tienes que ir? - pregunte enojada

Alan: Si, pero Davian me mando a buscarte - pronuncia y niego en silencio

Alejandra: Deja que ella termine de succionar y me arrastra a donde quieras - arrastro mis palabras y vuelvo la mirada hacia mi pequeña, quien estaba recuperando su color normal y sus heridas comenzaban a sanar

Alan: Como quieras - dijo con fastidio pero sin moverse de donde estaba

Sin seguirle dando importancia alguna, continuo con lo que estaba haciendo, mi mano inconscientemente viaja a su cabeza y voy acariciando sus largo cabello, sintiéndome culpable por lo que le hicieron, sintiéndome incapaz de hacer algo para ayudarla, has!... Alejandra sabes que arrepintiéndote y llorando por todo no lograras nada, me reprendo a mí misma y trato de controlar todo lo que estaba sintiendo, pero se me hacía cuesta arriba.

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