Trilogia de Razas

Razas Encontradas. Capitulo 15

Capitulo 15

Revelaciones

No puedo mentir, tengo miedo al monstruo que se encuentra a mis espaldas pero ahora las cosas son diferentes y no voy a salir huyendo del peligro sino pienso enfrentarlo y defender a las personas que me rodean, este es el momento de dejar ver a la nueva María Alejandra.

Alejandra: Hola Bruno – dije fría y sin sentimientos mientras daba la vuelta para poderlo ver

Bruno: hasta que por fin te dignas a hablar – dice mientras da algunos pasos

Alejandra: No te acerques – dije apuntándolo con la daga

Bruno: JA! o sí no que Alejandra, me vas a atacar con un arma que no sabes cómo utilizar – tal vez no sé cómo utilizarla pero se bien que la puedo utilizar como un objeto púlsate

Alejandra: No me subestimes Bruno – realmente espero que el factor miedo me ayude en esta situación

Bruno: En eso tienes razón, subestime a tus padres por crear una aberración y mirara ahora, tan valiente y poderosa como ellos – eso me dolió de alguna manera

Alejandra: Y que sabes de mis padres monstruo? – dije sin quitar mi mirada

Bruno: No mucho, pero lo necesario a la vez – este tipo está loco – Ahora a lo que vine, dame la daga y te prometo que tus amiguitos no sufrirán mucho – dijo mostrando sus colmillos

Alejandra: y piensas que con esos colmillos me vas a dar miedo, OLVIDALO - grite llena de rabia – JAMAS TE DARE ESTA DAGA PRIMERO MUERTA – estaba dispuesta a dar la pelea

Bruno: que curioso, tu madre dijo lo mismo para defenderte y ahora ella lo está – dijo echando una que otra risa

Alejandra: CALLATE – no quería seguir oyendo su voz – CALLATE, DE UNA BUENA VEZ – estaba llena de ira, de rabia además de tener algo de miedo por lo que puede llegar a hacer

Bruno: Niña insolente como te a través hablarme así – y dicho esto se abalanza sobre mí, pegándome así contra la pared – eres igual de hermosa que tu madre – dijo en mi oído cosa que hizo que se me pusiera la piel de gallina

Alejandra: Aléjate de mí – y finalizando mi oración tome la daga y se la calve en su lado izquierdo que tuvo como consecuencia su alejamiento así como también el poder sacar la daga que había enterrado en su cuerpo

Bruno: Ja! Crees que me voy a rendir tan fácil porque me apuñalaste con una daga poco afilada? – dijo echando uno que otro gruñido por la herida causada

Alejandra: sé que no, pero sabes una cosa – dije mientras de apoco me iba acercando a la puerta de salida – yo tampoco voy a rendirme tan fácil – y dicho esto abrí la puerta y salí a todo dar de la habitación, para luego bajar las escaleras y encontrarme a un Mateo armado hasta los dientes, en sentido figurado – Mateo – dije llegando a la sala

Mateo: que pasa Ale... Porque tu daga tiene sangre? – dice angustiado

Alejandra: Bruno esta...

Bruno: No te detengas querida Alejandra – dijo mientras iba bajando las escaleras

Mateo: Dominic llévate a Alejandra de aquí – dice mientras va desplegando sus alas

Dominic: Pero a dónde? – no me quiero ir, quiero pelear

Mateo: No sé pero llévatela – y dicho esto Dominic me toma de una mano y me saca de la casa prácticamente a empujones, dejando así a Mateo junto a Cristofer con el monstruo de Bruno