Cazadores de Razas. Capitulo 3

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Capítulo 3

Grave Error

Me sentía al borde de un colapso, pero que estúpida fui, como no me lleve lo más importante, como le pude dejar la reliquia de mi familia a Davian, me siento... me siento... has! Ni se cómo me siento, quiero golpearme por esta grava equivocación que nos puede costar la victoria, que idiota, estúpida y distraída fui. Una tormenta se convirtió mi mente, y ya sintiéndome agobiada decido salir de esa cueva para tratar de calmar un poco aquellos gritos, ignorando los llamados desenfrenados de Mateo, la verdad es que necesito oxígeno para no caer en un estado de pánico y frustración, corrí y corrí a través de la maleza hasta llegar a un claro cuya vista daba a un hermoso lago, es hay donde me dejo caer conjuntamente con mis lágrimas, sé que esto se avecinaba, sabía que no iba hacer fácil de controlar, sabía que iba hacer todo un reto, pero ahora por culpa mi gran torpeza he echado a perder la única posibilidad de salir de esta, entonces por que he de escondernos, porque he de escapar cuando se...

Deísmo: A como sigas pensando así te voy a dar una paliza Alejandra - aquella voz interrumpe mis pensamientos lo que provoca que me levantara y me diera la vuelta observando así al rey del destino

Alejandra: Como no quieres que no piense así cuando arruine...

Deísmo: Alejandra tu no arruinaste nada, recuerda que las únicas que pueden manejar aquella daga eres tú y tu hija nadie más, y quien la toque morirá en el acto - sus palabras fueron un balde de agua fría ya que me concentre tanto en mi torpeza que no recordé aquel pequeño detalle sin embargo eso no me da la repuesta de que vamos hacer ahora sin aquel artefacto

Alejandra: Tienes razón Deísmo pero eso no resuelve el tema de que no tenemos...

Deísmo: Se te olvida que tú eres un ser lleno de poder, y con tan solo tu presencia todo está resuelto, que no se te olvide tu eres la respuesta a todo - y dicho esto desaparece ante mis ojos

Luego de aquella conversación la realidad es que no me siento mejor, ya que de nuevo todo recarga en mí y no sé si esta vez pueda con esta nueva pesadilla, la verdad es que no sé si tenga el poder de acabar con Davian y sus secuaces, no sé si lo pueda lograr, al pensar aquello me dejo caer de nuevo para así hacerme bolita tratando en lo posible de callar aquellos gritos que martillan mi cerebro y poder conseguir algo de paz, sin embargo un olor bastante peculiar inunda mis fosas nasales, era lo que menos quería

Alejandra: Vete Mateo, quiero estar sola - digo sin sacar mi cabeza de entre mis piernas

Mateo: No te abandonare Ale, mi vida, te dije que juntos lo vamos a enfrentar y así lo vamos hacer - sus palabras son un soplo de alivio para mi atormentada cabeza

Alejandra: Me quieres hacer un favor? - pregunte ahora sacando mi cabeza para así mirarlo, que ahora que me percato se encuentra sentado a escasos centímetros de mi

Mateo: Lo que quieras mi vida - dijo ahora tomando mi rostro con su mano derecha

Alejandra: Abrázame y dime que todo va a salir bien - ante mi petición el solo asiente y me toma en sus brazos para luego susurrarme en mi oído aquella frase que tanto necesito...

"Punto de vista de Anabelle"

"Mis piernas comienza a cansarse y la respiración es cada vez una tarea complicada, no sé cuánto he corrido pero sé que si me detengo aquella cosa me encontrara y me acabara, por ende detenerme no es una opción viable ni tampoco enfrentarme ya que sé que puedo salir perdiendo, con aquello en mi cabeza dejo de un lado el cansancio y sigo con el trayecto, y ya cuando diviso lo que posiblemente es un refugio que me permitirá salvar mi vida, una imagen al fondo hace que me detenga y me dirija hacia aquella mujer, al llegar me percate que era mi madre quien se hallaba en un mar de lágrimas, esa situación me angustia y trato de dirigirme así ella, pero por mas intentos que haga mis piernas parecen que se pegaron del suelo y no me permiten moverme...

Trilogia de RazasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora