"Amantes de luna llena"

Capítulo 9: "Bellos sentimientos"

Ya había pasado dos semanas desde el inicio de la amistad entre Milk y Gokú. La pelinegra aprovechando que su esposo andaba de viaje no había tenido hasta el momento ningún inconveniente para sus encuentros nocturnos en el bosque con su nuevo amigo de cabello alborotado. Ella fiel a su promesa no le había comentado a nadie de esos encuentros ni siquiera a su amiga Cirys con quien aprovechando la ausencia de su esposo se comunicaba cada tres días vía telefónica, así mismo si bien la amistad de los pelinegros cada día se fortalecía más los sentimientos que ambos sentían por el otro también se incrementaban más en sus corazones sin que ellos aún se dieran cuenta por completo de ellos.

Milk durante esas dos semanas había podido conocer más de Gokú y de su pasado, es así que ella se entero que los padres de él murieron por un accidente causado por la ambición al poder y dinero, dinero que él prefirió dejar en el olvido pues el prefería su paz antes que cualquier fortuna, ello hizo que la pelinegra lo valore más como ser humano pues él no solo era noble, tierno, inocente, de buenos sentimientos y amante de la naturaleza sino además no era ningún ambicioso a pesar de poder tenerlo todo él prefería no tener riqueza pero si paz, todo lo contrario a lo que alguna vez pensó la pelinegra "que el dinero daba la felicidad" y forzada por sus carencias y ambición tomo una decisión de la cual se arrepentiría toda su vida pero ya no podía dar marcha atrás, no podía hacerlo o su esposo la destruiría.

Milk también le había hablado de ella a Gokú claro ocultándole que era casada no supo porque le oculto ello cuando el había sincero con ella pero no tuvo el valor de decirle ello pues pensó que si el conocía esto a lo mejor no querría seguir brindándole su amistad.

La pelinegra una vez más mintió creándose una vida que no era suya con tal de seguir teniendo la amistad del joven de cabello alborotado, esa amistad que la llenaba de dicha, de felicidad, esa amistad que para ella cada día que pasaba se convertía en una necesidad.

Mansión Ouji: "Habitación de Milk"

Una bella jovencita pelinegra estaba sentada en el borde de su cama cepillándose su larga cabellera negra mientras pensaba: Ojala Vegueta y su prometida decidan salir por la noche a pasear al pueblo hoy no podré escaparme de aquí ya que a Bulma pareciera que le fascina estar en el jardín, a veces la comprendo estar en el jardín te hace sentir más libre pero a mi no me conviene que ellos estén allá hasta muy tarde por suerte hasta el momento solo permanecen unas horas allá ojala y hoy no sea la excepción.

La pelinegra se puso de pie camino hacia el balcón de su habitación y desde allí logro ver al joven cabello de flama y su prometida platicar.

Aún siguen allí, dijo Milk suspirando.

Jardín:

Anda, anímate querido no puedes pasártela como viejo gruñón aquí encerrado, decía Bulma sonriendo.

¿Viejo gruñón?, dijo Vegueta con molestia.

Si Vegui hasta tú padre sale más que tú, decía Bulma sonriendo.

Pues no puedo salir fuera por mucho tiempo ya lo sabes, decía Vegueta con firmeza.

Pero porque no, ¿no me digas que estás de nano de tú madrastra?, dijo Bulma sonriendo.

¡Que dices mujer loca¡ ¿nano yo?, ni en tus sueños, es solo que no me gusta andarme de amanecida, decía Vegueta.

Ya querido, una vez al año no hace daño, además un concierto así en el pueblo no volverá a pasar en años. No creo que tú madrastra se oponga a que te vayas, ella ya está grandecita para quedarse sola en casa y poder cuidarse, ¿no?, decía Bulma de manera melosa mientras acariciaba la mejilla de su prometido.