Capítulo 4: "Un matrimonio de apariencia"

427 40 4
                                    

Ya había pasado más de un mes desde que Milk se había convertido en la prometida oficial del hombre más multimillonario de su país, un mes desde el cual su vida cambio por completo, ella ya no vivía en Fri pan, se había mudado al pueblo de Paoz a vivir en un pequeño departamento que Diecisiete le había conseguido con la promesa de que ella le devolviera hasta el último yen que estaba gastando por ayudarla el día que se convierta en la esposa de su padrino.

La relación de Milk y el señor Ouji era una relación un tanto extraña, si bien ellos dos se veían casi a diario aún el hombre no la había besado más bien parecía una relación amical que sentimental, ello a la pelinegra no le molestaba si no al contrario a ella le pareció que tal vez por el momento era lo mejor tratar de conocerse más mutuamente ya que para poder llegar a experimentar amor de pareja ya tendrían suficiente tiempo cuando se casen.

El señor Vegueta pensaba igual, si bien el necesitaba tener una esposa antes de irse de viaje por negocios y dejarla a esta al frente de todo tampoco quería forzar nada, a él le bastaba con tener a una bella mujer a su lado aunque por el momento no haya nada entre los dos.

La señora Sho debido al plan creado por Diecisiete y Milk se había hecho pasar por la nana y tutora de la pelinegra mientras sus padres supuestamente estaban en el extranjero tratando de arreglar unos problemas de negocios. Ella se había puesto de acuerdo con el señor Vegueta para la realización de la boda de la pelinegra y él.

Vegueta a pesar de intuir que la pelinegra ocultaba algo y de no aceptarla como madrastra había tenido que aceptar aún en contra de su voluntad la decisión de su padre, eso si él tenía muy en claro que la estancia de la jovencita en su casa no duraría mucho pues él se encargaría de hacerle la vida imposible con tal de que esta termine por si sola solicitando el divorcio.

Restaurante:

Una bella pelinegra de vestimenta muy fina se encontraba comiendo una deliciosa cena mientras platicaba con su prometido.

No comprendo, ¿a qué te refieres con que tengo que hacer un juramento?, dijo Milk sonriendo.

Pues necesito que lo hagas aquí antes de que nos casemos así sabre que la decisión que tome de casarme contigo aún sin saber nada de ti no fue un error, decía el hombre.

Pero si no era yo hubieras elegido a otra, ¿no?, dijo Milk tratando de mantener la calma.

Si, tal vez pero lo que me comento Diecisiete de ti y del problema que está atravesando tú familia me conmovió y quise apoyarte haciéndote mi esposa a ti alguien a quien recién conocía antes que a alguna mujer que yo ya conocía más que tú, dijo el hombre.

Pues te agradezco, dijo Milk.

No quiero tú agradecimiento de palabra quiero que me demuestres día a día que no tome una decisión equivocada respetándome siempre y siéndome leal, no me gustan las traiciones. Estoy conciente de nuestras diferencias de edades y se también que si aceptaste ser mi esposa es por apoyar a tu familia no porque te enamoraras de mi a primera vista no soy ningún tonto Milk eso lo tengo muy claro y por lo mismo solo espero lealtad de tu parte, no me gustan las traiciones y mucho menos ser el hazme reír de todos, eso no lo toleraría, nuestro matrimonio será un matrimonio de apariencia en donde cada uno de los dos salimos beneficiados yo te ayudo con tú familia y tú con tú belleza y juventud me ayudaras a concretar grandes negocios eso si no abra nada entre los dos, compartiremos habitación como dos simples amigos, seremos afectuosos frente a todos pero no abra intimidad entre los dos, creo que ello te beneficia, ¿no?. Por lo mismo tienes que mostrar una conducta intachable ser una verdadera señora, si en el trascurso de la convivencia llega a surgir algún sentimiento entre los dos bien pero sino es así seguiremos solo siendo un matrimonio de apariencia hasta el día de nuestras muertes. El día en que enviudes quedaras libre para rehacer tú vida si lo deseas pero antes no quiero ni el más mínimo mal comportamiento de tu parte, no quiero que les demasiada confianza a nadie no se ve bien ello en una mujer casada a si sea mi ahijado la persona que se te acerque las personas podrían empezar a tejer malos entendidos, desde ahora te digo que tú amistad con Diecisiete termina aquí, ¿entendiste?, dijo el hombre con firmeza.

"Amantes de luna llena"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora