Epílogo

286 49 7
                                    

Sus dedos se deslizaban por la espalda desnuda de su acompañante, haciendo que el mismo soltase una risa.

- ¿Qué haces? - preguntó con una voz risueña.

- Sólo... - no termino de hablar, no tenía una respuesta, sólo se limitó a besar la espalda curvada de su pareja. 

Le encantaba escuchar los vergonzosos gemidos, los fantasiosos suspiros, sentir el constante arqueo de su espalda al ver como el placer albergaba en varias zonas de su cuerpo.  

Sonrió con el sólo pensamiento.

- Nagisa - llamó con su usual tono gatuno - ¿Hace cuánto que estamos juntos? -

- ¿Es una broma? - preguntó el ojizarco - Hemos estado juntos desde el campamento de música, nos pasamos el móvil y después nos hemos puesto en contacto todos los días - susurró para si mismo - luego de ahorrar una gran cantidad de dinero me uní a una discográfica con Akari, me compré mi propia casa y comenzamos a vivir juntos -

- Han pasado muchas cosas - 

- Parece que cinco años se pasan en un parpadeo - 

- Aún así, es genial que sigamos juntos a pesar de esos cinco años -

- Ya, pero tampoco es para tanto - rió Nagisa, se levantó de la cama, dejando que las sabanas se quedasen a la mitad del suelo, dándole a su pareja la vista más preciosa del mundo. - Akabane Karma - inició con su sonrisa.

- ¿Vas a pedirme matrimonio? - preguntó con burla el pelirrojo.

- Haz jodido el momento -

- Bueno, me callo, de todas formas Nagisa toma un abrigo o algo - señaló su ropero sonrojado, Nagisa se estiró, mostrando su piel siendo iluminada por el sol.

- Pero si así me siento a gusto -

- Me parece bien mientras te vea yo, y sólo yo, pero no si somos idol's y justo la ventana no tiene cortinas, ¿Qué pasaría si un buitre te tomase una foto con esa pose tan provocativa? -

- Sería deseado por más hombres - respondió sin duda alguna el chico, poniéndose una sudadera de Karma que llegaba a la mitad de sus muslos.

- Ni hablar, mi Nagisa, sólo mío - el pelirrojo dejo caer por completo las sabanas en el suelo de su habitación, abrazando a Nagisa y dejando que la diferencia de estaturas fuera más que evidente.

- Karma - llamó Nagisa nuevamente - cásate conmigo -

- ¿Qué? - 

- Ya ves - rodó los ojos - quiero que usted - señaló a Karma, acercándose peligrosamente a el pelirrojo - señor Akabane Karma, idol famoso conocido como Red Karuma, el ex-platónico de Isogai Yuuma, chico que ha dejado a más de 100 chicas en la "fanzone", tú quien te enamoraste de mi a los trece sin darte cuenta de que no era una chica, TÚ quien trataste de violarme cuando empezamos a vivir juntos, TÚ jodido idiota que me destrozas el culo cada vez que llego del trabajo... -

- Sólo fue una vez, y me disculpe más de cien veces contigo, me quede durmiendo en el sofá -

- TÚ - volvió a gritar el más pequeño - QUIERO QUE TE CASES CONMIGO - 

La habitación se quedó en silencio por varios segundos, que para un muy sonrojado Nagisa eran horas. 

- ¿Sabes lo qué pienso? - preguntó Karma enfadado, cruzando sus brazos a la altura de su pecho.

- No... - susurró cohibido Nagisa.

- Pienso que eres un idiota, que podrías habérmelo pedido en una situación más romántica, que podías haber esperado a que me pusiera unos pantalones, podrías haber escogido mejores palabras para una declaración de guerra, podrías haber hecho el mínimo esfuerzo para hacer de esto un momento especial - refutó Akabane -, y si hubieras esperado hasta esta noche - se acerco a un chaleco negro que estaba en su armario - no serías la persona de la que me enamoré, porque él no sabe esperar - una caja de terciopelo fue lo siguiente que vio frente a él. 

>>- Así que, Nagisa Shiota, ¿Te casarías conmigo? -

El pequeño de cabello celeste levanto la mirada, observando como Akabane poseía una mirada tan risueña, dulce, cálida. 

Nagisa se sonrojo al saber que no le estaba regañando. 

- Idiota - masculló el chico, tratando de cubrir sus lágrimas.

Sin pensarlo demasiado, se abalanzó contra el cuerpo del mayor, ambos cayeron al suelo, pero poco importaba, la persona que más amaban estaba entre sus brazos. 

- Nagisa - llamó el pelirrojo.

- No arruines el momento - lo calló con una sonrisa el chico.

- Es que estas en una zona de fuego, estoy desnudo, no me hagas esto -

.

.

.

Habían pasado demasiadas cosas entre ellos, buenas, malas, extrañas, pero se aceptaban con cada una de ellas.

No cambiarían su tiempo juntos por nada.

Karma amaba la música porque era una forma de salir de aquella desesperación que le consumía, pero al mismo tiempo la adoraba porque gracias a ella conoció a el amor de su vida. 

Nagisa era extraño, y seguía siendo un cofre lleno de secretos, aquellos que él se encargaría de descubrir poco a poco, porque el tiempo para él ya era inexistente al estar con Nagisa. 


Music For My Ears [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora