Soñar no tiene limites ( Parte II )

Imposible

Me estoy volviendo loca.

Si.

Eso es.

Es imposible haberla escuchado.

No a ella.

Siento los rayos del sol en la cara entrando por la ventana y abro los parpados

Otro dia.

Otro mas. 

Miro alrededor; nada habia cambiado desde anoche, me duele mi pomulo.

Paso los dedos una vez mas por encima de la herida y me estremezco cuando hace contanto con los puntos.

--Liz. Escucho al otro lado de la puerta.

Era la voz de mama

--Estas despierta? Pregunta ella del otro lado mientras da peque;os golpes en la puerta.

--No. Respondo

--Muy graciosa. Dice ella mientras abre la puerta con una bandeja en la mano.

Yo le sonrio y me enderezco en la cama

Ella se acerca y pone en mis piernas una bandeja repleta de comida.

--Desayuna, te va a ayudar a sanar la herida me dice sentandose al lado de mis pies en la cama, al mismo tiempo que con su pulgar trata de examinar si la herida ha mejorado.

Yo hago una mueca de dolor y resoplo

--Nada va a ayudarme a sanar esa herida mama. La tendre de por vida. Le digo con tono pesimista mientras corto un pedazo de mis pancakes.

--Vamos Liz, me comienza a decir.

--Se que todo este problema es lo unico en lo que piensas ahora, pero esto pasara, como cualquier otro problema de la vida, algunos son mas dificiles que otros pero con el tiempo pasara.

Yo quito mi mirada del plato y la miro a los ojos.

--Tu me crees? Le pregunto sosteniendole la mirada

--Me creiste? cuando te conte lo que habia pasado esa noche? 

Su expresion se ablanda. Pero no responde.

--Te creo.  Me dice. Pero no suena convencida.

--Se que no le hiciste daño a esa chica y eso es lo que importa cariño.

Me dice con tono suave.

Pero no me cree, no la historia completa.

Algo me duele por dentro. No se ni como hacer para que mi propia mama me crea.

De repente suena el celular de mama, ella contesta

--Tom. Dice ella escuchando atentamente.   Y me mira.

--Si, claro que si.

Y cuelga.

--Levántate, Tendremos una reunión con los abogados de Stella.

Se me ponen los pelos de punta, sabia lo que iba a pasar; Mas problemas.

Yo me quedo mirando la espalda de mama alejándose y me empujo a mi misma a levantarme.

                                                                                            

                                                                         *************************

--Señorita Liz, Señora Prickman, espero que se encuentren muy bien. Dice Tom mirandonos y al mismo tiempo poniendose de pie de su asiento.

Yo miro a mi alrededor, habiamos llegado a un edificio penal, Todos vestian trajes  de paño y vestiduras formales, Los hombres caminaban con un portafolio enrollado en sus dedos y las señoritas caminaban rapidamente con bolsos pegados a sus cuerpos.

Yo miro hacia bajo a mirarme, Mama me habia hecho usar uno de sus trajes del trabajo, Azul moradoso con una blusa blanca debajo. Me quedaba enorme. 

Todo se veía muy tenso, como si todo el mundo corriendo alrededor de nosotros estuviera tratando de resolver problemas; Mas graves que los míos tal vez.

--Hola Tom. Digo con un sonrisa medio sutil, medio nerviosa.

Mama le estrecha la mano.

--Bueno, se que Liz no estará del todo informada sobre el porque estamos reunidos aquí. Dice Tom mientras saca de su portafolio una carpeta café. 

Yo me limito a mirarlo a el y a la carpeta.

--Bueno Liz, Estamos aquí porque tu madre ha presentado cargos contra Stella, y sus abogados han querido tener una reunión con nosotros, para reevaluar nuestras opciones y aclarar malentendidos. De esta forma, tal vez nos ahorraremos el juicio oficial y eso beneficiaria a ambas partes. Me dice el mientras el mira la carpeta.

Yo me quedo callada

El me mira como esperando que diga algo y al ver que no lo hago continua.

--Solo ten en cuenta, de que todo lo que digas, hasta la mas mínima palabra puede influenciar tu caso, hacerlo empeorar o mejorar. Me dice tratando de sonar amable y delicado.

--Claro. Digo con la voz un tanto temblorosa.

Miro a mama, y ella asiente la cabeza mientras me sonríe.

--Por aquí por favor. Dice Tom guiándonos hacia una puerta al final del pasillo.

Hasta que nos detenemos."salón 208" Se lee en pequeñas letras doradas. 

Tom abre la puerta al frente de nosotras.

Los abogados de Stella se levantan al verme.