Capítulo 1

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EL REPARTO QUE PUSE ES COMO ME IMAGINO YO A LOS PERSONAJES. A ALGUNOS LES PUEDE CAMBIAR EL COLOR DE CABELLO O DE OJOS, PERO SON MÁS O MENOS ASÍ. YA SÉ QUE FRANCISCO LACHOWSKI NO ES RUBIO, PERO EN MI HISTORIA SÍ LO ES. SI A USTEDES NO LES GUSTA ALGÚN MIEMBRO, PUEDEN CAMBIARLO O IMAGINÁRSELO COMO ALGUIEN MÁS, NO SE ESTRESEN TANTO. GRACIAS POR LEER, BYE.

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Capítulo 1-

-¡Vamos, Emmy! ¡Se nos hará tarde y perderemos el vuelo!- me avisó mi tío desde la planta baja.

-¡Ya bajo!-contesté.

Eché un último vistazo a mi habitación vacía y bajé. Nos subimos al taxi y partimos hacia el aeropuerto. La tarde era lluviosa, justo como los días en los que mi padre se quedaba en casa y a ver películas en el sofá conmigo. Ahora nunca más sucedería eso.

Cuando llegamos al aeropuerto, un hombre con traje negro se acercó al auto y comenzó a bajar las maletas para ponerlas sobre un carrito. Mi tío me tomó de la mano y me llevó hasta una sala con un ventanal por el cual, se podían visualizar los numerosos aviones que se encontraban ahí.

Él se dirigió hacia el mostrador mientras yo me sentaba en un sillón a esperarlo, mientras observaba el lejano despegue de un avión. 

-Ven Emmy, ya podemos subir al avión.

Lo seguí hasta una pasillo largo y frío por el aire acondicionado que nos condujo hasta la puerta de su jet privado.

-Que tenga un buen viaje, señor Butler.-dijo el hombre que nos había ayudado a sacar las maletas del taxi.

Cuando entré al avión de mi tío, suspiré aliviada. El interior estaba cálido a diferencia del frío glacial y las escasas gotas de agua que caían con suavidad en el exterior. Me senté en uno de los asientos color caramelo y me abroché el cinturón. Algunos minutos después, el avión despegó y poco a poco, me fui acostumbrando a la sensación en mi estómago. Estuve mirando una película por un rato, pero el sueño me ganó y me quedé dormida.

Algunas horas después me desperté y me di cuenta de que aún seguíamos volando. 

-¿Tienes hambre, pequeña?-me preguntó mi tío.

Asentí sin apartar la vista de la ventana. Él apretó un botón y una mujer joven apareció con un carrito lleno de comida. Ella lo acercó a mí y me sonrió. Miré los productos. Había de todo, desde goma de mascar multicolor hasta mini sándwiches de pepino, pero sólo tomé un durazno, unas galletas y un té helado.

Guardé el durazno en la mochila y me dediqué a mordisquear un poco la galletas y tomar sorbitos de la botella, mientras miraba la película en la enorme pantalla frente a mí. En ése momento, el teléfono de mi tío Jeremy sonó.

-¿Qué pasa Robert?-esperó.-¿¡Qué!? ¡Pero Emmy Lou acaba de llegar!-bufó al escuchar la respuesta del otro lado- Está bien, entiendo. Nos vemos ahí entonces.-colgó enfadado.

Lo miré y él suspiró con frustración.

-Emmy,-me miró triste-lo siento pero tengo que viajar a Australia por un tema del trabajo y no podré quedarme contigo.

¿Trabajo? No sabía en qué trabajaba mi tío Jeremy y eso me intrigaba. Recuerdo que cuando era pequeña y le preguntaba sobre su trabajo, siempre se inventaba historias fantásticas como que era astronauta y había tenido que viajar a Júpiter para salvar al mundo o que era un agente secreto de la armada de Estados Unidos. Siempre me había gustado escuchar sus historias, pero cuando cumplí 10 años, dejé de creer que eran verdad.

-Pero... ¿qué pasará conmigo?

-Te quedarás en mi casa.  Mi sobrino y sus y sus amigos te cuidarán y se harán cargo de tí.

-¿¡Qué!?-exclamé alterada.

-A ver, sonríe.-dijo y sin darme tiempo, me tomó una fotografía con su celular y volvió a teclear en él, ignorando mi reacción.

¿Los teléfonos funcionan durante el vuelo? Fruncí el ceño. Al parecer sí, porque Jeremy se encontraba parloteando con la persona del otro lado de la línea, sin ningún problema.

-Escúchame bien, Emmy. Cuando salgas, en la sala de espera estará Seth, mi sobrino. Él te recogerá y te llevará a mi casa con los demás y te quedarás ahí hasta que yo vuelva, ¿entendiste?

-Y de casualidad, ¿cuánto tiempo será éso?-fingí despreocupación aunque por dentro estaba aterrada.

-Unos cuatro o cinco meses.-dijo tranquilamente, como si hubiera dicho "uno o dos días".

-¿¡Qué!?-repetí.

¿Cómo demonios se le ocurría hacer eso? ¿Qué tal que eran unos sucios pedófilos que me secuestraban y me convertían en alimento para perros? Aunque bueno, si él me mandaba con ellos era porque confiaba en que no me iban a hacer nada y me iban a cuidar, ¿no? 

-Tranquila, te caerán bien. Son inofensivos.-sonrió y me guió a la puerta del avión.

La puerta se abrió y el cálido aire de Los Ángeles golpeó mi cara.

-Adiós pequeña.-se despidió mientras yo descendía las escaleras.

Bufé y entré al aeropuerto.

(Emmy Lou en Multimedia)

[Ésta es la versión sin editar, así que tiene varios errores. La versión editada y corregida será subida aquí en poco tiempo.]

PROXIMAMENTE: ¡SUDADERAS Y PLAYERAS DE ESTA HISTORIA! WUWUWUWUWUUU

Mis seis hermanos y yo (Sin editar)® [MSHYY #1]Where stories live. Discover now