El rescate

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- Tengo un problema... - su padre escuchaba atentamente la charla de su hijo, era increíble que siempre estuviera perdiendo las cosas y como era de costumbre Laurence tenía que hacerse cargo del asunto, su esposa había quedado de acuerdo con Babilas que Emi era un pieza importante en el desarrollo social de su hijo, así que usaría su poderío para poder encontrarla lo antes posible.

- Tranquilízate, no lograrás nada si te alteras de esa manera... - no sabía qué decirle para que se sintiera mejor, su hijo tendía siempre a exagerar las cosas de sobremanera. – Le diré a Fernando que comience con las investigaciones, te mantendré informado.

- Gracias... - colgó, no podía quedarse sentado esperando información, debía actuar también para protegerla, de lo contrario no tendría el derecho de llamarse hombre. – Vamos Baba, tenemos que investigar.

Comenzaron preguntando por los alrededores para saber si alguien había visto a la pequeña o si sabían por dónde se había marchado; las pistas los llevaron de regreso al hotel donde se encontraban hospedados, lamentablemente no había suficientes cámaras de seguridad para seguirles los pasos, puesto que estas solo se encontraban en las esquinas de cada pasillo, así que solo podían verle en las escaleras o el ascensor, de allí en adelante era caso perdido.

- Que seguridad tan mediocre... - dijo finalmente Max, le diría a su padre que aquel hotel que formaba parte del grandioso grupo Ferrer debían reforzar un poco más la vigilancia y aumentar las cámaras de seguridad, puesto que los únicos guardias existentes eran los porteros.

- Dudo que tú padre llegase a un hotel teniendo la casa de campo tan cerca. – Babilas se encontraba sentado en la silla tipiando en la computadora, debía encontrar aunque sea un indicio de en qué piso se encontraban. Lamentablemente era caso perdido, las cámaras de seguridad nunca vieron a Emi, pero había unos chicos de la clase contigua a la de Max que habían salido del hotel cargando consigo una enorme valija.

- Creo que alguien ha desobedecido al profesor... Max, ¿Les conoces? – preguntó Babilas deteniendo la cinta.

Max entrecerró los ojos, tenía la ligera sospecha de saber quiénes eran, pero era imposible para él saber con exactitud cómo se llamaban ya que no le llamaban la atención relacionarse con gente que carecía de importancia o de relevancia en su vida, pero el logotipo de la maleta lo conocía de sobremanera.

- Son del grupo L&L esa compañía pequeña que mi padre quiso patrocinar... ¿Lo recuerdas? Hace como dos años estaban a punto de quebrar y mi padre quiso hacerse su socio para que se mantuvieran... eran bastante cabeza dura y no quisieron ayuda, pero mi padre comenzó a mover influencias para que esa compañía no desapareciera. – Max no recordaba muy bien los detalles, no era de su incumbencia y tampoco era como si le importara, no era de extrañar que su padre gastara millones para salvar una compañía que obviamente no deseaba ser salvada y era algo que a él no le importaba.

- Si, recuerdo que Laurence estuvo de muy mal humor cuando aquellos no aceptaron su propuesta... sin embargo hizo todo lo posible por levantarlos desde las sombras... ¿Serán empleados? – preguntó desconcertado, si esto era obra de aquellas empresas, era un acto inconsciente y descuidado.

- Vamos con las chicas, quizás ellas si sepan quienes son.

Sacaron una captura de los sospechosos, quizás solo tenían mercancía, pero era indispensable descartar que ellos habían sido los culpables de la desaparición de Emi, no quería saber cómo se pondría Max si volvía a perderla, esos dos últimos años habían sido un tormento que no estaba dispuesto a volver a vivir. Así comenzaron a preguntar de habitación en habitación con los alumnos que se encontraban en el hotel, la mayoría se encontraba disfrutando de los bares del lugar o de la playa tan hermosa, era refrescante volverse civil sin que el nombre pesara en su trato. Al parecer esos jóvenes no eran muy sociales, si bien la mayoría reconocía sus rostros, no tenían información importante, nada que no supieran ya.

Mi querido jugueteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora