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-Voy a ir.-Anunció Anakin convencido.

-No creo que sea buena idea que vayas.-Le respondió Obi Wan.

-Por suerte o por desgracia yo la conozco mejor que vosotros. ¡Puedo hacerlo! ¡Quiero hacerlo!

Anakin se encontraba discutiendo con Obi Wan sobre si le dejaría ir a destruir la Estrella de la Muerte.

-Eso es cierto, pero puede ser malo para ti.-Le respondió.

-Necesito destruirlo. Necesito plantarle cara a todo eso.-Explicó. - Soy un buen piloto, puedo hacerlo. Por favor.

-¿Por qué tanto interés de repente Anakin?-Preguntó el jedi caminando al rededor de su antiguo padawan.

Anakin tragó aire y se dejó caer en un saliente bajo una ventana que había tras él.

-He tenido una pesadilla, era horrible.-Dijo apoyando la cara entre sus manos.

-Anakin...-Se sentó junto a él.

-No, déjame contartelo, por favor.-Rogó mirándolo a los ojos.- Necesito contárselo a alguien...

Obi Wan permaneció en silencio.

-¿Puedo?-Preguntó.

Su antiguo maestro hizo un gesto con la mano para que comenzará a hablar.

Anakin volvió a coger aire y lo soltó lentamente.

-Soñé con aquel día en Mustafar.-Comenzó a explicar mientras Obi Wan tragaba saliva.- Pero era diferente... En vez de irte con Padmè, tú te quedabas y luchábamos.-Cerró los ojos volviendo a ver las terribles escenas de su pesadilla.- Tú ganabas si eso te interesa.-Rió abriendo los ojos.

Obi Wan rió junto a él.

-Me cortabas las piernas y el brazo,-continuó hablando,- yo ardía vivo, pero Palpatine llegaba y me ponía una armadura que me mantenía vivo, era el traje de Vader.-Confesó.- Luego Padmè moría y mis hijos no se conocían. Años después encontraba a Leia, pero no sabía que era mi hija.

Anakin dejó de hablar.

-¿Estás bien?-Preguntó Kenobi al verlo en silencio.

-Sí... Contarlo me ayudará.

Obi Wan le sonrió, y Anakin siguió hablando.

-Yo no sabía que ella era mi hija. La aprestaba, la torturaba...-Explicó con dolor.- Y además de eso... La obligaba a mirar mientras la mortífera estación espacial de Palpatine destruía Alderaan, su hogar. Luego me vi cortándole la mano a mi hijo... Y también vi como te mataba. Yo te mataba.

Obi Wan lo observó mientras sentía el dolor en él.

-Anakin sabes que...

-No voy a volver a caer, no voy a permitirlo.-Explicó.- Aún así, no has visto lo que vi. Desapareció en segundos... No podemos dejar que ningún planeta sufra eso.

-Claro que no, ya tenemos un plan.-Le confesó Obi Wan.- Y creo que quizás podrías...

Anakin sonrió.

-Gracias, gracias. No te fallaré.

-No hay nada seguro aun Anakin...

Pero eso a él le bastaba.

Y tres días después, Anakin había logrado que aceptaran su ayuda, y en pocos días ya habrían acabado con la Estrella de la Muerte, claro, si su plan salía bien.

La verdad es que a Anakin le pareció un buen plan el que tenían pensado, el cual consistía en disparar sobre la construcción para activar unas cargas explosivas que un aliado de la rebelión infiltrado en el Imperio había colocado previamente. Gracias a esa persona infiltrada, habían sabido el día perfecto para atacar, el día justo en el que varios altos cargos y simpatizantes del caído Imperio visitarían las obras de, la que pensaban, sería el arma que haría renacer al Imperio.

El plan era simple. Todos irían en una nave hasta donde estaba la estación, llegarían a la velocidad de la luz, para llegar por sorpresa. En ese momento los pilotos ya deberían estar preparados para salir con sus casas y disparar a la Estrella para accionar las bombas. Justo antes de que las cargas explotaran, el espía de la Rebelión infiltrado en el Imperio saldría con alguna pequeña nave que pudiera coger en la estación espacial hasta llegar al hangar de la nave rebelde, donde se reuniría con sus compañeros y, más tarde, con los pilotos que, si todo salía bien, ya habrían acabado con el destructor de planetas.

***

Días más tarde Anakin se encontraba en el sofá con uno de sus hijos junto a cada pierna. Decidió que se despediría de ellos esa noche, pues a la mañana siguiente, cuando se marchara para acabar con el arma del Imperio, ellos aún estarían durmiendo.

-¿Vas a volver pronto?-Preguntó preocupado Luke antes de irse a dormir.

-Sí, antes de que os deis cuenta.-Respondió Anakin.

-¿Por qué te vas?-Preguntó esta vez Leia.

-Vuestro padre tiene que hacer algo de lo que os sentiréis orgullosos.-Explicó Padmè sentándose en el sofá de enfrente.

Luke bostezó.

-Quizás deberíais iros a dormir ya.- Dijo Anakin mirando a su hijo.

-No...-Protestó Luke bostezando.

Leia bostezó tras su hermano.

-Venga, a la cama.-Ordenó Anakin poniéndose en pie.

Los niños se levantaron y comenzaron a caminar hacia las habitaciones.

Leia tiró del pantalón de su padre para llamar su atención. Anakin se agachó para estar a su altura.

-¿Vas a volver?-Preguntó la niña preocupada.

-Claro que volveré.-Respondió sonriente pasando el pulgar por el dorso de la cara de la niña.

-Promételo.-Pidió la niña ladeando la cabeza.

-Lo prometo.-Dijo sonriente.-Venga, a dormir.

***

-¡Vamos, vamos!-Gritaba uno de los rebeldes mientras todos los pilotos corrían por el hangar de la nave subiendo a sus cazas.

-¡Anakin!-Llamó Obi Wan desde su caza a su compañero que se encontraba en el de al lado.

El hombre giró su cabeza.

-Que la fuerza te acompañe.-Le deseó a su antiguo padawan.

-Lo mismo digo.-Respondió sonriente.

Las naves arrancaron y comenzaron a salir de la nave hacia la construcción de la estación espacial.

Al mismo tiempo que ellos se acercaban rápidamente para atacar, un caza llegaba a la nave. Los rebeldes se acercaron para saludar al que había sido su topo en el Imperio, pero la cabina se abrió y, en lugar de su compañero, un hombre descendió de la nave y disparó a tres de los cuatro rebeldes presentes como pudo, mientras escapaba para esconderse.

Vuelve (Star Wars alternativo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora