Almas olvidadas "Mini-Historia"

Parte 1 "Caída"

No podía soportarlo más. El dolor, la apresión, los experimentos... ¿Realmente mi alma era la Determinación? Ya no estaba segura, por muy determinada que fuera, ya no aguantaba más ese sufrimiento.

Así que corrí, corrí al lugar donde nadie se acercaría, al lugar prohibido del que siempre hablaban. Ahí podría encontrar aquello que ellos me negaron... El conocimiento para destruirlos.

Quitaba ramas, arbustos, esquivaba piedras y troncos mientras subía aquella montaña, el monte Ebbot, donde se suponía habitaban unos seres de increíble poder.

¿Malos o Buenos? Me importaba un carajo. Sólo haría lo necesario para que ellos me ayudaran en mi misión de exterminar la humanidad... La sucia e inmunda humanidad que me hizo aquellas cosas atroces.

Ya estaba llegando a la cima de la montaña, ¿Ya se habrán dado cuenta que escapé? No importa, aquí podré ocultar...

- ¿¡Hmm!? - Pronuncié mientras me tropezaba con una de las ramas del suelo.

Demonios, no la había visto... Pero había algo mucho peor que también había dejado pasar por alto. El gran abismo al que estaba cayendo a toda velocidad.

"¡¡No puede ser!! ¿¿Acaso moriré aquí??". Pensaba mientras veía más y más oscuridad envolverme.

Los segundos pasaban y el suelo, mi final, estaba cada vez más cerca. Había pensado en el suicidio muchas veces, pero ahora que afrontaba la muerte de cerca... Había algo que me hacía querer seguir viviendo, algo que me rehusaba a dejarme morir.

Cerré los ojos y esperé el impacto contra la tierra. Pero no iba a ser mi fin, estaba segura de eso, fuera como fuera, me arrastraría hasta llegar a mi destino y cumpliría con mi meta. Aunque tuviera roto cada hueso del cuerpo...

Golpeé el suelo con fuerza, aunque no con tanta como yo pensaba.

- ¡Agh! - Grité del dolor que me había ocasionado el impacto.

Me dolía bastante... Pero al parecer no era nada de gravedad. Quizás algo había frenado mi caída y por eso aún seguía viva, aunque no tenía muy claro el qué.

"Y tenía que caer justo de cara... Vaya tontería acabo de hacer". Pensaba mientras seguía tirada en el suelo.

Estaba a punto de ponerme de pie para inspeccionar el lugar, sin embargo...

- ¡Oh no! ¿Estás bien? - Escuché decir a alguien con una voz un tanto infantil.

Sentí como esa persona me ayudaba a levantarme poco a poco, y a medida que fui abriendo los ojos me di cuenta de que claramente, no era una persona.

El chico frente a mí era algo parecido a una cabra. Pelaje blanco, un pequeño hocico, pequeños cuernos naciendo de su cabeza y estaba vestido con suéter bastante parecido al mío. ¿Acaso éste podría ser...?

- Oh vaya, esa fue una dura caída, ¿No? Soy Asriel, ¡Un gusto! - Se presentaba la pequeña cabra con una sonrisa.

- ¿As... Riel? - Alcancé a decir. De donde venía, no era necesario que hablara mucho, por lo tanto me costaba decir palabras de buenas a primeras.

- ¡Si! ¿Cómo te llamas tú? - Me preguntó.

Permanecí callada un rato, observándolo, analizándolo. Parecía un niño... Aunque quizás sólo tendría un año menos que yo. ¿Estos son los seres de increíble poder que aquí se escondían? Que desilusión...

- ¿Hmm? ¿No entiendes lo que te digo? A ver... Yo ser ASRIEL, ¿Cómo TU llamar..?

- Yo... Soy Chara. - Respondí para que Asriel dejara de hablar como retrasado. No soy una estúpida.