Chewing Gum [Jeno & Tú]

Capítulo 22

En este capítulo, tendrás que empezar a leer dependiendo de la opción que elegiste el capítulo anterior. Hay una línea que divide la situación A con la B, si elegiste la B, avanza hasta llegar a esta y empieza a leer a partir de ahí.

A) Coges la llamada

-Es mi amigo, tengo que cogerlo -me disculpé con la mirada mientras observaba a Jeno y señalaba el teléfono.

Él asintió mientras leía el nombre de Haechan el la pantalla. Me levanté del largo escalón en el que estábamos sentados juntos. Me aparté un poco, dejando a Jeno solo comiendo su helado. Me sentí un poco mal por haber hecho eso, pero por otro lado, era Haechan quien me estaba llamando y sería un poco grosero no responder a mi mejor amigo.

-¿Haechan? -descolgué la llamada y me coloqué el móvil junto al oído para poder escuchar.

-Por un momento pensé que no me lo ibas a coger -me respondió seguidamente-. Te iba a preguntar si querías esta tarde querías que fuésemos juntos esta tarde a una cafetería o algo... me gustaría verte más porque últimamente solo nos vemos en el colegio.

-De acuerdo -sonreí, ya que me hacía mucha ilusión verle-. Haehcan, te tengo que dejar, ahora estoy ocupada. Nos vemos esta tarde, ¿de acuerdo?

-Hasta luego -se despidió alegremente tras saber que íbamos a poder vernos.

Enseguida guardé el móvil en mi bolsillo y regresé al escalón en el que se encontraba Jeno sentado. Me coloqué a su lado.

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b) Ignoras la llamada y sigues con Jeno

-¿Quién es? -me preguntó al ver cómo volvía a guardar el teléfono en mi bolsillo.

-Publicidad... o se habrán equivocado -improvisé lo más rápido que pude.

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Levantó su helado, ofreciéndome comer de este, pero antes de que pudiese coger una de las cucharillas que había en una de las bolas, este movió rápidamente su brazo acercándomelo a la cara. Antes de que me quisiese dar cuenta, noté algo frío en la punta de mi nariz, me llevé las manos a esta un poco desconcertada mientras Jeno me miraba riéndose ligeramente con la misma sonrisa de siempre en sus ojos.

Intenté quitarme el helado, pero por alguna razón, mi amigo empezó a reírse aún más fuerte que antes.

-Déjame a mí -apartó mi brazo delicadamente y agarró una servilleta que tenía en la pierna que le había dado la chica que trabajaba en la heladería. Cuidadosamente se acercó a mí y empezó a limpiarme-. Te lo estabas extendiendo por toda la cara.

Pude darme cuenta de que las mejillas de Jeno poco a poco se estaban volviendo de un color más rosa. No pude evitar reír. 

-¿Vas a darme de tu helado, sí o no? -protesté mientras mientras el chico apartaba lentamente su mano.

Terminó asintiendo y pude coger una cuchara, la cual hundí en la bola para poder comer algo, pero antes de que me la hubiese llevado a la boca, esta se encontraba en el interior de la boca de Jeno.

-Hay maneras más sencillas de decirme que tengo que bajar de peso -le dije mientras me cruzaba de brazos, haciendo referencia a que estaba evitando de muchos modos que pudiese comer algo.

-Era broma -él rió-. No tienes que bajar de peso, está perfecta así... Abre la boca -me agarró por la barbilla y giró bruscamente mi cabeza para que le mirase.

Enseguida me metió una cucharada de helado en la boca.

-¿Ves? Come -bajó el brazo.

Mientras bajaba este, vi que su reloj de muñeca marcaba que eran las 14:25. Mi madre siempre me decía que volviese a las 14, que era la hora a la que a ella le gustaba que todos comiésemos. Se me había pasado el tiempo rapidísimo con Jeno.

Me levanté de golpe y él me miró sorprendido ante mi reacción.

-¿Qué ocurre, ______? -preguntó.

-Mi madre siempre me dice que llegue a casa a las 2 y ya llego tarde -le dije mientras él también se incorporaba. 

-Entonces... adiós. Nos veremos pronto, ¿de acuerdo? -asentí con la cabeza mientras Jeno me cogía de la mano.

Nos abrazamos como despedida. Me gustaba mucho estar así.

-¡Ya he llegado mamá! -exclamé mientras abría la puerta y entraba a mi casa.

A los pocos segundos, ya tenía a mi madre delante de mí con una expresión enfadada.

-Llevamos esperándote aquí 45 minutos -dijo furiosa-. Estás castigada toda la tarde encerrada en tu cuarto -sentenció tratando e no reventar-. Corre a la cocina y siéntate en la mesa con tu padre y tu hermano.

¿Encerrada en mi cuarto? Eso no era un castigo, ese era mi sueño. Mi madre ya no sabía cómo castigarnos... ¡Mierda, Haechan! Lo olvidé... Le dije que esa tarde iría a verle... Luego le escribiría por Kakao Talk para avisarle. Sabía que hiciese lo que hiciese, mi madre no me levantaría el castigo. No me solía perdonar.

·♥·

Siento mucho no haber subido antes un capítulo, últimamente no me encuentro muy motivada; espero que podáis perdonarme, en parte, por eso es tan corto este capítulo. Lo siento mucho, de verdad.

P.D: Os ha gustado lo de las opciones o es mejor que no lo vuelva a hacer??

P.D 2: Me encuentro fatal por la muerte de Jonghyun. Yo AMABA SHINee, era de mis grupos favoritos, y esa noticia me ha dejado rota. No sabéis las ganas que tengo de reencontrarme con él en estos momentos.