26. La curiosidad gana

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Nate me hace cometer locuras. Nunca en mi vida había estado tan nerviosa por la llamada de un chico. Ni tampoco me había arreglado por uno.

Y sí, lo hice, aunque no lo crean.

Me estoy volviendo loca.

<<Por Nate >>

Ignoro ese pensamiento y sigo caminando pensando en lo loca que estoy.

Llego al lugar dicho por Nate quince minutos atrasada, me siento en una banca cercana y espero.

Tengo la esperanza que Nate no se haya ido.

-Pensé que no vendrías...- Alguien me murmura en el oído desde atrás.

Me levanto de la banca y lo miro tratando de actuar normal, para que no se note que me afecta como esta vestido. Aunque esa camisa azul y esos pantalones negros no le quedan nada mal.

-No tenía nada que hacer, así que... ¿Qué tienes que decirme?

Él ladea su cabeza.- ¿Quién dijo que quería decirte algo?

-Si no quieres decirme algo, ¿Por qué me llamaste?- Frunzo el ceño confundida y dejo que mis brazos caigan a mis lados.

Se encoje de hombros.- Quiero hablar y estar contigo, ¿No puedo?

Me lo quedo mirando directamente, su rostro muestra que esta algo nervioso. Me siento nuevamente en la banca y Nate se sienta a mi lado.

-¿De qué quieres hablar?- Pregunto mirando al frente, pero el responde encogiéndose de hombros.

¿En serio estoy haciendo esto con él?

Nate era la peor persona que conocía. Digo era porque ahora ... Ni siquiera sé que es para mi.

¿Un amigo? No. Bueno, tal vez. Pero al pensar que Nate sólo es un amigo... No, no me gusta.

-¿Cómo ha estado tu día?- Pregunta luego de un silencio sorprendentemente cómodo. Yo lo miro divertida.

Aunque sonrío sin poderlo evitar.

-Mi día estuvo... Bien.- Digo.- Estuve arreglando mis cosas para la excursión.

-Cierto, la excursión.- Ríe.- Adivino. No quieres ir.

Lo miro colocando una mano en mi pecho, haciéndome la sorprendida.

-Que bien me estas conociendo.- Reímos.

De a poco dejamos de reírnos y nos quedamos en silencio.

-¿Estás bien?- Pregunto y el voltea a mirarme.- Estás algo... Tenso y te noto nervioso.

-Estoy bien.- Dice rápidamente.- Sólo que esta mañana tuve una llamada de mis padres y...

-¿No tienes una buena relación con ellos?

-No.- Niega con la cabeza y me sonríe pero su sonrisa no llega a sus ojos.- Además de que me dijeron algo...

Deja de mirarme y mira hacia al frente. Yo lo sigo mirando fijamente y sé que no quiere hablar sobre eso, así que no le pregunto.

-¿Alguna vez te conté por qué me enviaron a este internado?- Pregunta de repente.

-Sí - Trato de recordar lo que dijo un día.-, fue porque tus padres trabajaban mucho y apenas estaban en casa y no podían cuidar de ti ni de Emma, así que los enviaron al internado.

-En parte, es verdad, pero no, no fue completamente por eso.- Frunzo el ceño y continua.- Decidimos decir eso con Emma para no contar la verdad.

-¿Por qué?

-Es una historia larga y privada que no queremos decirles a todas las personas apenas las conocemos.

Asiento con la cabeza y me giro hacia él para poder mirarlo.

-¿Cuál es la verdad?

-Es cierto que mis padres trabajan mucho, pero nosotros nos podemos cuidar solos y estábamos bien en casa.- Comienza.- Pero sucedió algo. Emma y yo descubrimos algo grande, un secreto de nuestro padre.

<<Él... Estaba engañando a mi madre.- Abro los ojos impresionada, pero no digo nada.- Emma y yo lo supimos un día al llegar temprano de clases a casa, lo vimos con otra mujer. Él trabaja en una gran empresa junto a mi madre y esa mujer era su secretaria.

-¿Le dijeron algo a su padre cuando lo descubrieron?- Pregunto.

-Sí, entramos y lo sorprendimos, creo que los más sorprendidos eramos nosotros.- Ríe sin humor.- Él le dijo a su secretaria que se fuera y luego nos dijo que sólo fue una vez y que no volvería a suceder. Nosotros, como tontos, le creímos.

-¿Sucedió otra vez?

-Sí, yo los vi juntos cuando iba caminando cerca de la empresa de mi padre, además un día agarre su celular y vi muchos mensajes entre ellos que eran recientes.- Suspiro.- Emma me encontró actuando raro y me obligó a que le dijera. Cuando ambos supimos, acordamos hablar de nuevo con nuestro padre.

<<Cuando hablamos con él nuevamente no fue sincero, pero entendimos que no iba dejar a la otra mujer y le dijimos que le ibamos a contar la verdad a nuestra madre, pero él nos amenazó diciendo que si le decíamos, nos iba a mandar a un internado.

-¿Los amenazó?- Pregunto sorprendida y el asiente.- ¿Cómo su padre pudo amenazarlos?

Se encoje de hombros. -Él es así.

-¿Luego que sucedió?- Pregunto.

-Emma y yo no creímos que nuestro padre no podría hacer eso con nosotros, por lo que le contamos a nuestra madre. En lo que no pensamos era que no nos creería.- Alzo las cejas impresionada.- Ella dijo que no podía ser posible, que se amaban y nosotros estábamos inventando cosas.

<<Obviamente nuestro padre supo que le contamos y convenció a nuestra madre en llevarnos a un internado.

Nos quedamos en silencio y supe que la historia ya terminó.

-¿Cuándo vuelven a su casa los fines de semana no hablan con ellos?- Pregunto y el ríe.

-No sé si lo notaste, pero casi siempre pasamos los fines de semana en tu casa.- Me uno a su risa dándole la razón.

-Tengo otra duda.- Digo y Nate me mira fijamente.- ¿Por qué me contaste todo esto?

Deja de mirarme y parece estar pensando. Abre la boca para decir algo pero se retracta.

Niega con la cabeza y me mira nuevamente.

-Porque quería y quiero contarte cosas mías, para conocernos mejor.

No puedo evitar sonreír.

Nos levanto de la banca, Nate hace lo mismo y nos quedamos mirando.

-No sé si agradecerte por contarme todo esto, pero para mi es algo grande. Gracias.- Le digo cuando estamos frente a frente. Bueno, no tan al frente, tengo que mirar bien arriba.

-No es nada. Es importante para mi decírtelo.

-Y para mi es importante que me lo contaras.

Nos quedamos un momento en silencio, sólo mirándonos.

 -Creo que tengo que terminar de empacar cosas para la excursión.- Digo mirando la hora en mi móvil.

-Cierto, en una hora, ¿No?- Pregunta mirando su reloj.

-Sí, ahí nos vemos...- Digo como despedida.

Hay una tensión muy fuerte entre nosotros y para romperla, sin más, me atrevo. Doy un paso hacia él y le dejo un rápido beso en sus labios.

Sólo una presión de labios, pero eso provoca muchas cosas en mi cuerpo.

-Adiós.- Digo y me voy rápidamente.

Si eso me hace un beso así, ¿Que me provocaría algo más?

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Viviendo En Un Internado [Secuela De VCMH] [Editando]Where stories live. Discover now