AL FINAL DEL CAMINO「SS」|PAUSADA|

Pequeña inquietud

14

Pequeña inquietud.

Sakura parpadeó varias veces, aturdida, recuperándose poco a poco de la sorpresa inicial. Sintió como las piernas le fallaban un instante, rápidamente un nudo empezaba a formarse en su garganta, trayendo consigo un sentimiento nostálgico al ver a la persona que se encontraba ante sus ojos. 

Sus cejas se fruncieron tratando de contener las lágrimas fallando en el intento, sin aviso alguno se lanzó a los brazos de aquella persona, mientras un sollozo escapaba de sus labios.

—Tenía miedo que te hayas olvidado de mi... mala amiga —siseó abrazándola con fuerza, no le importaba el dolor en sus heridas tras aquel repentino movimiento. 

No podía asimilarlo, la persona que la protegió cuando era niña, aquella persona que le enseñó a defenderse, la cual le acompaño hasta el final en su pésima estadía en la preparatoria, aquella que le brindó su amistad, Ino, estaba frente a ella.

—Sakura... —alcanzó a decir en un hilo de voz. Correspondió el abrazo mientras su mirada se tornaba vidriosa, aclaró su garganta con la intención de disipar las ganas de llorar y alejó a su amiga con delicadeza—. ¿Qué te ha pasado? —Posó ambas manos en cada lado de sus mejillas, la examinó limpiando débiles lágrimas que humedecían su rostro—. ¿Quién diablos te hizo esto?

—Es una desagradable historia, no querrás saber.

—Estoy segura que eras tú la chica en el bar Muse.

Los ojos verdes de Sakura se explayaron de sorpresa, desvió la vista nerviosa tratando de no pensar demasiado en lo que ocurrió aquella noche.

Ino hizo una mueca al verla de esa manera, el día de ayer tenía un mal presentimiento y efectivamente, algo malo había ocurrido con su amiga. Se adentró al departamento tomando la mano de Sakura llevándola directamente a su habitación.

Una vez dentro, Sakura la observó intrigada, la expresión de su amiga era de total concentración, empezó a pasearse de un lado a otro mientras su dedo pulgar se posaba en su boca, se podía notar que trataba de descifrar algo. De repente, chasqueó los dedos tomando a Sakura por sorpresa.

—¿Acaso aquél hombre que te llevó en brazos te hizo esto? ¿Él te golpeó? ¿Te hizo daño? ¡Quién es, dime, lo mataré! —exclamó su amiga mostrando enojo en sus últimas palabras. Sakura por su parte se sorprendió aún más y se apresuró en aclarar la situación.

—N-No Ino, no me ha hecho daño... Al contrario, gracias a él las cosas no se tornaron peores...

Ino relajó el rostro al terminar de escucharla, al menos el hombre apuesto no la hizo daño. Recordó que por un momento pensó haber visto mal, anoche había bebido y cuando divisó un mechón rosa la hizo preocuparse al pensar en la mínima posibilidad de que se trate de su amiga; pero tenía dudas, Sakura no era el tipo de persona que rondaba por esos lugares.

—Entonces... ¿Quién te ha hecho todo esto? Mira tu rostro... está tan lastimado. ―Sus ojos azules la observaron con preocupación, le daba tristeza que su amiga tenga que afrontar todo tipo de cosas, no lo merecía.

—No lo conozco en realidad, pero todo empezó cuando en la universidad descubrieron que mantengo una beca. —Sakura observó la expresión de su amiga, mantenía una mueca de total desagrado, la conocía, estaba furiosa.

La rubia observó a su amiga con mucha impotencia, sabía a la perfección todas las cosas que Sakura había pasado en su vida, después de haber perdido a sus padres, lo menos que quería era que siga teniendo una estadía miserable en su ámbito educativo. Su amiga ya tuvo suficiente con toda la porquería de la preparatoria, pese a que llegó a ayudarla no podía protegerla del mundo, de todas las personas huecas que adoraban molestarla; y ahora, saber que en la universidad llegaron a ese extremo, no podía tolerarlo.