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Oh, dios...–Gimió Lauren una y otra vez, introduciendo dos de sus dedos en su sexo, mientras que con su otra mano masajeaba sus redondos senos y arqueaba su espalda de placer.

Camila se encontraba completamente atónita y excitada en el balcón observando a su vecina.

El pequeño balcón de ambas quedaba a la par, por lo que se podía ver claramente lo que hacía una y lo que hacía la otra en su habitación. Y como todos los martes, Camila vio y escuchó a su vecina dándose autoplacer.

OH... CAMILA–gimió Lauren nuevamente, esta vez mucho más fuerte.

Camila abrió sus ojos como platos al escuchar su nombre salir de los labios de su vecina, y apretó sus muslos intentando controlarse.

Los gemidos de Lauren continuaban, y eso aumentaba mucho más la humedad en la entrepierna de Camila.

Finalmente Lauren llegó a su climax, estremeciéndose en su gran cama, arqueando mucho más su espalda y soltando un gran gemido mencionando nuevamente el nombre de Camila.

Luego de unos segundos calló en la cama, completamente desnuda, dejándole ver sus increíbles curvas a Camila, la cual corría cada parte de su cuerpo con la mirada.

Lauren ya sabía que Camila la estaba mirando. Sabía que ya con esta era la quinta vez que la "descubría" masturbándose.

Se sentó como pudo en su cama y rápidamente miró a Camila, dándole un guiño y una sonrisa pícara.

Camila al caer en cuenta de lo ocurrido se levantó y corrió a su habitación, no sin antes cerrar las cortinas de la puerta de vidrio.

¿Qué hice? Me ha descubierto?–Susurró nerviosa caminando por su habitación.

Por otro lado, Lauren sonrió victoriosa. Si continuaba haciendo eso, Camila caería a sus pies. Después de todo Camila no podía ser tan "heterosexual". No después de excitarse cada vez que veía a su vecina dándose auto placer cada martes en la noche.

*     *     *     *     *

Al otro día...
1:14 pm

Camila se detuvo en su camioneta frente al gran edificio donde vivía su misteriosa y caliente vecina de balcón. Pensó mil veces en entrar y dejarle algún mensaje bajo la puerta o hablarle directamente, pero no tuvo el valor, por lo qué pasó el edificio y se estacionó frente al edificio donde ella vivía.

Al llegar a la puerta de su apartamento vio una pequeña nota bajo la misma, la cual decía:

"Hola Camzy. Sal a tu balcón a las ocho. Quiero hablar contigo. Te espero.  
Att. Lauren (tu vecina caliente)"

Camila sonrió apretando la nota, miró hacia ambos lados y se adentró a su apartamento.

*     *     *     *     *

Camila, algo temblorosa caminó a la puerta del balcón, se asomó por un extremo de la cortina y pudo ver a Lauren fumando en el balcón mientras miraba hacia un lugar desconocido.

Tragó hondo y deslizó la puerta. Lauren notó que Camila había salido y sonrío dándole una calada al cigarrillo.

–Vaya, eres obediente.–Río botando el humo de su boca mientras tiraba las cenizas del cigarrillo por el balcón.–Eso me gusta.–Su voz sonó más rasposa.

Camila dio dos pasos hasta llegar a la baranda y se arrinconó.

¿No hablas preciosa?–Dio una larga calada al cigarrillo.

¿Qué quieres?–Preguntó Camila completamente seria sin mirar a Lauren.

Lauren sonrió al ver las actitudes de la morena y negó con la cabeza. Soltó el humo que tenía y tiro el cigarrillo por el balcón.

¿Qué quiero preciosa? Más bien que quieres tú...–Señaló a Camila.–Sé que no es la primera vez que me descubres masturbándome Camz. Y vaya... ayer me descubriste haciéndolo a tu nombre.

Yo... ehhmm...

Shh, tranquila. Sé muy bien que tú te mueres por mí al igual que yo por ti. Llevamos viviendo en este mismo lugar durante años y ni yo me resistiría a ti ni tú a mi.–Camila rodó los ojos y miró a otro. Lauren comenzó a intentar llamar la atención de Camila tocando su propio cuerpo.–¿O acaso te resistes a esto?

Camila la miró, relamió sus labios y negó con la cabeza. Era obvio que se moría por su vecina. Era obvio que quería ser devorada por ella. Era obvio que quería gritar de placer por esa maravillosa mujer.

Entonces... ¿vienes tú o voy yo?–Sonrío pícara.

Hoy no Lauren.–Lauren alzó una ceja.–Mira, mañana cuando salga de mi trabajo compro unas bebidas y voy a tu apartamento, ¿si?

Hmm me parece bien.–Mordió su inferior.–Nos vemos mañana Camzy.

Camila se quedó mirándola detenidamente hasta que cerró las cortinas y desapareció.

Entró a su habitación y se recostó en su cama. Pasó su mano por su entrepierna y la misma estaba húmeda.

Los efectos Jauregui eh. Vamos a ver que pasará mañana mi vecina caliente–Susurró mordiendo su labio inferior.

Continuará... :')

Vecina Caliente; CamrenWhere stories live. Discover now