El Viaje

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La decisión de aceptar un nuevo empleo, era para mi esposo algo lejano puesto que Dylan y Demian estaban en su ultimo año y ambos ya estaban organizando su futuro universitario, enviando solicitudes y estudiando algo extra. Sin embargo, cuando lo comento en la cena de aquel miércoles, los tres estuvimos maravillados con la noticia y en el mismo momento hasta los dos adolescentes empezaron a hacer planes de lo que podrían hacer en Alemania.

Era todo muy complicado, si. No se trataba solamente de mudarnos de Estado sino que ya se trataba de mudarse a otro país, a otro continente. Aun así, los chicos estaban emocionados y yo también, claro que antes de dormirnos, Thomas y yo nos pasamos como dos horas mas hablando a solas de la oferta y de nuestras posibilidades para hacer tremenda maniobra de mudanza.

-Irnos significaría aplazar la universidad de los chicos por al menos, un año... -Dijo Thomas desde el baño mientras se cepillaba los dientes y yo, acostada en la cama buscando algo que ver en la tele, tan solo lo escuchaba- ¿Y que tal si luego me ofrecen quedarnos un tiempo mas? Todo el trabajo para hacer, puedo que nos lleve tiempo y estar en otro país nos complicaría las cosas, los niños aquí tienen ya planes, amigos, hasta seguramente tienen sus novias.

-Cariño, los chicos ya están haciendo prácticamente sus maletas, mueren por conocer Amsterdam y te aseguro que lo de aplazar la universidad por al menos un año, no puede afectarlos. Quiero decir... yo lo hice... Bueno, no es que haya echo una carrera universitaria, pero me llevo tiempo saber que quería hacer de mi vida-le dije viendo ahora como se colocaba la remera para dormir y cuando me miro, supe que aquello no había funcionado- Ademas, nada nos asegura que ellos no quieran comenzar a estudiar allí mismo, ya sabes como son.

-¿Extrañamente nerds?

-Si, como tu... 

En eso Thomas no pudo decirme nada, sabia que nuestros hijos eran muy distintos entre si, pero se parecían mucho al momento de interesarse por la historia y tenían pensado estudiar juntos. Si bien le costo una semana mas decidirse por completo, cuando llego a casa con la noticia de que ya teníamos fecha de viaje, Thomas estaba mas que seguro con todo aquello, y toda la familia comenzó a organizarse. Aunque claro, yo ya tenia ciertas cosas en vista previa para aligerarme algo el trabajo. ¿Que clase de madre seria si no lo hiciera?

Ya había hablado con mi hermana y habíamos acordado que ella se encargaría de la casa dos o tres veces por semana, la visitaría y así no parecería abandonada. También me encargue de buscar la forma de trabajar en el Catering sin estar presente y eso lo lograría gracias al Internet. Prepararía con las dos semana de anticipación que tenemos al evento, un menú especial completo y se lo enviaría a Marcos, quien me reemplazaría como jefe de cocina por ese tiempo y también me encargaría de los stock semanales vía mail. Tenia todo solucionado. Ahora bien: comenzaba la tarea complicada.

Primero tendria que ir a la escuela de los chicos para anunciar el viaje ya que se encontraban a mitad de año y tendria que buscar una forma de que acaben sus estudios, en eso me ayudo mucho el director pues tenia muy buenas referencias de mis dos hijos en lo que a educación respecta ya que fuera del aula, ambos eran algo complicados. Dylan se la pasaba de broma en broma hasta con los profesores y en varias ocasiones había estado citada por eso, y en cuanto a Demian, pues era un activista de corazón y cada que podia con su grupo a lo Greenpeace, hacía reclamos en la escuela alborotando a todos. Y terminaba también citada por su causa.
Sin embargo, jamas habían desaprovado una materia y hasta a veces daban cátedra a algunos alumnos de años más bajos en la biblioteca. ¿Qué había hecho para tener hijos asi? No me lo pregunten, son los genes de Thomas seguramente... Pero si, más orgullosa de ellos no podía estar.
Luego de pasar por la escuela llegué a casa y recorrí cada una de las habitaciones anotando todo lo que sacaría de cada una para llevar en el viaje. Las maletas, las pilas y pilas de libros de la biblioteca que yo ya sabía, Thomas se lleva a todos lados; recuerdos familiares que necesitaría en la casa que tendríamos por ese tiempo en Alemania, y algunos que otros muebles muy pequeños que me costaba dejar y que tenía entendido, también necesitaríamos debido a que la casa que nos brindarían, estaría solamente amueblada con los más necesario. Cocina, heladera y tres camas, dos armarios y nada más que eso.

Para cuando los niños llegaron (entiendan que para mí lo siguen siendo) me encontraron en medio de la sala con cajas anotando con marcador cada cosa que tendrían y que algunas ya estaban embaladas. Sabía muy bien que faltaba para el viaje, todo aquello inclusive seguramente viajaría uno o dos días después que nosotros pero yo me conocía y sabía muy bien que acabaría volviéndome loca a último momento. Los chicos comenzaron a buscar en sus habitaciones qué llevarían con ellos luego de que los torturara pudiéndose y para cuando llegó Thomas, teníamos en la cochera algunas de las cajas que se irían con nosotros a Alemania.

El día había llegado más rápido de lo que llega un cumpleaños no deseado. Sin darnos cuenta estábamos madrugando para un viaje en avión a las 4 de la mañana, viaje que nos llevaría aproximadamente unas diez horas. Personalmente, aquel viaje significaba demasiado para mi, era algo que solamente al momento de subir al avión me di cuenta, era lo que me faltaba. Viajar, tomar otra aventura por mas grande que ya sea, conocer otro espacio, conocer otra historia, lo mas fascinante de todo aquello, era que sin saberlo, estaba camino a conocer mi historia...

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