Epílogo

1.1K 204 27
                                    

Cinco años después

Ambos chicos corrían a la orilla del riachuelo que recorría parte de su propiedad. Al fin cumplían su sueño de vivir un poco alejados de la gran ciudad y poder conectarse con la naturaleza.

Aún tenían la floristería, pero ahora la mayoría de flores eran cultivadas por ellos, a excepción de algunas que se daban en lugares específicos del planeta.

Su vida era tan tranquila. Oír los pajarillos por las mañanas, escuchar como el agua fluye por el riachuelo, el olor de las flores en las mañanas, la grata compañía y un buen café era parte de la vida diaria de ambos chicos.

—YoonGi, ¿me amas?
—Claro, te amo muchísimo. ¿Por qué me lo preguntas?
—Últimamente pienso que quizás serías más feliz con otra persona, tal vez... formando una familia, ya sabes... hijos...
—Tú eres mi familia, solo te necesito a ti, no dejes que esos pensamientos llenen tu linda cabecita. Soy feliz junto a ti y te amo profundamente, además eres lo mejor que me ha ocurrido en esta vida.

No fueron necesarias más palabras, JiMin soltaba lágrimas que eran rápidamente limpiadas con delicadeza por el mayor. Se observaron atentamente para fundirse en un beso lento, rozando sus labios con parsimonia, disfrutando de lo bien que encajaban sus labios con los del otro. Sintiendo como si miles de fuegos artificiales fueran lanzados en sus estómagos, se conocían hace años e incluso ya llevaban casi cuatro años de matrimonio, pero la sensación al besarse era la misma, el sentimiento se mantenía y cada día crecía más y más.

Si bien ambos tenían una vida soñada en sus corazones deseaban poder compartir con un pequeñín lo que tenían, entregar amor a los más desvalidos. YoonGi había averiguado hace algunos días atrás sobre la adopción e incluso visitó uno de los orfanatos más grandes de la cuidad y fue ahí donde su corazón sintió un remezón, fue la señal de que ahí estaba la personita que formaría parte de sus vida; claro... si JiMin quería eso, tan solo quedaba preguntarle que opinaba al respecto?

—JiMin... ¿crees que sería buen padre?— preguntó de la nada YoonGi.
—Claro amor, eres un poco serio en ocasiones pero de seguro serías increíble como papá, eres muy dulce.
—Me preguntaba... o sea... ¿qué piensas de la adopción?
—Es hermosa... una persona que no tiene lazo sanguíneo amando a un pequeño como si fuese parte de él, sin duda es un gesto de amor, y del más puro.
—Entonces... ¿estás listo para ser padre?— inquirió lleno de dudas el peliblanco.
—Creo que jamás lo estaría... pero de seguro daría lo mejor de mi.— sonrió JiMin, pero tras un momento analizó con cuidado las palabras de YoonGi. —¿¡ESTÁS PENSANDO EN ADOPTAR!?
—Eh... sí, creo que sería lindo entregar amor a alguien que nos necesita... de hecho... el miércoles pasado fui a uno de los hogares para menores y conocí a una niña... JiMinie considera la posibilidad por favor.
—No debo considerar nada YoonGi.— hablo con seriedad el menor, quien al ver la cara de angustia que tenía su esposo cambio a una bonita sonrisa; aveces le gustaba bromear a su marido. —¿cuándo podemos ir a visitar a la pequeña?

Varios meses trascurrieron y con ello el tiempo de llevar a su hija a casa estaba muy cerca; estaban tan emocionados que la noche anterior a la adopción no pudieron dormir, se pasaron toda la noche hablando de como sería su futuro junto a YangMi, sobre los cuidados que le darían su pequeña princesa y una infinidad de otras cosas, realmente estaban felices.

Cuando al fin la niñita estuvo en casa observó con asombro la bonita y pintoresca casa de sus ahora padres, pero lo que captó su completa atención fue el jardín, corrió hasta el y fue admirando todas las flores y árboles que tanto amaban sus papás.

—Siempre fue nuestra hija, ¿verdad amor?— susurro JiMin con lágrimas en sus ojos.
—Sí, solo que debíamos encontrarla.— mencionó YoonGi mientras entrelazaba sus dedos con los de su esposo, regalándole pequeñas caricias tranquilizadoras.

De pronto la pequeña traía una florecilla en sus manos, dispuesta a preguntar algo, pero al ver llorar a JiMin se preocupó.

—¿Por qué lloras papito?
—Estoy muy feliz de que al fin estés con nosotros, cielo.
—También estoy feliz.— sonrió con sinceridad la chiquilla.
—¿Qué traes ahí cariño?— preguntó YoonGi con curiosidad.
—Encontré una ramita con un capullo de rosas abandonado...
—¿Vamos a plantar a esa pequeña junto a los demás rosales?

Y así fue como ese pequeño capullo fue puesto entre dos hermosos rosales y creció elegante, hermoso, grande y fuerte.

❃ ❃ ❃

YangMi: origen coreano y significa “rosa”.

Aura floralWhere stories live. Discover now