Aura floral

Verónica

—Si, acepto.

Una lluvia de aplausos se escucho en la bonita sala en la que llevábamos acabo la ceremonia; miré los tiernos ojos de JiMin y me acerque para besarlo con dulzura, sellando así nuestro pacto eterno, desde este día nuestras vidas estarían unidas por siempre.

La música era suave, armonizando perfectamente con la tenue brisa que corría libre entre las flores del lugar. Habíamos decidido llevar a cabo la recepción en un precioso campo lleno de múltiples florecillas, un lugar simplemente maravilloso y mágico.

Durante la mayor parte de la velada estuvimos siendo “acosados” por nuestros familiares y amigos que no paraban de felicitarnos y aconsejarnos sobre la nueva etapa que comenzaba.

Cuando al fin pude dar con tu paradero te lleve afuera de la gran tienda donde se llevaba a cabo la celebración, para conversar y compartir unos minutos juntos.

—¿Me está raptando sin permiso de mi esposo?
—De seguro su marido no tendría problema.
—Mi amado esposo es un chico muy celoso.
—Puede ser... pero se de buena fuente que también sabe que usted es una persona muy fiel.— sonreí y lo llené de besos en todo el rostro. Sus bonitos ojos resplandecían y brillaron cuando puse una pequeña verónica en la solapa de su traje.

Prometo ser fiel ante nuestro pacto y el amor que siento por ti, estar contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte nos separe. Te amo infinitamente, JiMinie.

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Floriografía: fidelidad.