En Manos Desconocidas (Libro En Físico)

Parte 27

Hoy por fin entraré a clases, no puedo negar que extrañaba mucho volver al colegio ya que estar en casa todo el tiempo hace que mis fantasmas amenazen por salir. Y eso que pongo todo de mí para olvidar aquellas cosas que me hicieron sentir del todo como si no importara.
Bien es verdad que debo olvidar algunas cosas pero lo recuerdo constantemente con mis pesadillas.

Ya he llegado al aparcamiento del colegio y Evan me desea un feliz día. Siempre quise que mi padre hiciera eso de llevarme al colegio y me deseará un buen día, pero no. Los buenos días que recibía eran golpes o violación. Algo lo cual yo no merecía. Yo no merecía pasar por tanto, yo no merezco que me traten como a una basura, yo merezco vivir la vida de un adolescente normal. Salir a fiestas, tener una relación, hacer pijamadas.

En fin un sin números de cosas que haríamos las chicas de mi edad pero que no podemos por la tal razón de que alguien ya a decidido hacernos nuestro diario vivir. Alguien más decidió por nosotros, alguien más decidió que yo debo vivir mi vida entera atormentada.

Me adentro al colegio para así comenzar mi jornada de clases pero no recuerdo que aula me ha tocado así que me encamino a la dirección para así orientarme de cual será mi aula.

-Buenos días -sonrio con timidez.

-¿Que te trae por acá? -me pregunta la directora con una gran sonrisa.

-Es que no recuerdo que aula me ha tocado ¿Podría indicarme cuál es? -añadí.

-Si, por supuesto. Vamos te llevaré hasta tu aula -sonríe grandemente.

Mientras caminamos no sé por qué siento la gran sensación de que alguien me observa, de que alguien camina tras mío pero cuando volteo veo que no hay nadie. Me estaré volviendo loca, seguro es la tensión de todo lo que me pasó hace unas semanas.

Llegamos al aula luego de caminar por el largo pasillo. Hasta podría decir que me cansé un poco. Me hace una seña para que pase y todos los acá presentes se quedan viéndome como si fuese una extraterrestre.

-Ella es su nueva compañera de clases Karina, espero que la hagan sentir como en casa -me presenta la directora y siento como mis nervios de alteran cuando dice la palabra "Como en casa" me pone nerviosa y con ganas de salir corriendo cada vez que recuerdo lo que me pasó en aquel lugar pero bueno ya debo ir superando todo lo malo del pasado.

Mirando a los ojos de cada uno de mis compañeros se que no será fácil pero haré mi mejor esfuerzo.