Parte 13

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Aún pensando en lo que podría hacer o en las miles de excusas que podría inventarme siento un toque en mi hombro que me sobresalta.

-Tranquila, sólo soy yo -dice Mariel con expresión preocupada por mi reacción. Tomando un mechón de su cabello que cayó a su rostro, lo envuelve entre sus dedos y lo pone tras su oreja- ¿Estas bien?

-Si, yo... -susurro sin saber que responder ya que me ha agarrado totalmente desprevenida. Pero cuando comienza a hablar comienza a relajarme y la tensión en mis hombros va desapareciendo de a poco.

-Mira se que estas nerviosa por el trabajo que nos han mandado. Y más aún que vayas a trabajar con mi hermano. ¡Ni yo misma lo puedo creer! -expresa con grandes ojos. Pero a continuación se relaja y coloca una mano sobre la mía con el objetivo de calmarme, pero sus siguientes palabras lo unico que logran es que un nudo se forme en mi garganta- Sólo se tu misma como lo has sido siempre y todo terminará más rápido.

-Tienes razón. Sólo ser yo misma -mumuro la última parte sintiendo un gran pánico formarse en mi interior. Nadie nunca ha conocido mi yo verdadero, ni siquiera Mariel. Por que conocer mi verdadero yo seria conocer lo que en verdad sucede dentro de mi hogar y eso no puedo permitirlo jamás.

Al instante suena mi móvil rompiendo el silencio que se ha formado. Busco dentro de mi bolso y atiendo. Ojala no lo hubiera hecho.

-¿Dónde estas? -escucho la enojada voz de mi madre. Claro que con ella nunca sería, ¿cómo fue tu día? ¿qué tal estás? Desde hace varios años que han dejado de serlo.

-Estoy en casa de Mariel. Me quedaré a dormir -respondo rogando para mis adentros que me lo permita.

-Por supuesto que no, vendrás ya mismo a casa tenemos algo que hablar -me grita haciendo que los nervios vengan a mi.

-¿Qué sucedió? -digo confundida.

-¡Ven ya mismo! ¡Obedece o ya sabes lo que te espera! -grita antes de que me cuelgue.

Mariel me mira confundida mientras aún sostengo mi celular y siento que mis lágrimas comenzarán a salir, algo me dice que nada bueno está sucediendo. O mejor dicho que nada buena sucederá una vez que cruce las puertas de mi hogar.

- ¿Que a pasado? ¿Por qué esa cara? ---me mira Mariel preocupada.

-Te juro que no tengo ni idea. Debo irme. Dile a Shane que hablaremos mañana -tomé con rapidez mi bolso para luego irme de allí y caminar lo más rapido posible a mi casa y preguntándome que habrá sucedido

Al llegar a casa siento un escalofrío recorrer toda mi piel y eso me hace dudar en abrir la puerta pero si no entro a casa mamá se enfadara aún más. Al entrar a la sala puedo verla sentada en el sofa junto a la chimenea con una expresión que me revuelve el estómago. Pero respirando hondo me acerco.

-Hola mamá llegue en cuanto pude, ¿qué sucede? - pregunto con voz entrecortada debido al cansancio.

-¿Qué sucede? Te atreves a preguntar qué me pasa, nunca pensé que fueras tan descarada -responde furiosa poniendose de pie.

-No se de lo que hablas -digo con voz temblorosa.

-Tu padre me dijo que te quedas tanto en casa de Shane por qué tienes una relación con él -grita aún más fuerte. Incluso podría jurar que saliva llegó hasta mi rostro.

-Eso no es cierto, yo no estoy con él -digo desesperada esperando que me crea. No puedo creer que mi padre le haya hecho creer semejante cosa haciendome quedar como uba cualquiera.

-Jamas he dudado de tu padre y no comenzare ahora -me toma del brazo con fuerza- Seguro que tu amiguita lo sabe todo. ¡Eres una zorra por abrirte de piernas!

-No, no es así estás equivocada  -lloro.

-Me seguirás mintiendo -me da una bofetada.

Ella nunca había hecho eso y aquí acabo mi paciencia son muchas cosas las que aguanto y ella solo viene a gritando como si ese ser llamado "Padre" tuviera razón.

-¡Ya basta! ¡Tienes que saber la verdad sobre mi padre! -grito sin parar haciendo que me suelte.

-¿De que hablas?

-¡El me ha violado y abusado de mi todos estos años! ¡En cada sentido de la palabra! ¡Ya no puedo soportarlo más! -enormes lágrimas caen de mi rostro sin poder evitarlo.

-¿Que haz dicho Karina? Eso no puede ser, tu padre sería incapaz de hacer tal cosa -me mira desconcertada.

-¡Es verdad! ¡Mira lo que me ha hecho! -quito mi suéter para mostrárle mis moretones por causa de los golpes que me da cada vez que me resisto- ¡Esto es lo que hace a diario! ¡Por favor, ya no lo resisto! -sollozo.
Se queda en silencio pensando y mirándome sin saber en que creer. Luego sacude su cabeza para adoptar la expresión que tenía hace unos minutos.

-No te creo -sus palabras me rompen el corazon- El no haría tal cosa. Es esa relación que tienes con Shane, seguro que es un abusivo. Más vale que te alejes de él por que sino puedo hacer que termine en la cárcel.

-No puedo creer que no me creas. Se supone que soy tu hija, que me proteges. Pero ya veo que no es asi -corro hasta mi habitación y recojo mis cosas lo más rápido que puedo.
Haré lo que debí hacer hace mucho tiempo: irme de aquí.

Salgo corriendo y ella trata de detenerme, pero la aparato de mi camino y salgo corriendo de esa casa.

En Manos Desconocidas (Libro En Físico) Where stories live. Discover now