15

12.8K 894 1.9K
                                    

¿DUELE MUCHO, BEBÉ?

          Desde que las noticias de última hora sobre anoche habían comenzado a reproducirse en los medios de comunicación, Namjoon las había seguido religiosamente. Si no era través de algún iPod o televisión era con su ordenador o móvil; revisando constantemente los titulares y secciones relevantes para intentar encontrar lo que buscaba. No era la primera vez que seguía el hilo de los noticiarios por alguna historia en particular, pero nunca los había comprobado de forma tan asidua como ahora. En esta ocasión se trataba de algo diferente, algo mucho más personal que todos esos trascendentales eventos ocurridos hace unos años, porque esto era trascendental para él. De un modo posiblemente permanente. Por eso no parecía ser capaz de parar de comprobar toda fuente de información que encontraba a su paso una y otra vez, aunque eso le estuviera volviendo loco. Sin embargo, Namjoon sabía que, de todos modos, no podría concentrarse en su trabajo cuando había ocurrido algo tan masivo como esto.

          Se había producido un ataque en un casino de Singapur, un atentado actualmente etiquetado como terrorista por las principales fuentes de información del país. De acuerdo a los reportajes publicados hasta el momento un grupo de hombres armados abrieron fuego sobre los clientes del interior, disparando de diestro a siniestro y causando un caos en las masas. El número de atacantes no había sido definido todavía, pero sí que se habían confirmado un mínimo de treinta y cinco muertes y cerca de un centenar de heridos, de los cuales un considerable número se encontraban en una situación de extrema gravedad. Y, aún así, todavía no se había publicado la información de los fallecidos, tan solo detalles sobre la localización. No se trataba de un casino cualquiera, sino del imponente Mono de Oro, por supuesto. El establecimiento poseído por Haedogje Pa justo al cual sabía que habían acudido El Chico y Taehyung a lo largo de la noche anterior después de abandonar el país. Si ese no era el peor tipo de información de la cual ser conocedor, Namjoon no supo qué podría serlo. De lo que sí estaba seguro era que esperar resultaba incluso más doloroso y una parte de él no estaba del todo segura sobre si hubiera preferido no ser consciente de que Taehyung estaba en Singapur o si tenerlo presente resultaba mejor; si le serviría para prepararse ante un posible golpe.

          Ahora mismo se encontraba tomándose un ligero descanso, dando vueltas alrededor de la sala del personal situada en la planta baja de la comisaría. No le interesaba el café recién hecho o charlar con los otros dos agentes que ahí se encontraban, sino la pequeña televisión suspendida en una de las esquinas del techo. Estaba colocada a una considerable altura sobre un soporte anexionado a la pared y siempre mostraba alguno de los numerosos noticiarios de alguna cadena informativa. Namjoon no había retirado los ojos de la pantalla, observaba una y otra vez la repetición de la mismas imágenes en bucle sin parpadear. En los últimos veinte minutos se habían mencionado varias hipótesis superficialmente, siempre centrándose y volviendo al 'tiroteo de Singapur', como había sido bautizado. El vídeo más popular parecía ser la entrevista con una testigo del desastre, una más bien atractiva extranjera que claramente parecía estar de vacaciones cuando se desató la carnicería.

     –Había muchos hombres –afirmó el traductor por encima de la mujer. Su tono era plano e impersonal en contraste a los frenéticos gestos de la chica que mostraba la pantalla. –Llevaban trajes y armas. Abrieron fuego en uno de los balcones y después la cosas se fueron de las manos. Creo que otros hombres comenzaron a contraatacarles, no sé si los de seguridad o sus rivales. Puede que fueran gangsters o algo así. O capos de la droga –el reportero le preguntó a la mujer cómo se sentía y Namjoon casi pudo murmurar su respuesta a la vez que ella tanto en coreano como en inglés. –Aterrorizada, absolutamente aterrorizada.

         Cerró los ojos y dejó escapar su aliento en un suspiro cansado. Habían pasado bastantes horas desde la puesta de sol cuando recibió la información por parte de Sungah; sobre como estaba pasando algo con El Chico y Taehyung, algo digno de atención. Su compañera había estado vigilando de una forma más bien peligrosa el edificio de apartamentos de Gangnam-gu en una autoimpuesta noche de trabajo y decidió arriesgarse a seguir el vehículo con el que abandonaron el complejo. A diferencia de Hoseok tuvo suerte y consiguió rastrearles hasta el aeropuerto sin incidente alguno y, a partir de ahí, comenzó a fisgonear, acabando con una serie de tomas borrosas de Taehyung y Jeongguk antes de que despegaran en el avión privado hacia Singapur. La última vez que un miembro del equipo avistó con vida a Taehyung fue al atravesar los controles de seguridad del aeropuerto y ahora mismo no sabía qué pensar sobre la situación actual.

HOUSE OF CARDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora