🍁18.

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Liz POV

Alison amaba los escenarios, su mayor sueño siempre había sido debutar como protagonista, algo que muy pocos logran, pero ella, ella lo había logrado. Sin embargo, sabía perfectamente que detrás de aquel sueño ella tan solo quería lograr que su madre finalmente estuviera orgullosa de ella...

No conocía demasiado a Marta, pero lo poco que pude tratarla fue suficiente, es una mujer fría, dura, sabe perfectamente lo que quiere y no le importa aplastar a cualquiera que se cruce en su camino.

Era el día del estreno de su obra y las ultimas semanas habían sido extrañas. Por un lado, su decisión de dejar su carrera por quedarse a cuidar a Sebas me desconcertaba y cada vez que tocaba el tema ella lo evadía diciendo que la decisión estaba tomada, pero mi preocupación era que Ali pudo tomar una decisión tan drástica por las razones equivocadas.

― Shhh mi amor debes dejar que mamá descanse ― eran las dos de la mañana y Sebas lloraba mientras yo trataba de calmarlo.

Sebas era relativamente tranquilo, dormía la mayor parte del día y en la noche no molestaba más de dos veces, algo que sin duda agradecía, pero había elegido el peor día para despertarse más de tres veces llorando, como había acordado con Ali la noche anterior yo sería quien se levantara a calmarlo, pero al parecer nada ayudaba.

Finalmente, me acomode en la mecedora que mi madre nos había regalado y Sebas pareció calmarse. Era increíble tenerlo entre mis brazos y más aún saber que ya tenía 4 meses. El tiempo pasa demasiado rápido, pero lo que me calmaba era saber que había disfrutado al máximo de aquel tiempo. Cada paso que habíamos dado había sido aterrador, pero con el tiempo las cosas parecían mejorar y encontrar su punto de equilibrio.

Mire detenidamente su rostro y no pude evitar sonreír, no importaba lo cansada que estuviera ni que en cualquier momento podía quedarme dormida, lo único que importaba en aquel momento era observarlo.

― Parece que por fin se cansó ― decía Ali entrando a la habitación

― Ay dios, te juro que no sé qué le pasa, sé que debes descansar para mañana y...

― Esta todo bien, tampoco tengo muchas ganas de dormir, deben ser los nervios supongo ― susurraba desde el marco de la puerta

― Lo harás bien, he visto los ensayos y la obra es impresiónate amor

― Solo quiero terminarla y todo mejorara ― decía algo desanimada y no entendía el porqué de aquello, normalmente Ali era la más entusiasmada con su trabajo, pero aquella chispa parecía haberse extinguido y de verdad me preocupaba.

― ¿Qué sucede Ali? ― le pregunte aun mirando a Sebas.

― No lo sé, en serio no lo sé Liz, te veo ahí con nuestro pequeño entre tus brazos y siento que es el mejor regalo del mundo, pero ir al teatro y eso... no sé qué pasa.

― Amas actuar, amas cantar, amas ese mundo perdona si no logro comprender lo que estas sintiendo ahora y te voy a decir una cosa... no quiero que tomes decisiones por culpa

― ¿Cómo?

― Siento que haces esto para que yo pueda volver al trabajo y no porque en realidad es lo que deseas. No me mal entiendas sé que amas a Sebas, dios mío Ali este niño es tu perdición, pero no creo que debamos renunciar a algo solo porque él llegó a nuestras vidas. Un hijo no debería ser motivo para que dejes de lado lo que amas, porque sé que amas actuar, que amas subirte a un escenario... así que por favor dime que lo que piensas hacer es porque realmente lo quieres, no por otra cosa.

Cuando pensaba en los momentos difíciles los veía tan lejanos, tan lejos de lo que ahora éramos, así de lejos como el otoño, pero eso no evitaba que olvidara la sensación, la angustia, el temor y todo lo que habíamos tenido que vivir.

Hojas de OtoñoWhere stories live. Discover now