🍁5.

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Alison POV

Liz había crecido en la típica familia en la que el amor y la comprensión eran la base de su relación, sus padres llevaban más de 30 años casados y habían tenido 3 hijos, Esteban el mayor que ahora era teniente en el ejército, Liz la de en medio y su hermana Paula.

Cuando conocí a su familia quede admirada, nadie podía ser tan feliz, pero al parecer ellos lo eran, jamás pensé que me fueran a aceptar tan rápidamente, pero me alegro que hiciera, ellos tan solo querían la felicidad de Liz y fue por ello que me convertí en un miembro más de su familia.

Sin embargo, las cosas estaban algo tensas, la madre de Liz sabia de nuestros problemas y entendía perfectamente que me culpara, yo lo hacía ¿Por qué alguien mas no lo podía hacer?

― Mamá dijo que llevemos algo para tomar ― dijo Liz sacadme de mis pensamientos.

―Si claro, hay una tienda más adelante

Llevábamos en el auto cerca de veinte minutos, ninguna de las dos había dicho algo solo el sonido de la radio nos mantenía alejadas del incómodo silencio.

Mientras más nos acercábamos a la casa mis nervios crecían con rapidez. Iba a casa de mis suegros a decirles que su hija está embarazada y sus madres luchan con todas sus fuerzas para salvar su matrimonio ¿sencillo verdad?

― Bueno llegamos ― dije deteniéndome frente a la casa.

― Si, bueno...todo irá bien ― sujeto mi mano y yo la mire de inmediato

― ¿Eso crees?

― Vamos, seamos positivas por una vez en la vida

― Tu eres la positiva ― decía mientras bajábamos del auto ― yo soy la realista, la gruñona

― Eres positiva Ali solo que a veces necesitas un empujón

― Quizás ― suspire y Liz se acercó a mí ― ¿Qué sucede?

― ¿Por qué lo dices? ― pregunto regalándome una pequeña sonrisa

― Estas mirándome ― dije confundida

― Bueno si ― se encogió de hombros ― te miro Ali.

¿les he contado sobre lo poderosa que es la mirada de Liz? Bueno es espectacular, tiene los ojos color avellana, la verdad cambian dependiendo del sol o de cómo se siente y en ese momento sus ojos brillaban. Quizás era el sol o que se yo, pero se veía increíblemente hermosa.

¿Cómo había podido olvidar lo hermosa que era?

Me lo preguntaba cada día, por algún tiempo había olvidado verla, fijarme en la increíble mujer que tenía a mi lado y es que me había acostumbrado tanto a su compañía que ni siquiera me detuve a pensar que pasaría si ella se marchaba.

― Estás hermosa ― susurre colocando mis manos en su cintura.

― Gracias ― sonrió.

Sonrió, lo hizo ahí estaba ella sonriéndome y créanme aquello era lo más hermoso que había visto en mucho tiempo.

― Hagamos esto ― le dije dejando un beso en su mejilla ― podemos hacerlo.

― Podemos ― asintió y comenzamos a caminar hacia la casa.

Damos por sentado un millón de cosas, yo por mi parte lo hacía daba por sentado mi vida tal y cual era, no había espacio para un pequeño cambio y es que me asustaba pensar que algo podía cambiar mi perfecta visión de un futuro grandioso al lado de Liz. Daba por sentado mi salud, mi trabajo, el amor.

Hojas de OtoñoOnde histórias criam vida. Descubra agora