-Dieciocho-

2.2K 263 51
                                    

Me separé de Hoseok, rápidamente. Nuestros labios estuvieron pegados una décima de segundo, y en cuanto sentí que Hobi comenzaba a mover sus labios supe que todo era real y no era un mal sueño. Le miré, desconcertado. Él, en cambio, me mostró una mirada amarga y triste, como si le hubiese dejado una sensación agria o le hubiera hecho daño. Sus labios comenzaron a temblar y sus ojos a volverse cristalinos. Mi mirada bajó hasta su dedo meñique izquierdo, de donde colgaba un hilo rojo semitransparente. Sentí alivio al saber que seguía ahí, que no se había roto por haberme besado a mí. Pero palicedí de la forma más exagerada al ver que había un hilo de color azúl grisáceo, más débil que el otro, atado a mi dedo meñique derecho y que me unía con el suyo. No puede estar pasando esto, es como el color que tenía el hilo de Jin y Namjoon antes. 

Miré de nuevo hacia sus ojos y observé cómo de ellos brotaban un par de lágrimas que rogaban ser secadas por mí. Dí dos pasos hacia atrás, poniendo algo de distancia entre el moreno y yo. Levanté la palma derecha y observé la punta de mis yemas cuidadosamente, recordando lo que acababa de pasar y llevándomelas a los labios, rozándolos. Volví mi mirada confusa a la suya y abrí la boca para decir algo, pero no pude articular una sola palabra. El nudo en mi garganta lo impedía, no me dejaba decir nada. Por suerte, Hoseok, aún con sus labios temblando, habló primero. Pero lo que escuché de su boca fue directamente como un puñal a mi corazón. Esto no podía estar pasando, no podía estar diciéndome aquello alguien que consideraba mi hermano.

 —Recházame. —  Sentenció.

—¿Cómo?

—Que me rechaces, solo así podré ser libre. No lo soporto más, Jungkook.

—P-pero... eres mi amigo. No puedo gustarte... —  Dije, llevándome las manos de las que ahora había dos hilos de colores diferentes atados hacia mi cara. No podía sentirme peor. La palabra monstruo se quedaba corta.

—Por favor, hazlo. Llevo enamorado de tí años, y nunca he sido capaz de confesarte lo que sentía hasta hoy. — Bajó la mirada, observando con cautela su dedo meñique izquierdo. —Sé que no puedes corresponderme, nunca lo harás porque el jodido destino lo impide. Si me rechazas ahora, seré libre.

—N-no jodas que tú... — Miré mi dedo meñique derecho y acto seguido el izquierdo. Después, me acerqué hacia él de nuevo. Agarré su mano derecha por la que su dedo meñique conectaba con el mío.

— ¿Q-qué estás haciendo? ¡No hagas eso!— Abrió aún más sus ojos y se encontró con los míos aún mas abiertos.

— ¿Tú también puedes ver el hilo? ¿De verdad?

De repente, ví como su rostro palidecía aún más. — ¿Q-qué hilo? No sé de qué me hablas... — Dijo, agachando la mirada y dirigiéndola hacia el suelo.

—Hoseok, no me mientas. Has hablado de que el destino nos impide estar juntos y has mirado el hilo que nos une. —Suspiré y cogí aire. —Yo también puedo verlo. De hecho, desde siempre he podido ver los hilos y pensaba que era el único, pero ya veo que no. —Recordé que Namjoon también podía verlo, pero era mejor dejarlo para otra ocasión.

— B-bueno... yo... Sí. Puedo verlo, pero ahora no hay tiempo. Tienes que rechazarme y hacer que el hilo se corte, solo así todo esto acabará. Mi hilo contigo se romperá y para cuando llegue la persona que está conectada con mi verdadero hilo rojo yo ya no estaré enamorado de tí, podré centrarme completamente en ella.

— ¿Cómo sabes todo eso?

— ¡No hay tiempo! ¡Luego te explico todo, córtalo ya!

Asentí, aún sin entender nada de lo que estaba sucediendo. Recordé como dijo Namjoon que se tenía que cortar y me acerqué a él más, haciendo que nuestros alientos se chocaran. 

El destino. [Vkook] || Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora