Pero, ¿tenía Namjoon o el resto del equipo idea alguna sobre lo que estaba ocurriendo? ¿Se imaginaban que la muerte de Ahn estaba conectada a un intento de rebelión o creían que tan solo era otro ajuste de cuentas más típico de bandas? Tendría que encontrar algún modo de informarles de todo pero ahora mismo no parecía hallar el suficiente tiempo libre para contactar al equipo. Jeongguk siempre estaba por ahí, planeando sobre su cabeza, observando cada uno de sus movimientos y prohibiéndole abandonar el bloque de apartamentos. Pero pronto averiguaría alguna forma de hacerlo; en el momento en el que consiguiera una copiosa cantidad de información que contarles en lugar de meras conjeturas. Si tenía suerte puede que incluso el equipo no le odiara después de lo ocurrido con Hoseok. No le sorprendería si lo hicieran.

          Taehyung se encontraba en el acto de ojear una serie de transacciones comerciales entre Lee y uno de los hombres de Jeongguk, un hombre que trabajaba en Dongjak-gu bajo el nombre de Rhee, cuando la puerta al otro lado de habitación se abrió de golpe. Había revisado todo los que había podido encontrar con el nombre de Lee, intentando encontrar alguna conexión en sus tratos de negocios que le permitiera dar con algún posible aliado del hombre. Y aún así Lee parecía haber dejado su firma en cualquier cosa imaginable. Requería el nivel de conocimiento de administración de Jeongguk para realizar cualquier tipo de hipótesis y quiso la suerte hacerle aparecer en su habitación. ¿Quizás él sería capaz de decirle si estos documentos eran importantes o la típica mierda de negocios en la que no debería malgastar su tiempo?

     –¿Sigues trabajando? –preguntó mientras cruzaba el apartamento para acercarse a él. Taehyung se giró sobre su asiento para mirarle, con las manos cerniéndose sobre el teclado. Afirmó que así era, que estaba investigando de nuevo a Lee Yoochun. Esto hizo que Jeongguk riera suavemente para sí mismo. –¿Alguna vez te tomas un descanso, Taehyung?

     –¿Te lo tomas tú, Jeongguk? –preguntó en un tono más bien provocador.

     –A veces. No es lo normal, pero de vez en cuando me tomo alguno. Hoy es una de esas noches y por eso quiero que me ayudes a disfrutarla –Taehyung se apoyó sobre el respaldo de su silla para mirarle, preguntándose que quería decir con eso. ¿No solían estar todos sus descansos relacionados con Jimin? Algo como una cena en un restaurante de lujo o incluso quizás deslizarse en la cama junto al otro hombre y pasar unas cuantas horas felizmente enredados entre sus sábanas y extremidades. Pero ese no parecía ser el caso. La actual idea de disfrutar que Jeongguk tenía en mente estaba basada en él, y eso hizo brotar su curiosidad.

     –¿No debería seguir investigando a Lee? –preguntó Taehyung, alzando los brazos para pasarse los dedos por el pelo. Jeongguk se movió para posicionarse detrás de su silla y tras esto dejó caer las manos sobre sus hombros. Sintió la calidez de sus palmas mientras comenzaba a masajearle, la presión de los pulgares sobre su piel a través del tejido de la camisa. No podía negar que se trataba de una agradable sorpresa, pero aun así una que parecía acarrear fuertes connotaciones.

     –Tengo otro trabajo para ti, Taehyung –explicó mientras trazaba circunferencias sobre su piel. –Uno mucho mejor que bases de datos y ordenadores.

     –¿Qué... qué tipo de trabajo? –preguntó, echando la cabeza hacia atrás e intentado mirarle desde su posición. En su mente se reprodujo el flash de la hoja de un cuchillo y casi pudo oír gritos resonando en su cabeza. Esa solía ser la idea de un trabajo divertido para Jeongguk y fue suficiente para provocarle una notable tensión en el estómago. Anticipación nerviosa en lugar de miedo esta vez.

     –Un trabajo especial –dijo Jeongguk mientras descendía la cabeza. –Especial y placentero –el modo en el que le acarició el pelo con su rostro le produjo un escalofrío por toda la columna vertebral y Taehyung se removió en su asiento. –Otro modo en el que puedes mostrarme tus talentos –sabía exactamente a lo que se refería y Taehyung volvió a recolocarse sobre su asiento mientras ojeaba la pantalla del monitor. Jeongguk estaba fingiendo ser medianamente evasivo con él ahora mismo porque parecía tener ganas de jugar, pero resultaba obvio lo que quería verdaderamente.

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