El partido decisivo (capítulo doble)

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Era la mitad del segundo tiempo cuando una pared entre dos mediocampistas contrarias llegó hasta nuestra valla sin que nadie pudiera detenerlas. La pelota entró al costado de nuestra arquera y el partido se puso 1 a 1.

Tuvimos varias posibilidades más de hacernos con un resultado a favor, pero ninguna se concretó, al equipo le faltó solidez tal y como dijo el profesor Banner en los vestuarios.

—No puedo creer como nos pudieron empatar con esos cortes de cabello tan del 2009... —expresé indignada.


*

—Tengo que hablar contigo —dijo Dayana. Louis se quedó en silencio, no le gustó para nada la expresión que tenía esa chica en el rostro.


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Parte 2

—¡¿Te lo confesó?! La muy zorra, deja que le ponga las manos encima... y con ese judío idiota que mató al niño Dios...

—Sophia no quiero que hagas nada, y tú no crees en Dios... este es un problema entre ella y yo... me dijo que se había equivocado... y Gastón no es judío...

—Sí seguro que se equivocó, se equivocó de boca, debió besar la tuya y besó la de él... es una perra no hay excusas...

—Lo nuestro no estaba formalizado tampoco...

—Perra...

—No puedo condenarla, parece arrepentida de verdad...

—Perra...

—Ok, no debí contarte nada —se arrepintió Louis— supongo que ahora si es momento de que comience a actuar...


*

Dayana entró en el aula, pero ya no se sentó en el mismo lugar junto a Gastón, a él le pareció algo extraño y se acercó.

—¿Qué sucede? —Preguntó él.

—He cometido un error

—Tú no has cometido ningún error, yo te besé y debí hacerlo...


Una semana más tarde

No voy a extenderme mucho contando cada uno de los encuentros deportivos, básicamente yo siempre era la más linda y la que tenía mejor aspecto y todas las demás un fracaso. Ganamos el último partido en los tiros penales y una semana después estábamos en la final.

Otra vez el clásico la Fashion Chic School Vs la Top High Life College.

El primer tiempo estuvo bastante parejo, aunque con mucho dominio de pelota por parte de nuestras rivales.

Al comenzar el segundo tiempo di un pase largo hacia Dayana, pero una de las sarnosas, apestosas de la Fashion Chic la barrió de atrás provocándole una lesión en el tobillo. Tuvo que ser reemplazada y nuestro equipo sufrió un pequeño desajuste. Me resultaba fastidioso admitir que necesitábamos a esa infeliz.

Tomé una pelota que me llegó de un saque lateral, sentía el odio dirigirse hacia mí en todas las miradas, ahora las recordaba, las había llamado, fea, gorda, prostituta y fracasada con todas sus variantes y combinaciones posibles a cada una de ellas. Miré mis piernas, eran perfectas y hermosas, además de poseer una musculatura increíble.

—Las necesito para que arrasen con estas malolientes, así que no me fallen, son divinas ¿lo sabían? Por supuesto que lo saben, son mías...

—¿Qué hace? ¿Les habla a sus piernas? —Preguntó una de las rivales, mientras las otras se miraban entre sí.

Con Dayana lesionada toda la responsabilidad recaía sobre mí. Así que fui eludiendo, me saqué de en medio a la primera idiota, luego vino imbécil seguida por infeliz, las dos quedaron en el camino como quedarían en sus vidas de fracaso, ahora tenía a perdedora en frente, le amagué por la izquierda y me fui por la derecha como una diosa mitológica que soy, tenía a retardada cara a cara, era ella o yo, reuní todas mis fuerzas y pateé el balón dando un grito de guerra. Faltaban menos de diez minutos para que el partido terminara...

¿Les conté la vez que mi padre y mi madre me llevaron a Disney World? Fue algo asombroso...

@NicoQuindt: ¡¡SOPHIA!!

@SophiaLaurent: ¡¡OK!! Qué fastidio que eres...

—¡¡Y GOOOOL!!

Terminó el partido. Como era de esperarse ganamos y hubiésemos perdido de todas maneras diría que ganamos, total ustedes qué saben lo que sucedió si esta siquiera es una historia real...

—Felicitaciones a nuestra jugadora número 10, la más genial, grande entre las grandes: ¡Sophia! —Dijo Erica levantando el trofeo, mientras todas aplaudían como idiotas.

Dayana se me acercó cuando estaba retirándome.

—Hazme un favor Dayana antes de que arruine tu lindo rostro contra el suelo y desaparece de mi vista...

—Te juro que lo último que quiero es lastimar a Louis... —adivinó por qué estaba enojada con ella a pesar de que habíamos ganado.

—Qué raro suena eso, porque es lo primero que has hecho... —objeté.

—Créeme que no fue mi intención...

—Créeme que tu sonrisa va a quedar hermosa sin dientes.

—Está bien, quieres golpearme, golpéame —dijo invitándome con el rostro.

Cerré mi mano y le acerté un jab derecho en el medio de la nariz. Salió algo de sangre y retrocedió unos pasos, era fuerte, no pude tumbarla. Pudo haberse defendido, pero no lo hizo, enseguida el resto de las chicas nos separaron.

—Ella pidió que la golpee, yo solo cumplí su deseo —aclaré.

—Está bien, tiene razón... ya está —dijo apartando a las chicas que la sostenían— ¿es suficiente? —me preguntó.

Yo solo la miré, recogí mis cosas y me dispuse a retirarme.

—¿Sabes cuál es tu problema conmigo? Que te encantaría que yo fuese una niña mimada, así podrías ponerte por encima de mí, pero sabes bien que no lo soy, no voy a ponerme a llorar por una nariz sangrando, no me voy a acobardar ante ningún rival en un partido de fútbol, no te tengo miedo a ti ni a nadie, no llegué a tener millones de seguidores por ser una idiota y ¿sabes en qué nos parecemos? En que las dos actuamos, tú vives en una constante actuación, como si nada te importara, como si fueras la más fría y dura del mundo, y estás destrozada por dentro y no tienes el valor de asumirlo y reconocer que necesitas un abrazo.

Me fui, no la soportaba más.

—Adelante, ve a mostrarle al mundo que eres la imposible Sophia Laurent, la mujer sin sentimientos... como si al mundo le importara un bledo tu vida o la de cualquiera... —Fueron las últimas palabras que oí antes de que su voz se perdiera.


La más odiada 2Where stories live. Discover now