Capítulo 6

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CAMILA
Luego de pasar la tarde con Lauren y su madre, llegué a mi casa con una sonrisa espectacular, era maravilloso compartir así en familia, charlar, reírnos, fue muy divertido. Al cruzar la entrada de mi casa, aparece Carmen muy preocupada y en un susurró me dijo que mi madre me había estado buscando toda la tarde, que la habían llamado del club para saber que pasó conmigo, que no fui al entrenamiento de tenis. ¡Uy!, no había llamado a Roger para cancelar, llegué directo al salón y ahí estaba sentada mi madre tomando té.
¡Camila!, ¿Hasta que te dignas en aparecer? – Me preguntó en su tono autoritario
¡Hola!, mamá… - Le di un beso en la mejilla y me senté en el sofá de al frente
¿Para qué te dimos ese celular?, no eres capaz de contestar, ni avisar que estás haciendo.
Si mamá, ya sé… Lo siento… - Me levanté para salir de allí
¿A dónde vas?, ¡Explícame!, ¿Dónde estabas?...
Estaba en la Universidad estudiando madre.
¡Ya veo!, Camila, si necesitas algo de esa universidad dile a tu padre, para eso aporta todos los años mucho dinero… Además podemos contratar cualquier profesor para que te ayude en tus proyectos. No sé porque ese afán tuyo de estudiar si sabes que trabajarás en una de las compañías tu padre.
¡MAMA!, Ya te dije que quería ser profesional…
Pues no tienes la necesidad, con lo bien posicionados que estamos puedes casarte con cualquier hombre digno y de sociedad, que te provea de todo lo que necesitas.
¿COMO TU MAMÁ?... – Me tapé la boca… ¡Dios! Se me salió lo que pensaba…
¡JOVENCITA!, Soy tu madre, hazme el favor… - Mi madre se levantó y me dio la espalda – Ya puedes retirarte, ¡Ah! Y hoy viene a cenar Alessandro, el hijo del ministro, ya ordené que te sacaran el vestido negro, debes tenerlo en tu cuarto.
Si, señora. – Hay que rabia con mi madre… Siempre ordenándome y diciéndome que hacer, pero es la segunda vez que soy capaz de contestarle… Bueno, Alessandro por lo menos no es tan mala gente, no como el anterior "futuro" esposo que me había conseguido mi madre.
Estuve en la tina aproximadamente una hora, me coloqué el dichoso vestido negro que escogió mi madre y baje a cenar con ellos. Aunque comparar esta cena fría, rutinaria y protocolar, con la tarde sencilla y amena que pasé ese mismo día… uffff no tenía punto de comparación. Más tarde, esa misma noche, salí con Alessandro a caminar por los jardines de mi casa y me contó que estaba saliendo con una muchacha no aceptada por sus padres y que para darles gusto vino a esta cena. Le ofrecí mi ayuda y nos reímos de las cosas de nuestros padres, que afán con ser elitistas.

UN MES DESPUÉS

LAUREN

Estas semanas que han pasado han sido… ¿Cómo definirlo?, bueno… interesantes jajajaja, haciendo un resumen, nos hemos vuelto el trío dinámico,Shawn,camila y yo. Hablamos todos los días, antes de entrar a clases y nos quedamos en la universidad otro rato después. Camila me ha contado de todo sobre su vida, sus sueños, sus expectativas, sobre su familia, ese tema ha sido eterno, parece ser, que la madre es insoportable, quiere que Camila haga exactamente las cosas como ella quiere y me da mucha rabia que esa "vieja" sea tan metida, me ha dicho sobre sus ideas de pareja ideal, evidentemente hombre, aunque cada vez que me cuenta, como le gustaría que fuera, siento un ardor en la boca del estómago, trato de disimularlo y supongo que lo hago bien, hasta el momento no me ha dicho nada, ni insinuado nada.
Aunque hay cosas muy extrañas que me pasan cada vez que estoy con ella a solas, estoy segura que he logrado manejarme a la altura, pero no dejo de pensar en sus labios, que deseos tan tenaces por probarlos, uffffff… Bueno esas ideas son muy malas en mi cabeza, es la primera amiga que tengo, confío en ella, le he contado todo sobre mí, aunque al principio vi en su rostro sorpresa por todas las travesuras que he hecho, al final, nos reímos de todas esas cosas. He aprendido a conocerla, a saber sus gustos, supongo que esto es ser amigas, estar ahí en las buenas y en las malas.
Ese día en particular, estábamos en la universidad y ella tenía que preparar un examen de Estructuras, una materia que había escogido de electiva, pues evidentemente yo estudio Civil, así que le dije que la podía ayudar. Quedamos a encontrarnos en la cafetería para ir a su casa, cuando avanzaba la clase comenzó a caer un fuerte aguacero, al rato el profesor dio por terminado el tema y salí directo a la cafetería.
Que lluvia tan dura…
Si, lolo… Lolo??? No se solo se me ocurrio dijo..tengo el carro parqueado al frente de la Uni, para llegar hasta allá nos va a tocar mojarnos.
Mmmm… y ¿Quién dijo miedo? – La miré pícaramente y ella me siguió 
Pero está muy fría… nooooo, ¿Cómo?... me voy a mojar… ¡VENTE! – 
La jale por la mano y estábamos corriendo, intentado llegar hasta el otro extremo de la cuadra, bastante lejos… Cuando llegamos a la camioneta, yo estaba muy mojada. Entramos al carro y sacudiéndonos el agua, entre risas, hubo un momento de silencio – si fueras otra te daría un beso – pensé decirle pero sonaría muy raro, además no puedo traicionar su confianza, es mi amiga.
¿Qué piensas lolo?...
No, nada… Tengo un poco de frío 
Esto fue una locura… - Me miro con esos ojos, sentí que un calor me recorría el cuerpo y se me erizaba la piel – Pero gracias…
Prendió el carro y nos fuimos hasta su casa, a todas estas, yo nunca había llegado a su casa, era la primera vez que iba. Luego de 15 minutos, en donde ninguna dijo nada, entramos en una cuadra, donde se observaba una gran casa al fondo, un guardia revisó el carro y abrió una reja, por la cual pasamos, llegamos a la entrada de la casa y me impresionó lo grande de la edificación, luego de pasar el vestíbulo y llegar al salón principal, su madre apareció.
¡Camila!... ¿Qué haces toda mojada? – Nos detuvimos en seco y Camila se colocó al lado mío.
Bueno mamá está lloviendo.
¿Qué clase de respuesta es esa?, ¿Acaso no tenías un paraguas? 
Estaba en el carro… no lo llevé conmigo – Me tomó de la mano y empezamos a caminar mientras decía – Nos tenemos que cambiar porque luego nos resfriamos…
La dejamos hablando sola, llegamos hasta su cuarto, me pasó una toalla y empecé a secarme el cabello, la cara y los brazos. Era una habitación grandísima, creo que era del tamaño del apartamento donde vivo, mientras observaba todo, ella sin más se quitó la blusa y yo me voltee dándole la espalda.
¡AY! Lauren como si nunca hubieras visto una mujer, además no estoy desnuda…
Claro, claro – Pero tú no eres cualquiera – esto último lo pensé.
Ya me cambie, puedes voltearte.
Empezamos a estudiar, pero cada vez que le explicaba algo, tenía que acercarme y sentía como todos mis sentidos se nublaban, su olor, el roce de su brazo con el mío, su sonrisa cuando entendía algo que le explicaba o esa mueca de signo de interrogación cuando no le quedaba claro, definitivamente estaba sintiendo deseos por ella, pero estoy segura que es por mi abstinencia sexual y porque he compartido demasiado con ella, si llevara mi vida como siempre la he llevado, no tendría estos sentimientos… esto es una bobada realmente… no más mente a estas cosas.

SOLAS TÚ Y YO (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora