La hermanastra

1> La mudanza

La mudanza había empezado. Mi madre y yo dejábamos nuestra antigua casa. Hacía ya 5 años que mis padres se divorciaron y mi madre tenía novio. Era con él con quien íbamos a vivir ahora.
Se llamaba Paul y era abogado. Entre los dos habían comprado una casa mucho más grande lejos de la ciudad.

Podría decir que todo esto suponía un trauma para mí o algo así. Pero no. La verdad es que estaba encantada. Ya no era una niña pequeña y estaba muy ocupada con mis estudios. Estudiaba empresariales para trabajar algún día en la empresa de mi padre; ya que era su única hija e iba a heredarla algún día. No es que estuviera muy ilusionada pero supongo que es algo que ya había decidido nada más nacer yo.

La verdad es que la mudanza estaba siendo poco pesada a pesar de lo rápido que había sucedido todo. Me refiero a la decisión de mi madre y Paul de vivir todos juntos. Fue algo precipitado, al menos a mí me pilló desprevenida.
Era por la tarde y mi madre y yo llegamos en coche a la casa para traer unas cuantas cosas. Yo no había ido desde hacía un par de días y ya estaba casi toda llena de muebles, algo desordenada pero bueno... es normal.
Estábamos las dos solas allí. Paul todavía no podía ir por trabajo así que, mientras, nosotras limpiábamos y organizábamos todo. Sin darnos cuenta se nos estaba haciendo de noche y decidimos quedarnos allí.
Mi madre empezó a preparar la cena y yo la ayudaba. Increíblemente, aún nos quedaba energía para cocinar. Aunque fuera una ensalada y unos sandwiches...

-Ah Jodie, tu ordenador te lo traerán mañana. Hoy, no sé que problema habían tenido que les ha sido imposible.

-Sí, bueno, no lo necesitaré hasta el jueves... No hay prisa -Sonreí relajada.

-Cariño, mañana es jueves.

-¡Mierda! -Casi me corto con el cuchillo- En ese caso, espero que no tarden.

-¿Te gusta tu nueva habitación?

-¡Sí! Es muy espaciosa.

-Todas lo son pero los dos dormitorios de ese pasillo son los más grandes de toda la casa.

-Es verdad. Olvidé preguntártelo antes... ¿Para qué es esa habitación que está enfrente de la mía?

-Es para Melanie -lo dijo con total naturalidad.

-¿Eh? ¿Estás... embarazada?

-¡No! Qué cosas tienes.

-¿Entonces, quién es Melanie?

-Es la hija de Paul. Tendrá un par de años más que tú o así...

-¿Dos años con Paul y no me has dicho que tiene una hija?

-¡Perdón! Bueno, es una chica que lo ha pasado mal pero con un poco de paciencia... os llevaréis bien. Ya verás. ¡Seremos una gran familia! En fin, vamos a cenar.

No le di importancia al asunto pero, en la cena, mientras "escuchaba" a mi madre pensaba en esa especie de "hermanastra" que me había salido de la nada. Dijo que lo había pasado mal y no podía evitar pensar que sería la típica chica problemática o rebelde...
Después de cenar, me fui a dormir, estaba exhausta.