Capítulo 32: Recordemos viejos tiempos.

13.3K 1.3K 427
                                    

En multimedia: You Me At Six - Take on the World

HOLA GENTE, Me perdí, ¿verdad? Lo sé. Lo siento. Estaba ocupada en un proyecto. Pero ya volví y mañana o el viernes tendrán otro capítulo 💜😁

~Ethan~

Apenas giro hacia la casa de mi madre, me encuentro a Blair en la puerta, apoyada en el marco, con los brazos cruzados. Muy seria. ¿Desde cuándo está allí? ¿Y cuánto habrá escuchado? Dejo de respirar por un segundo, de verdad, lo hago.

Verla solo un momento después de haber aceptado la locura que ha propuesto Mateo me hace recordar de manera veloz y terrorífica en mi mente todo lo que nos pasó en años anteriores, desde el instante en que me di cuenta de que prácticamente me había sacado de la calle un narco, hasta el preciso microsegundo en el que nos declararon culpables y con setenta años en el primer juicio.

Siento un pinchazo en el pecho y hasta me llevo una mano ahí. Me ha costado lágrimas, sudor y sangre poder tener esta oportunidad, esta, en donde camino a ella sin una pistola en los bolsillos, esta, en donde puedo tener la seguridad de que no nos matarán al siguiente segundo y luego... luego están mis amigos y lo que ellos quieren hacer.

Giro rápidamente hacia los chicos, quienes al darse cuenta de la presencia de Blair también se han puesto nerviosos. Me aclaro la garganta y me enfoco nuevamente en la chica de bolsos extraños. Me sonríe al fin, y sé, con ese gesto que no ha escuchado nada.

La tomo de la cintura, y la beso bastante tenso. Pone sus delgadas manos sobre mis mejillas y nos quedamos cerquita.

—¿Todo bien con los chicos?

—Ajá...

—¿Por qué se ven nerviosos? —pregunta y mira hacia atrás.

—Nos estamos acostumbrando a esta nueva realidad, en la que, tenemos que pensar en muchas cosas, ¿sabes?

—¿Cómo cuáles?

—Pues, verás amor, no todos nos convertimos en grandes profesionales. Tenemos antecedentes, y bastante fuertes, conseguir trabajo será un dolor de cabeza. Pero no espero que me mantengas, jamás, haré lo necesario para ayudarte en todo, para que seamos un equipo, porque... seguro no quieres que yo me haga cargo de todo, ¿verdad? Cosa que me encantaría. Que me dejaras cuidarte y darte todo, todo, todo, lo que necesites.

—Se escucha bien, descansar, no preocuparme por nada y dejar que te hagas cargo de todo. Pero no es lo que quiero, ser un equipo me encantaría. Unir fuerzas, sentirnos ambos autosuficiente, que ninguno dependa del otro. ¿Te sentirás bien con ello? Porque, admitámoslo, tú eres un macho completo.

Me río y ella también lo hace, le doy un pequeño pellizco por su insolencia y luego la beso nuevamente.

—Amaré ser un equipo.

—¿De verdad? —se sorprende—. ¿Ya no vas a volverte loco cuando un tipo me hable, me mire, respire cerca de mí? ¿Dejarás de andar por ahí y por allá tratando de encerrarme en una burbuja?

—Estamos hablando del ámbito económico y profesional. No mezcles las cosas —gruño.

—Johnson, tienes que hacer un esfuerzo.

—Y lo hago, ¿Qué no he hecho las paces con tu amiguito?

—Porque es gay.

—Bueno, bueno, está bien. De acuerdo, pequeña, mejoraré. ¿Entramos?

—De acuerdo. Pero, me gustaría que invitases a todos a nuestra casa, no sé, podría ser el fin de semana, ya le he dicho a Kim, hay algo importante que quiero hablar con todos, sobre dinero y trabajo.

Peligrosa Atracción III (Siempre)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें