Capítulo 11: Situaciones inesperadas.

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En multimedia: Seafret - Be There

Capítulo dedicado a ceciliaruiz1515 💕

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Ethan
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No estoy respirando bien, siento una puta presión en el pecho y también me estoy volviendo loco. Me da igual ser hijo o no de González, o de cualquier desgraciado. Yo no tuve padre, para mí siempre fue mamá, solo mamá y lo que me está quemando, a parte del impacto de la noticia es el asco que siento por mí mismo al saber que le serví tantos años de mi vida al hombre que me separó de mamá.

Hay tanta tensión en mí que poco puedo debatir o concluir, ni siquiera puedo concentrarme en respirar, es como si me han quitado todo el oxígeno. Solo veo a mi madre aquella última mañana preparándome el desayuno; éramos muy desafortunados, hizo un poco de leche caliente, había un pan viejo en la mesa y unas cuantas uvas, ella sirvió en mi plato todo, solo se bebió la leche y dijo que me prometía traer un poco de carne por la noche.

Yo comí contento por su promesa, la esperé hasta muy tarde pero ella jamás volvió.

¿Pero qué es todo esto? ¿De verdad ha sido Blair quien ha llamado? ¿Está bien? ¿La han obligado a decirme algo como eso? ¿Cómo sé que es verdad? No sabemos nada de su madre ni si es una persona de fiar. Cómo... demonios, no puedo, no puedo, no puedo con todo esto, me asfixio.

Me sentí tan solo durante tanto tiempo, en más de una ocasión reproché el hecho de que mamá fuese prostituta, creía que era eso lo que la había matado, y ahora me hierve la sangre, la culpa me golpea sin parar por haber tenido ese pensamiento siquiera, ¿cómo pude ser tan idiota como para culparla a ella por dejarme solo?

Dios, terminé de crecer sin sentirme querido, apenas y tengo recuerdos de Eleanor tratando de ser amable y dulce conmigo en el orfanato y todas esas veces en las que intentaba decirme que me quería, yo lo impedía, solo quería escuchar la voz de mamá, hasta que Blair apareció y las pronunció y me hizo sentir vivo de nuevo. Un ser humano, antes de eso me consideraba un animal sin rumbo.

Mi madre está viva, aquella hermosa mujer de cabello negro, de ojos grises, facciones finas, piel blanca y unas cuantas pecas por aquí y por allá. Me ahogo.

—Ethan, Ethan, joder, míranos —la voz lejana de Zac llega a mí y trato de enforcarlo pero solo consigo ver un cabello rubio y por un instante creo que es Kim, entonces le tomo la mano y ella la aprieta con delicadeza.

—¿Qué le pasó? —pregunta mi amigo.

—No lo sé, venía a traer mi teléfono, Kaleb lo ha llamado y cuando entré estaba en el suelo con las manos en el cuello —esa voz no es la de Kim, pero su mano sigue apretándome con delicadeza.

Luego, por la impresión, el sofoque o todo lo que estoy experimentando mi cerebro decide darme un descanso y me quedo dormido, me he desmayado. No estoy ni seguro de eso. 

Al despertar, me sobresalto al recordar todo, hay alguien frente a la cama, otra vez el cabello rubio, pero en esta ocasión me queda claro que no es Kim. Viéndola ahí, sentada con naturalidad, con ropa cómoda y una coleta baja en el pelo, sin maquillaje y sin su pinta de agente hija de punta, la encuentro diferente, una chicha normal y común quizás, incluso se ve más joven.

Ni parecida a la mujer que casi me mata cuando no quise darle la mano al salir del auto.

Se pone de pie y lo primero que hace es servirme un poco de agua de una jarra que seguro ella ha traído. Me sorprende su amabilidad, sobre todo que incline el vaso hacia mi boca y me ayude a beber.

Peligrosa Atracción III (Siempre)Where stories live. Discover now