Vuelve (Star Wars alternativo)

2

Padmè, o Della, como se hacía llamar ahora, se disponía a salir a por algunas cosas que necesitaba. Cogió su speeder y fue hasta el mercado donde solía comprar.

Al llegar, bajó del vehículo y se fue hacia uno de los puestos, donde escuchaba a la gente decir que una nave imperial acababa de aterrizar cerca de la ciudad, seguramente buscando a alguien o algo relacionado con la rebelión, la rebelión que ella misma había ayudado a crear.

Momentos más tarde, los soldados imperiales empezaron a llegar al mercado. Por un momento pensó que alguien podría haberla delatado o igual la habían descubierto sin más.

Sin mirar hacia ellos, salió casi corriendo hasta llegar a su speeder, montarse y marcharse a su casa. Pero lo que no sabía era que alguien se disponía a salir tras ella.

***

Vader había decidido bajar de la nave e ir con los soldados a buscar a unos supuestos líderes, aunque quizás eran solo integrantes sin más, de la rebelión que, supuestamente, llevaban con ellos algún dato del Imperio.

Cada ser que le veía se estremecía de terror, algunos hasta salían corriendo levantando la arena con sus pies.

La arena.

Como odiaba la arena. Además, le recordaba a Tatooine. Supuso que Palpatine lo sabría, y por ello lo habría mandado a esa misión, solamente para aumentar su odio y su dolor.

Llegaron hasta la zona del mercado en busca de los sospechosos, pero algo le hizo parar sus pasos al llegar allí.

Tras dar un vistazo, sus ojos se pararon encima de una mujer, que le parecía conocida. Pero ella se giró, y ya no le quedaron dudas. Era ella. Era Padmè. Era su ángel.

Al ver que ella se subía a un speeder y se marchaba, él no dudó en robar otro que vio junto a un puesto, y seguirla a una distancia prudente esperando que ella no le viera.

Pero un momento. No podía ser. Ella estaba muerta. Murió. Él la mató. La mató a ella y a su propio hijo.

Pero aún así allí estaba. Podría jurar que era ella.

Tras seguirla un tiempo, llegó a una pequeña casa, que junto a la puerta, tenía aparcado el speeder en el que había salido del mercado.

Sin pensarlo dos veces, Vader se bajó del vehículo, abrió la puerta de la casa y caminó un par de pasos, haciendo que el ruido alertase a la propietaria de la casa.

Padmè salió en un rápido movimiento a la entrada de su casa, con su blaster a la espalda.

-¿Que hace en mi casa?-Preguntó.-¿Que quiere?

-¿No sabes quién soy?-Preguntó, pensando si ella sabría en que se había convertido.

-Supongo que todo el mundo sabe quién es usted Lord Vader. Aunque esté mínimamente informado de lo que pase en la galaxia.

Vader sonrió bajo su casco.

-Lo que no se es que hace en mi casa Lord Vader.

El sith la miró de arriba a abajo. Su pelo, llevaba un peinado más austero, menos trabajado, además de su ropa, más acorde con el estilo de Jakku que la ropa que solía llevar antes.

-Venía a comprobar si una vieja conocida mía vivía en esta casa.-Dijo dando un paso más y mirando las paredes.

-Pues puede ver que no es así...

-¿Seguro que no nos conocemos de su época en Coruscant?-Preguntó mientras se acercaba a ella.

-Nunca he estado en Coruscant señor...-Contestó intentando mantenerse firme.