Capitulo 8

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¡Putas verduras de mierda! –Digo mientras preparo para Camila una receta de soufflé de calabacín, nueces y queso de cabra que he descubierto en internet después de tirarme dos horas delante de la pantalla. Pero buscaba la receta perfecta para ella y no cesé mi búsqueda hasta encontrarla.

Perdon que sea así de brusca en un primer instante, pero no pensé jamás que el mundo de las verduras fuera tan amplio y complejo. Yo que me limitaba a la berenjena, alcachofa y hojas de ensalada he descubierto en esas dos horas un completo universo de hortalizas y frutas. ¿qué digo universo? ¡es una total galaxia! Y ya he sacado una conclusión: El vegetarianismo no es lo mío.

Pero no es para mí esa cena, es para ella y es sábado por la tarde y estoy de los nervios porque llevo dos fallidas con el soufflé de porqueria.Una vez que lo saco del horno se me desinfla sin piedad ¡ Y no! ¡Tiene que ser perfecto! ¡Tiene que ser perfecto! Me repito una y otra vez.

A la tercera va la vencida y por fin consigo mi meta pero enseguida me doy cuenta que el tiempo se me ha echado encima y que no me he arreglado, ni duchado, ni vestido, ni maquillado, ni peinado ¡Ni sé qué diablos voy a ponerme!

Menos mal que Ale me ha ayudado, pues él ya está vestido y está colocando la mesa para los invitados. Ahora que lo pienso ese día no soy consciente de lo que estoy haciendo o no lo soy del todo porque ni siquiera he visto que lleva puesto él, ni lo he mirado ni le he dicho "Qué guapo estás cielo" nada,cero. Es como si me diera absolutamente igual ¿Entienden?

Mi única preocupación esa noche era estar perfecta para ella. No sabía nada de Camila en días, finalmente no la había llamado y la última vez que la había visto habíamos vivido un "momento" que aún no sabía cómo interpretar y estaba asustada pero expectante y sí, mi única preocupación era estar perfecta para ella.

-¿No te has pasado un poco? –Me comenta Alessandro nada más verme salir de la habitación.

-¿Que? ¿Voy mal? –Le pregunto mientras me miro lo que llevo puesto y lo vuelvo a mirar a él.

-Todo lo contrario Lauren, estás espectacular –Sonríe – No esperaba que te pusieras tan guapa para una cena, estás maravillosa. –Me piropea.

Lo cierto es que lo sabía. Sabía que me ha había puesto espectacular, porque sé perfectamente cómo "explotarme". Me he colocado un vestido ajustado, me llega a la altura de medio muslo y es de color negro pizarra con escote palabra de honor. Sé que tengo los hombros al aire pero mis hombros es una de las partes de mi cuerpo que más me gustan. Ha sido intencionado obviamente.

También me he secado el pelo a "lo natural" dándole un toque desenfadado lo mismo que mi maquillaje que es muy natural y puede que Alessandro tenga razón, puede que para una simple cena en mi casa me haya pasado un poco.

-Voy a pensar que te gusta Matthew –Bromea pero a mí como pueden imaginar esa broma no me hace ninguna gracia, pues en parte acierta, en parte. Todos sabemos aquí que no es en Matthew en quién me he fijado, el caso es que no me da tiempo a sentirme mal, algo nos llama la atención.

Han tocado el timbre de abajo y  Alessandro se dirige para abrirles. Me miro las manos y noto que me sudan "Vamos Jauregui, tranquilízate" me animo. Es curioso que yo misma me autodenomine ya Jauregui, es cómo si empezara a olvidarme de que soy una Dellisola.

Alessandro está en la entrada para recibirlos y yo estoy en el salón. Ya los oigo de fondo.

-¡Buenas chicos! Entren por favor -Les invita después de saludarles, creo que a Matthew le ha dado la mano y a ella un par de besos. Creo que lo he oído.

Sigo en el salón y antes de verlos aparecer por la puerta exhalo y expulso aire profundamente, necesito sacudirme los nervios cómo sea.

-¡Qué guapa estás Lauren! ¡Qué alegría verte! –Ha sido Matthew.

En Mi Siguiente Vida [Camren EDITADO 2022]Where stories live. Discover now