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Las claras olas del mar azul golpeaban con fuerza aquel navío cuyo nombre era temido en todos los puertos, el escarlata, acompañadas con la fresca brisa y salpicando gotitas de agua salada o espuma en todas direcciones al colisionar con el navío o entre ellas mismas en una batalla imaginaria que el mar siempre ganaba. Muchas de estas gotas de agua alcanzaban a golpear los rubios cabellos del chico de 16 años, salpicando su piel pálida mientras se encontraba de pie sobre la cubierta, observando a la distancia el como la colisión de las olas iba creando pequeños montículos de espuma, llevando en sus aguas todo tipo de animales y plantas pertenecientes a aquel entorno marino; el chico se acomodó de modo que pudiera ver perfectamente hacia aquel punto en el dejano horizonte onde el mar y el cielo se vuelven uno mismo con la oscuridad, y ahora con la salida del sol lo único que las diferenciaba era el movimiento del reflejo cristalino con o s mismos colores. Quizá estaba demasiado ocupado entre sus divagues para apreciar tan bello paisaje, imaginando las extrañas tierras y criaturas que se encontrarían más allá de los kilómetros y kilómetros de agua salada que zarandeaban el barco con un ritmo agitado, ritmo quizá capaz de causar náuseas y vómitos a cualquiera que no estuviese acostumbrado a ese entorno.

- ¡Jimin! - un grito ruidoso por parte del capitán del navío acercándosele desde la zona del timón sacó al chico de sus pensamientos.

- ¡Capitán! - giró para saludar respetuosamente al capitan del escarlata.

- Hijo mío, ¿Qué haces aquí en cubierta tan temprano?, la tripulación duerme aún y sólo los guardias en turno permanecen despiertos.

- Padre, he salido a tomar algo de aire, y quiero preguntarle nuevamente algo. ¿Cuando podremos arribar en tierra firme?

El rostro del hombre orcurecio de pronto. - Tu bien sabes que eso no es posible, mucho menos que tú bajes de este navío. - Jimin bajo la mirada cabizbajo, la misma respuesta ambigua de siempre, nunca recibía una diferente y eso comenzaba a fastidiarlo.

- Entiendo mi capitán. Pero me preguntó si alguna vez podría...

- No Jimin. - Dijó el hombre firmemente frunciendo el entrecejo.

- ¡Entendido, mi capitan! - dijo el menor firmemente, enderezando la espalda y acatando la orden de su padre de mala gana, girando de nuevo hacía la proa, encarando su soledad con simplemente kilómetros y kilómetros de extensión del mar azul, con las olas agitando el barco y chocando entre ellas.

El hombre liberó un suspiro profundo bajando la mirada pensativo y volvió al mando del navío tras mirar a su hijo unos segundos. Jimin suspiró pesadamente de igual manera apenas el mayor se dió vuelta, dejó que el viento revolviera su cabello rubio y moviera su largo pendiente en el lóbulo de su oído derecho, la brisa del mar le golpeaba junto con las saladas gotas de agua mientras observaba las aves volar por encima suyo.

- Ah.- se quejó en un suspiro.- Como desearía ser un ave y volar lejos, al menos poder poner mis pies sobre tierra firme y no vivir para siempre apresado en un navío a la deriva en el mar, sólo por un momento. - Jimin se lamentaba recordando su mísera vida, sus padres no le daban mucha atención, pues, a pesar de amarlo, seguían siendo los capitanes del navío pirata, lo trataban como parte de la tripulación la mayor parte del día desde que había cumplido 12 años, dándole mandatos simples como limpiar la borda, o contabilizar lo que tenían en la bodega, las cajas de comida, armas o tesoros, incluso a veces lo mandaban cuidar a los rehenes, cosa que le disgustaba demasiado, no le gustaba ver a los prisioneros, de hecho ni si siquiera le agradaba la idea de tener prisioneros, era demasiado empático y no soportaba ponerse en su lugar, por ello siempre los cuidaba con recelo y se aseguraba de tranquilizarlos de cierta manera.

Por razones que Park desconocía, su navío no arribaba en la costa jamás, sus padres no eran de los piratas que tuvieran un hogar en tierra, sino que el barco mismo era su hogar, desde que tenía memoria, Jimin nunca había bajado de aquel gran barco de madera del que conocía cada rincón, todo lo que en este había era obtenido de saqueos y robos a otros bancos, barcos de pasajeros, de mercancía, o navíos militares, pero nunca en costas o siquiera cerca de los puertos de grandes ciudades. Para el chico era confuso, pues siendo el barco pirata más temido del mar, no comprendía las razones por las que no podía arribar en algún puerto o tan siquiera una isla, no comprendía porque sus padres no tenían un hogar en tierra, por qué la tripulación nunca se quejaba tampoco de aquello, todo era sumamente desconcertante.

Jimin no lo sabía y le frustraba de sobremanera, él desconocía que sus padres habían decidido y dictaminado que el escarlata dejaría de saquear puertos y aterrorizar ciudades, dejaría de buscar causar terror en la tierra y dedicarse exclusivamente al mar por la seguridad de su pequeño hijo. La tripulación del navío era buscada por sus múltiples crímenes en más de una ciudad para ser sentenciados a torturas inenarrables y la muerte.

- ¡Avistamiento! - gritó un hombre parado en lo alto de la vela, observando con su catalejo a la lejanía otro navío acercándose lentamente.

Ahí vamos otra vez. El menor se quejó mentalmente mientras comenzaba a escuchar el alboroto de la tripulación subiendo a cubierta. Jimin corrió hacia su puesto, buscando su pequeño catalejo, esperanzado de que el avistamiento fuese tierra firme, pero al observar el navío de carga que se aproximaba, perdió la ilusión y se preparó para su trabajo.

La tripulación salió de los diversos camarotes de la parte baja ante la orden del capitán, los cañones y arpones se preparaban para atacar aquel barco, los piratas cargaban sus armas de fuego y pulian sus espaldas y cuchillos. Jimin sólo esperaba que su madre decidiera no tomar rehenes mientras inspeccionaba el barco que se aproximaba.




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¡Hola Mochis! ¡NUEVO LIBRO!

Ya se, ya se.... Si sigo sacando libros las actualizaciones de Coffe y Just Business van a ser lentas.... Muy lentas...

Pero no puedo evitar que me lleguen ideas para nuevos fics lo siento ;-; de hecho tengo más en borrador :v

¡Bye bye, los adoro!

¡Bye bye, los adoro!

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Freedom on the Sea - kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora