➰ Capítulo 4 ➰

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—Will... —Gimió cuando volvió a hacer cada movimiento más rápido logrando que su falo temblara en su boca para así abrir la suya un poco más dejando escapar un grito algo ronco por la liberación eyaculando en la boca del contrario.

En ese momento supo que su parabatai toca y reproduce dos tipos de música. La de viento que es con el violín, y luego aquellos gemidos con su nombre e inclusive con los monosílabos que tanto comenzó a amar.

James percibió como toda esa liberación salía de él, bajo la mirada a Will, viendo como recibía todo y un poco de aquel espeso líquido blanco salía por la comisura de sus labios, jadeo bajo cuando se sintió algo satisfecho.

Llegó, el pelinegro también a pensar que ese orgasmo fue el primero dado que había pasado segundos y en su boca no terminaba de abarcar todo el semen saliendo de la polla de James, la cual el pelinegro no dudó en tragarse pero una vez que dejo de sentir aquel bombeo, se levantó dejando un pequeño rastro en sus labios y lengua.

Se levantó y plasmó directamente sus labios sobre el hombre que lo había dejado más que caliente, hervía de placer por todos sus poros.

Sin apartar la mirada de Will, lo beso con euforia, devorándose el interior, no teniendo asco, pero con incertidumbre de saber cómo sabría el de su parabatai.

—Pruébate... prueba que es exquisito...—Musitó entreabriendo la boca y dejando que su ojiplata lo besara devorándolo completamente.

—Yo también quiero probar... —Murmuró sabiendo que el sonrojo de sus mejillas deben notarse más de lo que espera, ya que ante aquella confesión de James, revelo lo que anhela desde el momento que vio algo que jamás vio pasar por sus ojos. Para luego bajar su mano a la erección acariciándolo con sus manos callosas.

Una sonrisa se asomó en esos labios gruesos, y al instante asintió rápidamente, verlo tan sumiso con su polla en su boca le hizo gracia, una de las tantas fantasías que tendría para y con él.

Agregando distancia fue hasta el borde de la cama y se sentó, pero luego cambio de posición y llevó su espalda hasta el respaldo de la cama.

—Ven... Ven mi Jem... Es todo vuestro...—Musitó llevando su mano hasta su longitud incitándolo a que se acerque.

El nombrado notó aquella sonrisa y aquel brillo que fue casi el mismo que paso por los ojos de él mismo, se levantó de la cama para terminar de sacar la ropa ya que era algo incómodo, y así se acercó a su Will colocándose entre sus piernas tomando su longitud en la mano para así masturbarle lentamente.

—La tienes muy gruesa... —Murmuró acercando el rostro hasta el falo. —Tendrás que atenderme después... —Sonrió como todo un ser vulgar, preguntándose James donde había adquirido esa valentía y osadía para hacerlo. Luego de pensarla tanto, se metió aquel falo en su boca, notando que a la primera fue algo difícil, dándole dolor en las comisuras por el simple hecho de que aquello no conseguía caber por completo, pero luego de tratar y tratar consiguió finalmente dejar el glande de Will dentro de su boca.

¿Atenderlo?, se preguntó el pelinegro teniendo la vaga idea a qué se debe eso, pero en ese caso, y como antes es completamente inexperto, pero en cierta parte se agradecía serlo, porque el sería su primer hombre y de seguro su único.

—Es vuestro James... Cómetela entera... Sé que puedes pequeño. —Agregó llevando sus manos a la cabellera de su parabatai enredando sus dedos en ella y perdiéndose por el placer que le proporciona aquellas acometidas, las mismas que le hace emitir sonidos de los cuales se avergüenza, pero no por eso dejaría de hacerlo.

James suspiro cuando le escucho aún más llevando el placer a tal limite que le cuesta creerlo, cerró los ojos metiendo todo el miembro de su parabatai en la boca hasta sentir que se atraganta por tremenda longitud del contrario, cerró aún más los parpados y la sacó de su boca abruptamente escuchando un plop sonar en el silencio de jadeos, chupo el tronco y así bajo hasta sus testículos comenzando a chuparlos acariciándolos algunas veces con sus dedos, regreso a la cima de su mojada cabeza y lamió esta limpiándola, volviendo a meterla por completa en la boca subiendo y bajando la cabeza.

William se aferró arduamente a las sabanas de la cama, levantando su pelvis en busca de más profundidad y de paso querer corromper esa boca que bien chupa.
Nuevamente los gemidos se hicieron notorios, dado que al tener todo su pene metido en esa boca tan pequeña le hace perder la razón llegando a pensar que si aguantaría mucho al estar así viéndolo.

— Jem... Que rico que lo haces... Más profundo pequeño, más... Sé que puedes... —Musito enterrando sus manos a su cabeza y llevando todo su falo dentro de la boca de él. —Comete la polla de tu parabatai... Es toda vuestra.

Escuchar los altos gemidos del contrario estaba logrando que aquella erección de James creciera de nuevo sabiendo que aquel líquido pre seminal ya estaba mojando la punta de su miembro, suspiró y colocó ambas manos en sus esculpidas y gruesas piernas.

— Will... — Susurró su nombre algo sorprendido por mi propia voz que salió ronca y áspera por la excitación, rozó los dientes con el tronco de su miembro cuando las manos le empujaban un poco más haciendo que aquella punta le tocara el fondo de la garganta, jadeo de inmediato, cerrando los ojos un poco más fuertemente, atragantándose gustosamente con aquel manjar que ahora le llenaba la boca.

— Lo siento... lo siento... solo que me tienes tan caliente que mira como me tienes...—Murmuro el mayor tomando su falo en las manos y llevarlo hasta las mejillas de su parabatai, simulando la caricia de una mano que la diferencia sería que su polla es quien hace esa acción. —... Me siento un loco, un adolescente por mi primera vez... James... Quiero hacerlo... quiero cogerte y follarte, quiero besar vuestro cuerpo y dejar marcas en el... Joder James te quiero gimiendo mi nombre... Ahora... así como yo lo haré por el vuestro... —Musito lo último tomando el rostro de quien está arrodillado enfrente de él besando sus labios y probando ligeramente su sabor, algo no muy rico, pero este se mezcló por el sabor que se provocó en ambas lenguas.

Teniendo en cuenta que ambos penes se mantenían erectos.

—Me gusta este lado tuyo, como te estas poniendo Will... Por qué créeme me he de sentir igual que tú... Solo que este si es mi primera. — Murmuró al sentir como su pene acariciaba el suyo, aquella cabeza suave seguida de ese tronco duro, posteriormente lo ve a los ojos sintiendo como sus  mejillas toman color ante lo que dice. — Joder, Will... Es lo que quiero que hagas... — Mordió su labio ahora un poco rojo por el trabajo que había hecho, se sienta sobre los tobillos y cierra los ojos cuando los labios gruesos se pegaron a los suyos, mezclando el antiguo sabor con el nuevo de él, mientras chupaba el labio inferior llevó la mano a su erección la cual comenzó a acariciar de arriba abajo rápidamente.

El mayor terminó subiéndolo sobre sus pelvis mientras sus secos chocaban y en cada roce producía aún más el placer de tocarse, de paso seguían los gemidos y al menos los del pelinegro habían sido más agudos.
Una vez arriba, Will siguió besándolo sin detenerse escuchando de vez en cuando como sus dientes chochan en el intento de llegar más profundo pero al tener su polla ocupada con la mano de James le era imposible pensar con claridad.

—Te haré mío Jem... Verás que te gustara... Dolerá... siempre duele la primera vez... pero estaré ahí para ayudarte... James... Te amo. — Acabo diciendo en un tiempo que lo tuvo acostado debajo de él con las piernas del menor enrolladas en su cadera, dejando libre el acceso para penetrarlo, pero aún no lo haría. — ¿Me amas James? ¿Me amas como mi locura por ti me tiene embobado? ¿Me amas más allá de nuestra unión?

~Heronstairs~ Where stories live. Discover now