➰ Capitulo 1 ➰

3.1K 115 8
                                    




Luego de haber estado, el pelinegro, gran parte del tiempo presentando a la nueva. Se fue completamente a su habitación, donde se lanzó sin preámbulos a la cama, sacándose los zapatos con mucha pereza, y escondiendo su cara entre las sábanas. Pensando en que podría hacer para su parabatai.

A lo largo de la noche, este mismo, no consiguió dormir, por lo que se levantó y fue por una ducha para luego volver con la toalla envuelta a sus caderas y otra en sus hombros, dejando que su cabello negro suelte la humedad.

Simultáneamente, James al finalizar el día había dejado que Tessa continuara lanzando aquellas dagas, notaba el entusiasmo de querer aprender a dar en el centro, pero aquella conversación que ella y Will habían tenido simplemente le dio a entender que no había salido del todo bien, así que cuando salió, se fue directo a bañar y cambiarse la ropa sudada, para así retomar camino rumbo la escaleras y el pasillo para ir a la habitación de su parabatai, por si estaba molesto, que es lo más probable estaría ahí, o en la biblioteca pero como ambas eran opciones altas optó por buscar primero a la habitación del ojiazul.

Tras pasar varias puertas, al final llego a la habitación de Will en la que con sus nudillos tocó dos, tres veces y bajo la mano esperando escuchar la voz de Will, pero no fue así, por ende, volvió a tocar dejando escapar un suspiro.

— ¿Will? —Musito James, en voz baja pero la máxima para que el pudiese escucharle del otro lado de la puerta.

— ¿Qué hacéis hasta estas horas de la noche despierto? —Exclamó luego que de aquellas toallas envueltas en su cuerpo, fueron cambiadas por un pantalón, con una remera, pero esta última no alcanzó a ponérsela dado que la puerta sonó, y luego la voz de su parabatai se escuchó.

—Me enteré lo de...— Sin darle tiempo a James a responder fue tomado por la camisa, y metido en la habitación casi arrastras de William.— ... Tú y Tessa...—Se sienta en la cama levantando la mirada para verlo a los ojos.— ¿Te encuentras bien? Y sabes que no puedes mentirme porque tu rostro dice todo sin que tengas que hablar... Y no te iba a dejar solo, así que con eso te respondo tu pregunta...

—Sabes perfectamente que esa mujer me saca de mis casillas... Cree que por venir puede ayudar a todo el mundo... Ni de joda... —Estaba claro que no puede mentirle, James sabe todo de él, pero el ojiazul siempre tuvo la incertidumbre de no saber todo de él. —... ¡¿Más encima ayudaros?!... No... James. Sabes que soy un egoísta... más contigo... —Un suspiró salió de aquellos labios y acompañándole a su parabatai en tomar siento en la cama, dejando de lado la remera.

— ¿Recuerdas que tú le ayudaste en un inicio? —Aclaro el peliplata ladeando la cabeza. —Ella tal vez intenta hacer algo como agradecimiento a tu ayuda... —Suspiró por aquellos últimos comentarios, lo sabía, siempre lo veía en su rostro cada que Tessa iba en mi ayuda. Cierra los ojos por un momento y cuando siente como la cama en su costado se hunde un poco, vuelve a abrir sus ojos regresando, posteriormente, la mirada plateada a la azulada de él, dejando una de sus delgadas manos sobre las gruesas del pelinegro y con una sonrisa sobre sus labios, asintió lentamente. —Sé que eso es así, y sabes que siempre voy a necesitar de tu ayuda, pero como decirle a alguien que no quiero su ayuda... Tessa es amiga nuestra, Will.

—Vuestra... Mía... No lo sé, sabes que no confío en nadie, ya recuerdas cuanto tiempo costo en que pudiese confiar en ti... Meses...—Añadió con un deje de culpa, había demorado demasiado en ese entonces. Ahora el reloj y el tiempo están de su contra y cualquier momento puede ser el último.

Exasperado por esa situación William se dejó caer en la cama, dejando su abdomen libre solo con las runas que adornan su hermoso y bien trabajado.

~Heronstairs~ Where stories live. Discover now