¡Luz, cámara, zapatos, carteras y acción!

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—¿Acaso son idiotas? Nunca serán como yo, agradezcan que les dirijo la palabra...

—Perdón Sophia no quisimos ofenderte —se postraron de rodillas— castíganos, nos lo merecemos.

—Por el momento su castigo será verme caminar sin poder besar el suelo donde piso...

—Oh no, no nos prives de besar tus pasos... eres muy cruel... —se arrastraron.

—Ustedes se lo buscaron...

—... ¡Y corten! —Gritó William.

Terminó la escena al fin, ya me estaba aburriendo de ser tan encantadora.

—Sophia ¿Estás segura de que esto es lo que sucede en tu escuela en un día normal? —Me interrogó el director.

—No es más que el fiel reflejo de la realidad... —Aclaré.

Nos fuimos a descansar. Me senté a comer una barra de cereales y fue cuando lo vi. Me puse de pie y caminé decidida.

—Tú, gusano asqueroso... me traicionaste como una rata y ahora... —Le dije a Garret a punto de darle un puñetazo en el medio del rostro.

—No te enojes conmigo Sophia, ¿Tú sabes lo difícil que es decirle que no a Dayana Lords?

—¿Puede ser que el único hombre que no era un idiota en este planeta era mi padre y se tuvo que morir el muy "dejador de hijas huérfanas"? Escúchame bien lo que voy a decirte, harás lo que te diga porque pronto asumiré la presidencia de mi empresa y si no me ayudas, lo primero que haré será despedir a tu padre y encargarme de que no consiga empleo nunca más y sabes que lo haré...

—Por favor, Sophia yo sé que lo merezco, pero no te la agarres con mi padre, él es el mejor empleado que tiene esa empresa, su trabajo es todo para él.

—Me la voy a agarrar con quien yo quiera, porque eso es lo que sucede cuando eres un traidor, y me encargaré de decirle a tu padre que es por ti que lo despido, a menos que seas mi esclavo.

—¿Qué necesitas?

*

La Low Botton College estaba reluciente. Su director había mandado a que la limpiaran solo para dar buena impresión.

Los agentes de la comisión Anti-Bullying ocupaban sus escondites, aguardando el momento de intervenir.

Brandon salió vestido con el uniforme de la escuela. Se dirigió a Garret y lo enfrentó.

—Nerd idiota —Brandon tomó a Garret de los cabellos y lo arrojó al suelo— ¡maldito fenómeno, morirás!

Los agentes salieron de sus escondites e interceptaron a Garret.

—Señor Osborne queda usted sancionado por la Comisión Anti-Bullying por instigación a la violencia.

—Pero ¿ustedes están locos? ¿Acaso no vieron lo que sucedió? —Se quejó Garret.

—Por favor cálmese y cuide sus modales si no quiere otra sanción más por insubordinación y falta de respeto a la autoridad de la comisión.

William los condujo hasta la oficina de la dirección. El agente Mulderio y Scullapio ingresaron y tomaron asiento.

William sacó un sobre con dinero del cajón del escritorio y se los entregó. El agente Mulderio abrió el sobre y comenzó a contar los billetes, cuando terminó se los guardó en el bolsillo.

—Esto es por lo que acordamos...

—Pierda cuidado, cualquier otro inconveniente y...

—¡Quedan detenidos bajo acusación de recibir sobornos para suspender alumnos! —interrumpió el policía. Estaba escuchando atento ubicado detrás de la puerta que daba al baño de la dirección.

Mi hice presente en ese momento, quería que esos idiotas supieran que toda esa trampa había sido producto de mi sophinialidad. El resto de los policías ingresaron a la oficina detrás de mí.

—Llévenselos —ordené.

Los oficiales procedieron a llevárselos.

—Un momento —dijo el sargento— yo soy quien da las órdenes aquí. ¡Llévenselos!

Los policías me miraron.

—Hagan lo que dice el sargento —indiqué.

—Muy bien —expresó el oficial y procedieron a llevarse a los detenidos.

*

Liam parecía resignado, ya no ponía tantas restricciones a la hora de entregarme a Gwen. Sabía que debía dejar de ser un imbécil, pero, aunque fuese algo imposible, estaba bien que al menos lo intentara.

—¡Quiero saber la regla número dos! —Exigió la apestosa.

—Sophia ¿estás segura de que no vienes a buscar a Gwen solo como excusa para verme a mí? —comentó Liam.

—Vaya si eres todo un perdedor —miré a la niña roedor— ¿entiendes ahora por qué debes respetar la regla número uno por sobre todas las cosas?

—Entiendo perfectamente...

Hice subir a Gwen al vehículo y me subí cerrándole la puerta en la cara al infeliz.

—Ya es hora de que me vayas devolviendo los videos donde estoy con Jessica... o ¿los miras todas las noches para contemplar este cuerpo? —Se señaló a sí mismo como si fuera un playboy el muy patético.

—Parásito, no te los devolveré porque no confío en ti...

—¡Ese es tu problema Sophia! ¡Te hace falta un hombre que te apriete contra la pared! ¡Allí se te van a terminar todos tus problemas! ¡Vas a dejar de ser tan odiosa e histérica! —Se oían los gritos de Liam desde la calle mientras me alejaba.

*

La psicóloga hizo pasar a la chica. La miró desde todas las perspectivas posibles y enseguida dedujo que estaba realmente perdida.

—Adelante, pasa ¿estás bien? —Preguntó al ver a la joven angustiada— ¿quieres un vaso de agua?

—Quiero suicidarme... —dijo entre lágrimas.

La más odiada 2Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora