Venciendo la obesidad.

El día del cambio.

Finalmente llegó el día lunes que tanto había esperado, llegó ese día en el que realmente dije: "¡No más!", "esto se acabó"

Para mí fue un lunes simbólico, ¿Saben? o sea, no era lunes, era un domingo, tal vez era un miércoles, ¿o qué se yo? Simplemente decidí deshacerme de ese cuerpo que no era mío que no era lo que quería tampoco lo que necesitaba. Debo de aclarar y ser honesta para que me entiendas, debes de saber, aunque honestamente creo que esto ya lo sabes, no sólo bajaba de peso por mi, no sólo porque quería ser libre, había una parte de mí que necesitaba, o tal vez creía que mirando la aceptación en los ojos de otras personas tal vez de esa manera, tal vez así me iba aceptar y me iba a amar tal y como era en aquel entonces, pero, ¿Saben qué? perdí un montón de peso, eso creo, y esperaba la aceptación de los demás, y ¿Qué sucedió? sucedió que no era lo que esperaba, sucedió que las personas siempre van a querer que la perfección ajena sea inferior a las de ella.

Está bien, tuve más amigos, tuve más conocidos, y en su mayoría era más solicitada, pero aún así me sentía sola, distante, agobiada, me sentía inútil y vacía conmigo misma. Así que quiero decirte que si estás tratando de bajar de peso por el ojo y la aceptación ajena, tal vez funcione por un tiempo, por unos días o por unos años, pero te aseguro que todo va a volver al mismo lugar que cuando pesabas lo que pesabas antes y no va ser necesario que luzcas como en ese momento.

Si ya sientes que ese "Lunes" está por llegar, que ya estás lista o listo psicológicamente, lo primero que te recomiendo es que lo hagas por ti, sólo por ti aunque sea difícil de engañar y convencer a la mente.

El resto sólo es pan, un gran pan comido.