Advertencia

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Las noticias corren rapido, como el viento en una tormenta. Y como si fuera poco, la ira de cierta guerrera no se compara con la tormenta que se acercaba. El Seiken se enteró al instante de que la sangre de Sasuke era mortal para todos, y esto creó cierto dilema en el grupo, ¿debian matar o hacer desaparecer por completo al Uchiha? Ya que si quedaba el cuerpo podrian usar su sangre tranquilamente. Sin embargo, esta polemica despertó la ira de Sakura, quien al enterarse se alzó ante el Seiken y exigió otra alternativa. No queria que maten a Sasuke, no ahora que porfin descubria lo que sentia, queria protegerlo, por lo menos del Seiken.

Ante la revolución de Sakura, el Seiken protestó, ¿porque ahora la pelirosa defendia a un shinobi de Konoha cuando ella siempre dijo que los odiaba? Eso era algo que los guerreros no comprendian, pero Bishamon, quien estaba siempre presente cuando sus niños se inquietaban, sabia perfectamente lo que sucedia.
Esa noche, Sakura soñó con Bishamon. Estaba en el lago donde siempre iba cuando queria paz mental, ahi lo vio por primera vez, sentado sobre una gran piedra a su lado. Se veia...viejo, como un sujeto de unos cincuenta años, cabello castaño y una barba bastante notable. Vestia una armadura antigua, de color oro que relucia a la luz de la luna que se alzaba en el nocturno sueño de la pelirosa.

Ella lo observó por unos cuantos minutos y le costó bastante tiempo asimilar la situación. El dios sonrió de lado y la miró burlon.

Bishamon: No me digas que te enamoraste de mi Sakura.

Ella solo bufó y se levantó dispuesta a irse, pero se detubo. Se dio media vuelta y lo miró interrogante.

Sakura: ¿Que quieres?

Bishamon: Vine a decirte que descubri cual es tu problema.

Esto la sorprendió y su corazon dio un vuelco. Su nerviosismo se hizo notable al notar como el calor se le subia al rostro.
Bishamon la miró indiferente, pero serio.

Bishamon: Sakura, ¿sabes que lo que estas haciendo esta en contra de ti?

Sakura: ¿De que hablas?

Bishamon: (suspira) Piensalo por un minuto. Yo te di la marca, yo te creé, y eso fue por una razón. Tu cuerpo cambió especificamente para cumplir ese objetivo, es por eso que debes reconsiderar tus acciones.

La pelirosa lo miró furiosa, ¿como se atrevia a intentar manejarla?, ¿acaso eso habian sido ellos para el todo este tiempo?, ¿peones? Y fue ahi cuando comprendió todo. El hecho de que todos los del Seiken odien a sus aldeas y que quieran destruirlas fue su plan desde el principio, Bishamon queria que la humanidad se extermine entre si, pero como ya lo estaban haciendo dia a dia y aun asi la vida no se acababa, creó guerreros que lo hagan mas rapido. Cuando creyó que habia conseguido algo por lo que luchar, resultó ser una farsa. Ahora, ¿que haria ella?, ¿porque pelearia ahora? No tenia nada por lo que luchar, porque quien sabe, quisas sus amigos tambien solo eran una farsa, quisas Bishamon quiso desde un principio que Kanna, Akiva...y Shinya... sean sus amigos y por eso lo eran.
Ya no sabia que pensar, que hacer. Y frente a esta nueva realidad, encaró con otros ojos al dios. Ahora lo unico que tenia en mente era proteger a Sasuke, ya veria que hacer con Konoha luego.

Dio un paso adelante y lo miró a los ojos, los jades se enfrentaron a esos rubies rojos que brillaban como la sangre que tanta guerra habia derramado. Y este cruce fue el fin de la relación que alguna vez hubo entre ellos, jamas volverian a hablar ni a verse otra vez. Bishamon la miró con superioridad, y Sakura se mantubo firme, sin titubear.

Sakura: No dejare que toques a Sasuke, ni tu ni nadie.

El dios frunció el ceño, molesto y decepcionado. Miró la marca que se asomaba en el pecho de la pelirosa, alzó la mano y, como arte de magia, esta se encendió como carbon y comenzó a quemar la blanquesina piel de Sakura, quien gritó de dolor mientras colapsaba sobre sus rodillas. El dolor punzante de su pecho se expandia a todo su cuerpo, incapaz de tolerarlo comenzó a perder la conciencia, creyendo asi que despertaria pronto, pero no. De repente, Bishamon la tomó del cuello y la alzó en el aire hasta su altura, miró su pecho y luego a ella.

AbandonadaWhere stories live. Discover now