Epilogo.

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Último capítulo.

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Laura esta malditamente aterrada.

Es la única manera que tiene para describir cómo se siente. Sabe que las náuseas no son del todo normales pero, en realidad, lo son, es solo una cosa lo que va a hacer, pero también está a punto de definir todo su futuro. Es un paso enorme y aunque sus manos tiemblan y hay un nudo apretando en su pecho, Laura nunca se ha sentido más segura de una decisión.

Lo ha estado pensando por lo que parece una eternidad. Ha estado mirando los posibles resultados y diciéndose a si misma que todo va a salir bien, que no hay manera de que todo se vuelva en su contra.

Ella realmente no cree eso.

Así que, ha estado saliendo con Ross por un tiempo ya, como que en serio le parece increíble que ellos aún continúan juntos, por supuesto que han habido peleas, y días sin hablar, discusiones y momentos donde los escándalos frente a la prensa se siente como demasiado, donde son fácilmente superados por la inmensidad de las cosas, tanto que resulta un poco frustrante, pero al final del día ellos siempre encuentran su camino de vuelta a casa y, es ahí, cuando los gritos pierden importancia y las mariposas provocan cosquillas, cuando los labios chocan suavemente y ellos saben que no podrían ser feliz con alguien más.

Laura lo sabe, es consciente de ello cada vez. Sabe que es Ross con quien pasará el resto de su vida, —increíble pero cierto—, y no puede evitar temblar de emoción al imaginar un futuro al lado de su mejor amigo, novio y el amor de su vida. Es simplemente irreal y a veces la golpea tan fuerte el hecho de que ella realmente no podría amar a nadie más que incluso asusta, pero no es pánico, es algo más calmo porque Laura esta segura de lo que tiene. Han estado en eso por un tiempo ya y sabe que si Ross no se sintiera de la misma manera se lo diría. Él no lo ha hecho, sin embargo, lo que es todo un alivio.

Por lo que bien, todo estará bien ¿no? —Laura decide no pensarlo por mucho más y en lugar de eso, le envía un mensaje a Raini y Rydel para asegurarse de que Ross volverá a tiempo, necesita que todo salga bien o morir en el intento. Rydel le responde con un pulgar arriba y un "esta en camino," bien, Laura va a hacer esto, lo tiene cubierto y va a salir bien.

Ella realmente podría vomitar.

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Ross exhala una bocanada de aire, sobando su cuello, donde la tensión esta acumulada, el malhumor del día dejándolo un poco agotado.

Habían estado organizando las demás fechas para el tour, analizando los lugares y cuadrando detalles, hubiera estado completamente bien, ya que había sido tranquilo, pero el rubio no se sentía en su mejor momento. No había manera, en realidad.

Había discutido con su chica, y bien, incluso eso era normal, pero no lo era realmente porque a pesar de que ellos ya habían tenido algunas discusiones, ninguna había sido tan estúpida... ¿que mierda?

Ross solo intentó saber qué sucedía con la castaña, había estado actuando raro por semanas, y reaccionó mal cuando un día antes Ross trató de preguntar sobre lo que sucedía... Ella simplemente había dicho que no se metiera en sus asuntos y que no era de la incumbencia de Ross, pero se suponía que ellos son una pareja y tienen que estar para el otro. Ross no entendía una mierda, por lo que todo terminó en el rubio reaccionando mal y yéndose a la casa de Rydel y Ratliff, durmió allí, o al menos lo trato y apagó su móvil, sin ganas de una nueva discusión.

En cambio ahora, que esta de vuelta a casa, con la duda raspando en su pecho y sus manos temblando un poco, él no se siente capaz de abrir la puerta, demasiado asustado para hacerlo.

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