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— Sanha, por favor. Sé que no confías en nadie pero debes confiar en mí, soy tu ángel guardián. —Habló Eunwoo con su típica voz aterciopelada.

Sanha automáticamente soltó una leve risa, pues ese comentario le causó mucha gracia.

— ¡Es en serio! —Se cruzó de brazos.

— Shh, no grites, Minhyuk se va a enojar. —Susurró el menor.

— Él no me puede escuchar, mira. —Sonrió victorioso y acto seguido soltó un fuerte grito.

El pequeño cubrió su boca y abrió sus ojos de par en par. Tragó en seco y suspiró con alivio al darse cuenta que su compañero ni se inmutó.

— Woah… Y, ¿cómo sabes mi nombre? —Preguntó ahora muy curioso.

— Te dije que soy tu ángel guardián, conozco todo sobre ti.

Sanha se sonrojó.

— ¿Estaré soñando? —El pequeño pellizcó su mejilla.

— Claro que no. —El arcángel le sonrió y acarició su cabello.

El pequeño llevó su mano hacia su cabeza, donde estaba la mano de Eunwoo y lo tocó por primera vez,

— Wow, se siente extraño. —Se sorprendió debido a la extraña textura de aquel ser místico.

— ¿Podrías callarte? Ve a hablar con tus amigos imaginarios a la calle. —Protestó su compañero de cuarto.

— Ven, vayamos a la azotea. —Eunwoo tomó la mano de Sanha y lo sacó de aquel cuarto.

El menor no puso objeción a pesar de que en un principio desconfiaba de él.

Al llegar a la terraza, Sanha pudo apreciar bien las facciones del arcángel debido a la luz lunar y de algunas lejanas farolas.

Observó con lujo de detalles un hermoso y muy delicado rostro. Se veía tan blanco y suave como la porcelana.

El tacto que sentía al tener sus manos sostenidas era bastante extraño, pues no era como sostener una mano humana, más bien se sentía mucho más acogedor. Su mano era muy suave y esponjosa, mucho más que el algodón. Algo indescriptible.

— Ahh, ¡por fin espacio físico! —Eunwoo se estiró— Sanha, tu cuarto es muy pequeño e incómodo para mí. Debido a eso me veo obligado a esconderlas. —Dijo señalando su espalda, y acto seguido dos enormes alas se desplegaron de allí.

Sanha quedó totalmente asombrado frente a semejante cosa.
Sus alas eran muy brillantes y se veían muy esponjosas. Las plumas eran mucho más lindas que las de cualquier ave que haya visto.

Eunwoo sonrió debido a la reacción del pequeño.

Ahora Sanha quedó asombrado por otra cosa: su sonrisa.

La sonrisa de aquel arcángel era la más hermosa que pudo haber visto jamás.
El menor se entalló los ojos para corroborar que lo que veía era completamente cierto, y vaya que lo era.

Luego de observarle un rato más, reaccionó y volvió a su compostura normal tomando asiento en el suelo. Eunwoo lo imitó sentándose a su lado.

— Así que… ¿Eres un ángel?

— En realidad no, soy un arcángel. —Respondió.

— Mmm, ¿qué diferencia hay entre ángel y arcángel? Y ¿por qué estás aquí? —Preguntó un tanto avergonzado.

— Los arcángeles somos seres superiores a los ángeles. Estamos en contacto con Dios. Normalmente son los ángeles los que se encargan de cuidar a las personas, por eso habrás sentido nombrar a los “ángeles guardianes” pero nunca a los “arcángeles guardianes”. —Rió.

I Can Never Fly ; Eunsan || ASTRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora