Producto de mi imaginación

estupidez y entusiasmo

 Ya han pasado cinco días desde que Jackson despertó y se ve muy repuesto, su piel aunque sigue siendo pálida se ve saludable y sonríe todo el tiempo, pese a esto no está totalmente recuperado tiene que hacer terapia física para volver a caminar y psicológica para recuperar la memoria.

Yo he ido todos los días al hospital a verlo, no hemos hablamos de quién soy yo y por qué voy todos los días a verlo, Jackson parece aceptar mi presencia como algo natural, Sora piensa que soy ayudante o algo así de Lee y que por eso voy tanto.

Hoy día al entrar a su habitación lo encuentro llorando, corro a su lado de inmediato pensando que tal vez le duele algo y sin pensarlo lo abrazo, se siente tan bien sostener su cuerpo entre mis brazos, hace tantos días que no podía hacerlo que por un instante me pierdo en la sensación de sentirlo junto a mí, que no le pregunto porque llora, de repente dice:

─Mis padres están muertos.

Oh... diablos, yo ya lo sabía, habían muerto el día del accidente automovilístico

─Lo siento ¿los extrañas mucho? ─le pregunto sin soltarlo.

 Jackson se aparta de mí y me mira, sus ojos se ven rojos e hinchados y mi pecho se comprime de solo verlo.

─No lloro por eso, no los recuerdo, no los puedo extrañar y por eso lloro.

─Oh...

No sabía que responder debe ser duro perder a unos padres que no recuerdas y que deberías extrañar pero no lo haces.

─Soy un moustro.

─No ¿porque serias un moustro?

─Porque lloro por mí y no por ellos. ─dice secándose las lágrimas y mirándome

─Pronto los recordaras y después, te sentirás muy mal por eso.

─ ¿Qué? ─me mira con la boca abierta.

Idiota... idiota... como pude decirle algo como eso, soy el idiota más grande de este mundo, que la tierra me trague y que luego me escupa y me vuelva a tragar. Nos quedamos mirando fijo por unos segundos, mis manos me sudan y tengo miedo de abrir mi boca y meter la pata de nuevo. 

De pronto se pone a reír, ríe a carcajadas y yo me rio con él como el idiota que soy, sin saber porque nos reímos.

─Deberías ir al pabellón de los enfermos terminales y dar consuelo allí.

Sigué riendo afirmándose el estómago y yo me quedo parado al lado de su cama con el rostro encendido.

─ ¿De qué se ríen tanto?

Pregunta Lee entrando a la habitación junto con Sora, yo siento que el rostro me arde de la pena y de la vergüenza, Jackson trata de dejar de reír pero no lo logra, yo me encojo de hombros como si no supiera de que se ríe, no puedo repetir la barbaridad que acabo de decir.

─Tenemos una buena noticia que darles. ─Lee espera que Jackson deje de reír y continua hablando

─ Hoy te darán el alta.

─Que bien, estoy aburrido de este lugar pero ¿a dónde iré?

─ ¡A mi casa!

Digo antes que todos pudieran decir algo, todos me miran sorprendidos por mi arranque de 

entusiasmo y de estupidez, si antes estaba avergonzado ahora seguro que debo tener la cara de un rojo intenso, siento que hasta las orejas me arden, agacho la cabeza y digo:

─Era una broma, por que ibas a ir a casa conmigo, yo solo...

Lee me interrumpe

─Con tu hermana, por supuesto.

Claro, con la hermana, tengo que acostumbrarme a que hay otras personas en la vida de Jackson y que tengo que compartirlo con ellos ahora.