XXI

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LOUIS

A pesar de que Harry se haya escabullido del trabajo unos minutos antes, el subte aún está repleto de personas. Apenas hay espacio suficiente para que ambos se metan en el mismo coche, mucho menos para que se sienten, pero a Louis no podría importarle menos. Dejaría que Harry lo metiese en el canasto de una bicicleta y pedalee hasta casa si eso es lo que debe hacer. Cuando las puertas se cierran, Harry se apoya contra ellas y tira de Louis cerca, dándole más espacio para respirar.

El mentón de Harry se apoya sobre su hombro y su brazo se envuelve alrededor de su cintura, su otra mano estirándose para agarrarse del pasamanos libre. Cuando toman la primera curva, Louis se balancea pero no tropieza, seguro en los brazos de Harry. Se estira para agarrarse del pasamanos de todos modos, sin embargo, deslizando sus dedos sobre los de Harry. Siente la sonrisa de Harry en su hombro, y está silenciosamente orgulloso de sí mismo.

Escurridizamente, Harry mete dos dedos en el bolsillo delantero del pantalón de Louis, como si tantease el terreno, volviéndose a incorporar al espacio de Louis y ver cuánto permiso todavía tiene en él. Louis lleva un dedo a la muñeca de Harry para decir que sí, y siente a Harry exhalar, frotando su nariz contra su cabello. Con eso resuelto, Louis cierra sus ojos con un suspiro, siendo arrullado hasta relajarse por el movimiento del subte y el sonido blanco de las personas a su alrededor y la calidez del cuerpo de Harry contra el suyo.

Una curva particularmente cerrada provoca un chillido en los rieles, y Louis se sacude poniéndose alerta. Puede escuchar a Harry reír por lo asustadizo que es, se hace una nota mental de hacerle pagar por eso más tarde, cuando es distraído por notar un par de ojos sobre ellos. Hay una mujer del otro lado del carro, apoyándose contra las otras puertas. Ella es más grande, probablemente en sus cuarenta, con cabello bien corto y castaño, y Louis no está seguro de cuánto lleva mirándolos.

Él se prepara para enfurecerse, para mirarla de una forma asesina que la deje destrozada, cuando ella le sonríe. Luce afectuosa, y nostálgica, y simpática, y repentinamente Louis está casi abrumado por una oleada de vindicación. Maldita sea, los extraños les sonríen en el subte. Son jóvenes y adorables y están enamorados, y ahora que lo piensa, Louis como que quiere gritarlo hasta que todos los que estén al alcance del oído se den cuenta de lo maravillosos que son. Louis nunca ha sido uno de esos que demuestran su amor en público, pero ahora mismo espera que todos los que los miren puedan leerlo en sus rostros. Quiere que asuman. Estarán en lo correcto.

Aprovechando el impulso, da vuelta su cuello y presiona un beso contra la mejilla de Harry.

—¿Y eso por qué?—murmura Harry.

—Porque sí—dice Louis mientras voltea, y le guiña a la mujer sonriente frente suyo.

Se bajan en la parada de Harry y Harry lleva a Louis de la mano por la estación y a la calle. El sol está cayendo en el cielo, y las luces están comenzando a prenderse en los edificios alrededor suyo, recompensando por las estrellas que estarán ocultas detrás de las nubes y la contaminación de la luz. No es una calle muy bonita, pero es la de Harry, y eso la vuelve la mejor cosa que haya visto jamás, porque nunca pensó que tendría oportunidad de verla.

Harry abre la puerta del edificio y Louis puede sentir la estática eléctrica zumbar en el aire entre ellos, pero están atrapados en el elevador con extraños, así que todo lo que puede hacer es apoyar su cabeza en el hombro de Harry y esperar a que el número 5 aparezca en el panel sobre las puertas. Salen al pasillo tan pronto como las puertas se abren, y esto es todo. Sonríe, incapaz de contenerse más y rebota al lado de Harry, feliz de estar solo con él, de sentir su cuerpo al lado del suyo y saber que es real. Harry está aquí. Es la cosa más feliz en la que puede pensar.

These Inconvenient Fireworks [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora