Capítulo 45; Perfect (Final)

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Hailey

-¿Por qué tanto misterio?-pregunta Kendall detrás de mi.

Termino de poner mi pendiente antes de contestarle.

-No tengo idea, se suponía me acompañaría a ver a Damián hace rato pero me habló con cambio de planes.

Cuando termino de colocarme el otro pendiente doy unos pasos atrás y observo mi vestuario.

-Debo darle más crédito por la elección de vestido.-dice observándome también-Es hermoso pero aún más en ti.

Sonrío agradeciéndole y acariciando la suave tela. El color rojo nunca a sido de mis colores favoritos para usar en mí pero este vestido... está tan hecho a mi medida, como si se hubiera hecho específicamente para mi. Marca cada lugar correcto.

-Todavía no sé como es que dejó todas estas cosas aquí sin decirme. Fue una sorpresa encontrar todo esto-señalo mi vestuario entero-en la cama.

Cada accesorio que estoy llevando esta noche fue un regalo de su parte para usar específicamente en esta cena y mentiría si eso no me tiene un poco ansiosa.

-Es como si usarlo me tuviera más nerviosa de lo usual, siempre salimos a lugares informales.-le digo cuando se acerca a acomodar mi cabello-Esto luce serio.

-Esto luce romántico-me da un guiño.

Asiento sonriendo. Lo hace.

Ella me sonríe de vuelta y me gira para verla de frente.

-Me hace tan feliz verte con un poco de ese brillo que solías tener. Y es que te lo mereces, nena. Todo este nuevo paso en tu vida, ambos lo merecen.-dice tomando mis manos-Así que sacúdete esos nervios, toma tus cosas y ve a tener esa bella y romántica cena con tu hombre.

Río cuando me empuja fuera de la habitación.

-Estas loca, pero te amo.-La abrazo cuando estamos frente a la puerta principal.-Gracias por todo.

-Siempre para amabas, recuerdas?-me sonríe.

-Siempre.-le lanzo un beso y salgo de la casa.

No me sorprendo cuando veo a Mike, el chófer de Justin esperándome, ya que me avisó que lo mandaría por mi.

-Buenas noches, señorita Baldwin.-dice abriendo mi puerta.

-Hola, Mike.-le sonrío subiendo al auto.

Y así, después de él tomar su asiento nos perdemos en las calles de Nueva York.

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Justin

Los trajes me gustan, aunque comúnmente no suela usarlos. Son formales y elegantes, hacen ver a cualquier hombre diez veces más respetable de lo que haría luciendo unos simples jeans junto a una camiseta. Por eso mismo, me digo que los muchos pares de ojos que se pegan a mi en cuento entro por las puertas de C'Laví se debe no por quien soy si no porque parezco un gran empresario multimillonario.

Aunque bueno, podré no ser empresario pero millonario ya soy. Guiño. Guiño.

De acuerdo, Eso fue tal vez demasiado y como si la misma suerte me lo recordara en mi entrada triunfal a la mesa que aparte para Hailey y para mi, me tropiezo con una mesera provocando que deje caer su charola llena de platillos sobre la mesa a nuestro lado.

Fue una buena suerte que haya llegado medía hora antes de lo acordado porque eso es lo que me cuesta evitarme una pelea muy grotesca con el acompañante de la mujer a la que le cayo todo el spaghettini encima, y pagar todos los daños provocados.

ɢᴇᴛ ᴜꜱᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇ ↠ ᴊᴀɪʟᴇʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora