Shippeando Nalu.

✔15 - El peso de la sombra.

—De acuerdo, chico de cabello de goma... por lo que escuche te llamas "Natsu Dragneel"... ¿No es así?— Una cínica y malévola sonrisa fue la que esbozó el chico de pelo morado.

—Si ¿Y?

—Bueno... me parecería interesante luchar contra ti... ¿Te gustaría luchar contra mí?

—Tengo mejores cosas que hacer... aunque... me gusta pelear, sí, tal vez me agradaría pelear contra ti— Natsu desprendía arrogancia en su aura y en su media sonrisa. —Ex-Prometido de Luce... ¿Qué tan poderoso crees que soy? ¿Eh?

—No lo sé... ¿Mucho?... mmm si... bastante...— A pasos lentos, comenzaron ambos a acercarse lentamente, quedando frente a frente.

—No tendré misericordia

—Te haré gritar y rugir con mucha fuerza

—Dejaré una marca en tu cuerpo bastante notable...

¿Diálogos Yaoi Hard? Pensó Lucy, con un leve derrame nasal, mientras aún trataba de librarse de la gravedad aumentada por Coelum, quién la miraba con cierta pena.

En el pasado, cuando los Frigus y los Heartfilia eran socios, Coelum y Lucy eran buenos amigos y el hecho de haber sido separados por las fuertes circunstancias afectó demasiado al pelinaranja y aún con el paso del tiempo, sigue queriéndola como a su hermana, tal vez es por ello, que se siente mal al tener que detenerla con la gravedad. Se siente culpable y quiere dejarla ir, pero simplemente no puede.

—R-Rogue...— Susurró Sting al ver a su emo favorito acercarse a él, con la disposición de ayudarlo a levantarse.

—Sting... resiste, creo que tengo una idea jujuju— Mencionó Rogue, admirando al chico de pelo naranja, con una falsa sonrisa traviesa.

—¿Llamarás a Yukino para que traiga a Libra?— Los ojos de Sting brillarón y sus mejillas se ruborizaron.

—Nah, tengo una idea mejor.

—¿Ah sí? ¿Cuál?

—Derrotare a Coelum.

Sting y Rogue se miraron fijamente por unos segundos, perdiéndose entre el brillo de sus pupilas dilatadas, admirándose con detenimiento como si de ello dependiera su tiempo, entonces Sting abrió levemente sus labios y esbozó de a pocas una sonrisa cálida, qué por arte de magia se transformó en una carcajada.

—¿De-Derrotarás a Co-Coelum? JAJA-JA-J-J-A-JAJA-JA— Sting se partió ahí mismo, olvidándose de la gravedad que impedía que se pudiese levantar.

—¡Oh joder! ¡Entonces púdrete! ¡Salvaré a Lucy y luego te asesinaré!— Protestó Rogue notablemente sonrojado

—¡Es broma, Roguito! Sabes que te amo— Sonrió apenado.

—¿Es mi imaginación o escuche que el chico al que le cortamos el fleco dijó que iba a derrotarme?— Coelum se acercó riéndose sarcásticamente, mirando como el vapor salía de la cabeza de Cheney gracias a las molestias que le causaba Sting.

—Creo que desearías que hubiera sido tu imaginación— El egocentrismo se apoderó de la voz del emo. Coelum sólo rió.

—Y dime... ¿Qué es lo que te hace creer que podrás derrotarme, eh?— El chico de cabello anaranjado lo miró de arriba a abajo.

—Bueno... es muy sencillo...— Se relamió los labios —Las sombras no tenemos gravedad, perra.

Rogue se convirtió en una sombra y comenzó a desplazarse por todo el suelo, rodando a Coelum, quien trataba de leer sus movimientos, pero era algo complicado puesto a que el Dragon Slayer era más rápido.