Plan de venganza

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A Takano se le estrujo el corazón al ver a Onodera de esa forma, pues si bien ya lo había visto y en peores condiciones por culpa de él, era la primera vez que lo veía absolutamente quebrado, sin ni un poco de brillo en sus ojos.

— Escucharé cada palabra que digas, pero por favor para de hacerte daño —  Decía un Takano a punto del colapso, al notar como el menor se rasguñaba de forma frenética las muñecas. No faltó mucho para que Masamune tomara delicadamente sus manos y comienza a hacer círculos sobre éstas para de alguna forma intentar calmarlo.

— Promete que no me juzgaras.

— Jamás. 

Fue en ese momento en que Ritsu tomó unas largas respiraciones para poder calmarse, pues no paraba de temblar y temía que su voz no pudiera salir, pero de todo corazón necesitaba hacerlo y sabía que Takano en parte lo entendía, a fin de cuentas, él también era víctima del mismo demonio.

Luego de un tanto de preámbulo, Ritsu comenzó a relatar:

Desde pequeño me di cuenta que no sentía atracción por las mujeres, pese a que mis padres intentaron ligarme con distintas herederas de grandes familias, nunca me interesé por ninguna. Pero todo se aclaró cuando un joven Ijuuin se me comenzó a acercar, al comienzo sólo fue una buena amistad, pero poco a poco nos comenzamos a hacer más cercano, hasta que finalmente comenzamos un romance clandestino.

Pero no fue sólo eso, además él se ganó la confianza de mi padre y por lo tanto trabajamos codo a codo, como debieras recordar. Pero fue hasta hace dos años que él decidió traicionarme y también a mi familia.

Takano tu no fuiste la única víctima, fueron más de 10 socios los cuales lo perdieron todo a manos de Ijuuin, quien se robó las ganancias de los últimos cinco años, huyendo con el dinero y nuestra reputación, pues lo jugó de una forma tan estratégica, que a ojos de todos, el estafador fui yo, claramente tú también lo creíste.

Pero no fue sólo eso, como te habrás dado cuenta, nosotros éramos novios. Cuando logró tomar todo, la última noche que estuvo en mi ciudad, la pasamos juntos. Pero no fue una despedida, si no que esa bestia me violó.

Me amarró a un catre y abuso de mi de la forma más salvaje, dejando mordidas y golpes por todas partes. Me llamó perra, frígido, puto, pues yo nunca había accedido a acostarme con él, ya que quería estar seguro de mis sentimientos. Me embistió de las formas más salvaje hasta prácticamente tener una hemorragia, mordió y laceró mi cuerpo en distintas partes, no paró hasta verme quebrado entre el abuso físico y psicológico, termine inconsciente no sé cuántas horas, sólo desperté cuando tenía el cuerpo entumecido y apenas me podía mover, al menos me había desamarrado ese animal.

Al otro día cuando llegue a mi casa, me echaron sin miramiento alguno. Esa bestia me había inculpado de todo y además les había contado a mis padres mi gusto por los hombres. Era la deshonra Onodera, ellos prácticamente me echaron a la muerte porque ni siquiera tuvieron la valentía de quitarme la vida.

Salí del pueblo apenas vestido en medio de una nevazón, me dolía cada centímetro del cuerpo, cada vez que respiraba era una tortura, sólo le rogaba a Dios que me quitara pronto la vida.

Cuando desperté, estaba en compañía de Ryuchiro y Asahina, ellos me habían encontrado y prácticamente me salvaron la vida, les grité que quería morir, les rogué que me mataran. Pero lo que hicieron fue cuidarme, consolarme y darme una nueva vida en la casa Marukawa, nunca me preguntaron nada y nunca les conté cómo había terminado en esa horrenda situación.

Casa MarukawaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant