Arrepentimiento y oportunidades

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Takano deposita suavemente en su cama el cuerpo maltratado del joven Ritsu, cada vez que lo ve se le oprime el pecho, él era una bestia para haberlo dejado de esa forma, no pudo evitar apretar los puños de rabia hasta hacerse sangrar.

Nowaki y Hiroki, lo seguían en silencio por atrás, sentían el dolor en la atmosfera y si bien no querían incomodar, tampoco los dejarían solos en una situación tan complicada, Takano les pidió ir por un médico, lo primero sería saber la gravedad del asunto, mientras los hombres iban por un médico de la ciudad, el decidió arropar bien al castaño, se detuvo un instante a acariciar su suave pelo y a continuación sus pómulos marcados, el respiraba agitado y de vez en cuando se quejaba, algo dolía y a Takano se le partía el alma, su difunta esposa nunca hubiera avalado un comportamiento tan aberrante, y más si era verdad lo que el joven Onodera había dicho en último momento.

Al cabo de una hora, llegaron junto al nuevo médico en la ciudad Yoshinyuki Hatori, quien amablemente entendió la situación, es más, ni sabía que existían ese tipo de burdeles, que aunque sin decirle a los hombres en la habitación le pareció una idea más que interesante, un lugar que muy pronto le apetecía visitar dada la necesidad innata del muchacho.

Les comentó que Onodera estaba malnutrido, y con una leve infección en las heridas las cuales le provocaban fiebre y dolor, Takano ahogo un chillido, cuando el médico dejo al descubierto las mordidas y moretones en el torso del joven. Dejó un par de hierbas, e indicaciones estrictas como paños húmedos para bajar la fiebre y la inflamación, junto a que bebiera liquido abundante, y al ya está consiente una dieta blanda y nutritiva, junto a una nueva revisión para asegurarse que no hubiera nada más, dado que sólo podía hacer inspección visual de Ritsu se hacía un poco más difícil el diagnostico.

Aceptó tomar un té junto a Nowaki y Hiroki, pues Takano se quedó en la habitación del menor, no se quería despegar por ningún segundo y ante cualquier quejido acudía rápidamente a ver cual podría ser el origen de la dolencia. Estaban animadamente conversando del funcionamiento de la ciudad, cuando llegó Chiaki, quien quedó perplejo, no podría creer que estuviera frente a un viejo amigo de infancia, quien sin importar nada se lanzó a abrazarlo de una forma más que cariñosa, los hombres presentes no entendían nada.

— Chiaki al fin te encuentro —  dijo el castaño realmente emocionado y sin que nadie lo imaginara, este se agacho hasta depositar un casto beso en los labios del más bajito, quien se sonrojo al acto.

— Ha..Tori, que diablos haces? —  Se apenó en el acto y luego se dedicó a preguntar por el menor, rápidamente tomo sus cosas y decidió dejar la habitación, Nowaki se despidió amablemente y se fue tras el otro, después de todo ya era hora, pues muy pronto la casa Marukawa abría con todo su esplendor.

Hatori se quedó preguntando donde vivía Chiaki, ya que esta vez no se le escaparía, necesitaba saber que había pensado años atrás, y porqué había huido para nunca volver a verlo hasta ahora, así que por esa noche ya tenía planes, iría a la casa Marukawa y averiguaría que había pasado y por sobre todo quería saber como su tierno Chiaki había terminado como un codiciado hombre de placer y artista.

Cuando Hiroki se fue Takano se quedó sólo, atormentado por todo lo que había hecho y por el estado de Onodera, nunca pensó lo que realmente estaba haciendo y claramente había tomado las peores decisiones de su vida, se dejó llorar un par de veces, pero sin dejar de descuidar al pequeño, cambiaba sus paños húmedos, le frotaba medicina y en las heridas, y por sobre todo mantenía el calor del joven. Esa noche poco durmió, ante el mínimo quejido se ponía en alerta y aplica los cuidados necesarios.

Mientras en la casa Marukawa Hatori mirada deseoso la tarima de las subastas y apenas comenzó la Chiaki, se puso en alerta, esperó a las apuestas, hasta cuando ya estaba asegurado que se fuera con un hombre mayor y de aspecto desagradable, el hizo su oferta y ganó, siendo felicitado por Isaka y regalándose un alcohol de cortesía por ser nuevo en sus servicios y recibiendo la mirada nerviosa de Chiaki, quien sabía lo que se venía.

Casa MarukawaWhere stories live. Discover now