Castigo

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Era domingo y como era costumbre en la casa Marukawa, los hōkan salían a hacer sus compras semanales. Lo importante de esta tradición es que salían en un gran grupo, todos los de la casa, además se vestían tan bellos como para cualquier show, pues para Ryūichirō esta era una forma de demostrar que no estaban avergonzados de lo que hacían y que era un trabajo tan digno como cualquier otro, pues ninguno de sus chicos estaba ahí por haber sido vendido o algo así como en el caso de las geishas, cada uno podía hacer lo que quisiera dentro de cierto límite y él les pagaba como correspondía, aunque todos tenían muy claro las consecuencias de no hacerle caso y mucho peores para quien lo traicionara; y por otro lado esta era otra forma de hacer publicidad a su "Casa del Placer".

Misaki aún se encontraba nervioso por lo ocurrido la otra noche, si bien ya era un oficial dentro del staff de chicos, no se acostumbraba a esta nueva sensación. Además ciertos ojos color plata no lograban salir de su cabeza y cada vez que ocurría sus mejillas tomaban un leve color sonrosado.

Asahina iba delante del grupo con su amo y señor, su relación era un secreto a voces, pues técnicamente nadie tenía una noche con él, solo su Ryūichirō-sama. Ambos se miraban, no mostraban amor, pero de ellos exaltaba la pasión y la posesividad, que a más de uno le calentaba el cuerpo y lo hacía desear ser parte de un trío sexual.

La mayoría de las familias que cada domingo paseaba por los hermosos parques del lugar, que además estaban en pleno florecimiento del cerezo, se alejaba al ver acercarse al grupo, ya que su reputación era la de simple prostitutos, muchas madres tapaban los ojos de sus hijos, como si verlos fuera el peor de los pecados, mientras padres acalorados se retiraron del lugar rápidamente ante de ser descubiertos, ya que más de algún prostituto les dedicaba una refrescante sonrisa, haciéndolos recordar horas de placer.

Pero Takafumi se había dado cuenta que pese al comportamiento común de las familias, siempre veía a un hombre de cabellos claros con su pequeña hija, que no se alejaba para nada, paseaba con ella de la mano al lado del grupo, como si fuera de lo más normal del mundo, le agradaba esa actitud, le encantaría que la gente no fuera prejuiciosa tal como esa familia.

La pequeña niña venía corriendo detrás de una mariposa, sin darse cuenta chocando con el sujeto de gran altura, este rápidamente y muy preocupado se acercó a ayudar a la pequeña y ponerla de pie, la cual lo miro sonrosada y este suspiro aliviado, ya veía que se ponía a llorar, él inmediatamente sacó un caramelo de su bolsillo y se lo entregó regalándole una sonrisa, siendo respondida con ojitos luminosos y una sonrisa que muestra los dientes de la niña.

El padre de la muchacha se acercaba al lugar serio, Yokozawa había reparado en que lo más probable es que le hubiera parecido mal lo del caramelo, más que mal a nadie le gustaría que un prostituto le ofreciera dulces a sus hijos. Pero grande fue su sorpresa cuando él no estaba preocupado por el dulce, sino por su pequeña, al verla que estaba bien, hizo una reverencia ante de ojiazul y le dedicó una sonrisa, mientras agradecía.

— Perdón por el choque de mi hija, esta pequeña adora las mariposas y no pone atención al ver uno. Muchas gracias por el caramelo, Hiyo dale las gracias al señor — Dijo Kirishima animado, mientras su hija susurra un gracias.

— No se preocupe, son niños y tienen que disfrutar del mundo — Respondió Takafumi, era la primera vez que interactuaba con una familia desde que tenía el trabajo y aun se le hacía raro eso de no recibir miradas y palabras de desprecio.

Acto seguido se despidieron con la promesa de un nos vemos, ante lo cual el corazón de Yokozawa dio un giro.

Por otro lado Shinobu fue rodeado más de alguna vez por algún anciano que no podía ocultar sus sentimientos por el menor, regalándole distintos objetos, ante lo cual el niño respondía con un beso en la mejilla y cuando estos se alejaban susurraba un "ilusos", provocando la risa en sus hermanos de oficio.

Casa MarukawaWhere stories live. Discover now