18. Una inesperada cita

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Al llegar semana santa cada uno pasa sus vacaciones como más les complace, algunos optaron por relajarse fuera de la ciudad; como Olivia y Fanny, quienes se fueron a pueblos distintos, deseando pasar un tiempo con sus familiares lejanos. Las únicas en mantenerse en contacto fueron Susana, Leslie y Delia, se mandaron mensajes entre ellas, manteniéndose al tanto de lo que transcurre en sus vidas, sin conseguir visitarse por estar a kilómetros de distancia.

Delia había contado animadamente a Leslie todo aquello que pasó el día que entregaron los documentos de Elijah y que los restantes papeles junto con la carpeta, insistió quedárselos Susana. A partir de ese punto surgió una idea, estando al tanto que los papeles debían ser devueltos al dueño, Leslie pidió que preguntara a Susana si deseaba entregarlo ella personalmente imaginando que se negaría.

En cuanto se niegue proponle una reunión, dile que tú entregarás esa carpeta, pero antes tienen que verse para que te los devuelva —cuando se lo dijo, no comprendió cual era el punto de Leslie.

— ¿Entonces yo entregaré sus papeles? —preguntó, mirando confundida su móvil.

¡No, boba! El punto es que crea que tú lo harás, sin embargo panda lo va a hacer. —reía desde el otro lado de la línea, imaginando que todo saldría conforme lo planeado.

—No... No entiendo —cada vez más, no entendía a qué punto deseaba llegar.

Te la voy a barajear más despacio porque parece que hoy andas con lento aprendizaje —soltó una risotada Delia, quizá sí—. Vas a citar a panda en el lugar que quieras, le dirás que te entregue ahí esos papeles y tú verás cómo devolverlas a Elijah. Harás lo mismo con Elijah, dile que le devolverás todo en el mismo lugar en el que citarás a panda, ¡Escúchame bien! —Su plan debía ser perfecto, más tarde Susana se lo agradecería— A los dos en el mismo lugar, hora y fecha, pero ninguno de los dos debe saber que se verán las caras. Nada de...

— ¡Quieres que estemos los tres! —le interrumpió.

¡Por supuesto que no! Lo que te estoy tratando de explicar es que a ambos les mentirás que los verás pero no será así, sino que estos terminarán viéndose, tú no irás a ninguna parte. Es como la jugada maestra, ¿Lo captas? —preguntó ya cansada, mirando el tiempo que llevaban conversando del mismo tema en la pantalla de su teléfono.

—Sip, ya lo comprendo —pensándolo mejor, no era una mala idea, podrían esta vez tener más tiempo que conversar a solas, conociéndose un poco más—. Voy a hacerlo tal cual me lo dices.

Sí, sí, anda pues, a ponerse manos a la obra que yo debo irme a calentar la comida, mis hermanitos ya quieren comer —soltó un largo suspiró después de haberle cortado la llamada.

Después de la llamada, los planes fueron llevados a cabo con cautela. Primero, Delia acordó con Elijah entregarle los documentos en Multicenter, frente a varios mini restaurantes y puestos de comida chatarra. Segundo, llamó a Susana para informarle estar libre el miércoles por la tarde para que le entregue los papeles sin ningún problema, aceptando sin dudar. Con ambos acordó una hora y fecha de encuentro, dando por finalizado los últimos detalles.

[...]

Y ahí se encontraba Susana, un miércoles faltando pocos minutos para las cuatro de la tarde, caminando tranquilamente por el pequeño centro comercial en dirección al lugar donde se localizaban los restaurantes, salió de bañarse cerca de las tres y media aún tenía el cabello húmedo y los rizos un poco alborotados, sobre la espalda llevaba su mochila escolar y dentro la carpeta que acordó entregarle a Delia a las cuatro de la tarde.

Los encantos de Elijah #wellen19Where stories live. Discover now