Los encantos de Elijah #wellen19

8. Un beso en mayo (I)

Un beso en mayo, con una mezcla de su dulce sabor y el alcohol que bebió esa noche. No es el tipo de beso que se espera recibir de tu amor platónico, pero idearlo en mi mente fue aceptable, muy aceptable.

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Oficialmente podría decirse que de alguna forma ganó la batalla una vez más, enfrentó un semestre que sintió transcurrió a toda velocidad, fue solo ese semestre que sintió ser el más corto, el único semestre en el cual no tuvo la oportunidad de conocer más al encantador Elijah antes de que se fuera, al menos, debió intentar intercambiar algunas palabras donde el tema principal no fuese el acoso en el baño o algo que le apene admitir frente a él. Todo quedó en un debería, algo que jamás podrá hacer.

A partir de la fecha de la fotografía no volvió a verlo, poco después averiguó el por qué; los alumnos por egresar terminaban sus estudios semanas antes que el resto de los estudiantes. Eso la disgustó y decepcionó, después de todo, sus esfuerzos por aproximarse a él fueron rescindidos, ya no habría forma de acercarse una vez más.

Se sentía culpable, se aventuraba a un camino que cada cierto tiempo le mostraba un cartel que regresara. Como le hubiese encantado obedecer y regresar al día en el que sus cuerpos no estuvieron unidos en el autobús, no haber escuchado sus risas después de que el autobús le ignorara o incluso cuando miró con descaro su trasero. Era propio de ella ignorar los señalamientos, no pudo ser la excepción esta vez. Ahora mismo, se aferraba a un señalamiento porque detrás de ella estaba Juan, tirando de vuelta al inicio del camino para que dejara a un imposible y lo mirara solo a él como un posible futuro.

Aún después de enterarse que tiene novia, ignorara su existencia, ella seguía ahí, esperando entre las sombras e intentando esquivar el amor de un joven que asegura tenerle y que no podría corresponder al estar enamorada de alguien que no lo nota.

Lo único que le preocupaba era cuanto más esperaría, Elijah parecía estar enamorado de Lyzty, o al menos es lo que expresaba al sonreír en las fotografías donde su novia lo etiquetaba en Facebook, llamándolo "gordis". Lo curioso, es que Elijah jamás puso alguna reacción o comentario, eso es algo que a Susana le gustaría saber el por qué.

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Dos días antes del acto académico, recibió un mensaje de voz de Juan, le relataba lo último acontecido en su vida, la echaba de menos a pesar que lo rechazara, pero esperaba ganarse su completa confianza hasta que entendiera que la quiere correctamente. Imaginó que un mensaje de diez minutos diría algo parecido y más viniendo de él, respondió como era debido y desapareció de WhatsApp justo antes de recibir un mensaje de voz al instante.

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Ahora, estaba tranquilamente cenando cerca de las ocho de la noche una rica capirotada que su madre había preparado por la tarde y un vaso de leche tibia, junto a sus hermanos.

—Tu celular no está en la mesa —su hermano Josué miró de reojo el lugar habitual donde su hermana acostumbraba poner el dispositivo mientras se encontraba sentada frente a la mesa.

—Eres muy observador —le dedicó una sonrisa forzada.

— ¿Por qué no está ahí? —fue su hermana quien habló esta vez.

—Se está cargando —mintió.

Josué observó alrededor de la sala y parte de la cocina cualquier fuente de corriente eléctrica donde cargar el celular.

—Eso no es verdad, no lo veo en ninguna parte —concluyó.

—Está en el cuarto.